I. PALABRAS PRELIMINARES

Como he apuntado en trabajos anteriores, opino que la historia política de la República de Cuba, en sus poco más de cien años de existencia, se ha visto siempre entrelazada con su proceso constitucional. Este proceso, con antecedentes en la primera mitad del siglo XIX a través de la elaboración de media docena de proyectos constitucionales, comienza claramente en la segunda mitad de dicha centuria con las Constituciones llamadas de “Cuba en armas” (Constituciones de Guáimaro, Baragúa, Jimaguayú y La Yaya), la Constitución Autonómica española y la Constitución provisional de Leonard Wood, en el contexto de dos guerras: la guerra de los cubanos contra la metrópoli española llamada Guerra de los Diez Años (1868-1878) y la guerra hispano-cubano-americana (1895-1898) que culminó, después de cuatro años de intervención norteamericana, con la declaración de independencia de Cuba el 20 de mayo de 1902. De esa fecha al momento actual, y con fines de establecer una periodificación, se puede hablar de tres Repúblicas, a las cuales correspondieron sendas Constituciones. Estas fueron:

1)La “mambisa”,1 heredera de las guerras de independencia y cuyo marco legal fue la Constitución de 1901; 2) la social y democrática, heredera de la Revolución contra el “machadato”,2  y cuyo marco legal fue la Constitución de 1940; y 3) la comunista, heredera de la Revolución castrista de 1959, cuyo marco legal es la Constitución de 1976 que, reformada sustancialmente en 1992, está hoy vigente. Tres Constituciones que provienen de revoluciones y que hacen pensar que los cambios políticos en Cuba son resultado siempre de luchas armadas y no de procesos evolutivos.3

1   Llamada así en relación al ejército independentista que en Cuba fue llamado: “Ejército Mambí”.

2   Llamado así por Gerardo Machado, quien fuera presidente de la República en la década de los treinta del pasado siglo y cuya pretensión de perpetuarse en el poder dio lugar a una Revolución en su contra.

Dedico este estudio introductorio al desarrollo de las tres Constituciones mencionadas, con sus avatares, teniendo en cuenta el contexto republicano tripartita previamente señalado. Analizo también otros textos constitucionales que dan lugar a reformas o son consecuencia de las tres cartas magnas a que he hecho referencia. Éstos son: la Ley de Reforma Constitucional de 1928 en tiempos de la dictadura de Gerardo Machado; los Estatutos Constitucionales de Ramón Grau San Martín, en 1933, la Ley Constitucional de 1952 y la Reforma Constitucional de 1956, ratificada en 1957, ambas durante la dictadura de Fulgencio Batista; la Ley Fundamental castrista de 1959 y las reformas constitucionales de 1992 y 2002 a la Constitución comunista de 1976.

Asimismo, para la elaboración de esta introducción de carácter histórico, me he basado principalmente en textos impresos.4

 

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