Esta es quizás la pregunta más común con que nos hemos encontrado los que difundimos la idea de restituir nuestra Constitución de 1940, una pregunta a la que todos debemos responder sin dejar margen a dudas, pues de esa respuesta depende, en mayor medida, que logremos mobilizar al pueblo en el menor tiempo posible.
Lo básico es comprender dos preguntas: ¿qué es una Constitución? y ¿cuál es su relación el pueblo, y con el Estado y sus instituciones?
Comencemos por entender qué es el Estado o Nación. Para hacerlo fácil definamos el Estado a través 3 componentes esenciales.
- El territorio. Un Estado está localizado en una zona geográfica.
- El pueblo o nación que habita esa zona geográfica, el cual está unido por una misma religión y cultura.
- Un documento constitutivo, es decir una Constitución, que no es más que un contrato que crean los habitantes de ese pueblo, en el cual deciden como se organizarán, que instituciones crearán y bajo cuales reglas o leyes. De este documento devienen también las formas de producción y distribución.
Como ven una constitución permite a un pueblo existir en paz, con orden, define los límites del territorio, el idioma, la bandera y otros símbolos. Es el contrato de vida de un pueblo, en el sentido literal de la palabra.
Bien, una vez que el pueblo redacta y aprueba este contrato o Constitución, se organiza el Estado y la sociedad echa a andar.
Hay dos cosas importantes para una existencia en sociedad con paz y prosperidad.
- Que la Constitución sea soberana, o sea aprobada por el pueblo(para garantizar sus intereses)
- Que el pueblo la respete y vele por ella como de algo sagrado.
La formación del Estado territorio a dia de hoy, es resultado del devenir de la historia, que ubica en una zona geográfica concreta, a un grupo humano determinado, en el cual predomina un mismo idioma, una misma religión y una misma cultura.
Un pueblo no es simplemente una generación o las generaciones actuales, un pueblo existe desde su fundación y lo forman todas sus generaciones pasadas y presentes. Entonces ¿Cómo esas generaciones que ya no existen forman parte de nuestro pueblo? ¿Cómo alguien que no está aún puede participar de nuestras decisiones?
Esto nace del respeto a la ley, la cual se hace para regular eventos futuros. Cuando encuentres una ley recuerda que fue hecha por alguien ayer para que fuese respetada hoy.
De esta manera, a través de las leyes tenemos sentados con nosotros a todos los cubanos desde 1901, desde la primera constitución de la República. No estamos solos.
Ya podemos entender que sin la Constitución de 1940, que a su vez es una reforma de la de 1901, perderíamos todo contacto con la historia, estaríamos ignorando todo el trabajo civico de los primeros 51 años de existencia de la República.
Luego entonces ¿Por qué no he hablado de las constituciones castristas? Porque no se hicieron a partir de la Constitución de 1940 y sin respetar las decisiones de los cubanos de entonces y que vienen reguladas en los articulos 285 y 286 de aquel Pacto Social de 1940, según el cual se puede reformar, pero no hacer una nueva. Puede cambiar el nombre si la reforma es grande, como ocurrió en 1940, puede incluso cambiar el nombre por fuerza de la costumbre, pero no puedes volver a hacer la Constitución desde cero pues correria peligro la conexión con la historia y la cultura pasadas de la nación.
Es decir las constituciones castristas no son legítimas de origen, además no fueron hechas con representación del pueblo (carecen de soberanía). Son reglamentos disciplinarios que no permiten a pueblo controlar al Estado y su poder. Cosa que si lo permite la Constitución de 1940. Esta diferencia es resultada de la presencia o no del poder soberano durante la elaboración y aprobación de la Ley.
Bien, ahora como usar la Constitución de 1940 en la lucha por su propia Restitución.
El conocimiento tiene consecuencias, es importante conocer todo lo explicado hasta ahora. Porque te conviertes en soberano, o sea comienzas a pensar y a opinar como un hombre dueño de sus derechos. Nadie puede darte derechos, porque son tuyos ya, los derechos no son algo que se pueda «dar». El derecho se respeta. Debes exigir que respeten tus derechos, no que te den derechos ya que tampoco te los han quitado, simplemente no te los respetan ni los protegen, como es función del Estado representado en sus instituciones y regulado en la Constitución. Esto último es importante entenderlo, ningún hombre podrá ser realmente libre si no se sabe dueño de sus derechos. Esta idea es la base del Estado de Derecho ya que permite al individuo controlar los excesos de poder de las instituciones del Estado. Cuando se abandona este principio de origen soberano de la Ley, la soberanía popular puede ser usurpada, ya que es el Estado como institución quien tiene el monopolio de la violencia.
La forma de evitar este sometimiento es la Constitución. Aun cuando no esté en uso, la dictadura se mide mucho cuando se trata de la Constitución de 1940. Por eso es importante la difusión de la idea de que es la única legítima, Batista dio un golpe de Estado, resultando en la usurpación de la soberanía y Fidel logró el apoyo del pueblo porque prometió y hasta firmó en documentos que la restituiría.
Acción # 1
Difusión de la idea de que nuestra Constitución legítima es la de 1940.
Acción # 2
Desaprender. El poder de la dictadura de basa en la estructuración de la historia de tal manera que su existencia parece una gesta salvadora. Aunque realmente haya resultado peor el remedio que la enfermedad. No era necesaria en Cuba una revolución, de hecho no hubo una revolución, al menos no en 1959. Ni Fidel ni nadie pudieron derrotar a un ejército profesional de 73 mil hombres bien entrenados con sólo 600 o 1000 hombres sin entrenamiento y con pocas armas. Es decir, no solo son unos ilegales, son unos farsantes y unos favorecidos por alguien. Alguien que orquestó el Golpe Militar del 10 de marzo de 1952, la huida inexplicable del Presidente constitucional, quien había recibido el apoyo de la mayor parte del ejercito constitucional y de todo el pueblo, alguien que organizó más tarde el golpe mediático del Moncada, alguien que mós tarde no permitió a Batista luchar contra Fidel, obligándolo, tal como hizo con el Presidente Prio en 1952, a abandonar Cuba sin enfrentar a los rebeldes, la madrugada del primero de enero de 1959.
La dictadura que oprime al pueblo existe sobre todo, porque tiene la cooperación del mismo pueblo. En ese sentido se dice que el pueblo es su propia dictadura. Poe eso hay que comenzar a derrotar ese régimen de poder desde abajo, desde los sectores más alejados, el barrio, la cuadra. Hay que enfrentar primero a los castristas sin escolta, los de a pie, al chivato o cooperante, sea que lo haga conscientemente o por ignorancia.
Esta lucha contra el chivato, contra el vecino «comunista» se basa en todo lo que les expliqué antes, no se hace por odio, ni por venganza sino para dejar a la dictadura sin cómplices. En todo el proceso se requiere discreción. La difusión del conocimiento de la historia no está prohibida, pero los usurpadores de la soberanía popular no son tontos. Aunque no es ilegal, se debe avanzar lo más posible antes de ser advertidos. En Cuba hay algo a lo que le llaman «estado de opinión», hay que lograr el estado de opinión de que se debe restituir la Constitución. Que se murmulle, que se hable en las colas.
Las fuerzas armadas.
No podremos derrotar a la tiranía con un pueblo bruto, puesto que es el pueblo el artífice principal de esa derrota. Lo primero es educar al pueblo, un pueblo sin educación, un pueblo que no sepa la verdad no tomará las decisiones correctas, como sería por ejemplo, seguir al líder equivocado, responder a la causa equivocada. Por eso hay que ser persistentes y hasta dogmáticos con la Constitución, es anterior a todos nosotros, es anterior a ese poder tiranico, no pueden defenderse de ella. La Constitución de 1940 es para la tiranía de la Habana como la cruz para los espíritus malignos.
Las Fuerzas Armadas han puesto su lealtad del lado de los usurpadores. El reto es lograr que esa lealtad regrese a donde pertenece por naturaleza, al lado del pueblo. Eso solo es posible cuando el pueblo despierte y abrace su constitución soberana, cuando el pueblo demuestre, con valor y sabiduría que está resuelto a derrotar la dictadura e imponer la Ley legítima. No tenemos que poner nuestra mirada en modelos extranjerizantes de lucha, nuestra nación es fuente creadora de sabiduría, si supimos hacer y aprobar la Constitución más avanzada de estos tiempos modernos, sabremos, sin lugar a dudas de ninguna índole, imponerla por sobre cualesquiera que hayan sido los poderes involucrados en el crimen de usurpacion de la soberanía popular. La tarea ante cada constitucionalista es difundir y defender la causa de lucha por La Restitución de la Constitución de 1940. Esta lucha habrá que llevarla hasta las últimas consecuencias. Evitar el derramamiento, una vez más, de la sangre de los mejores hijos de nuestra nación depende hoy de las fuerzas armadas, no solo las fuerzas militares, sino de todos los organismos armados de la nación. Su lealtad es al pueblo, a sus compañeros de estudio, a los viejos del barrio, a los niños que crecen hoy sin un futuro cierto. Nuestros militares han derramado su sangre en cada rincón de este mundo, la mayor parte de las veces injustamente. Es hora de que cada miembro de un cuerpo armado, ya sea de inteligencia, de orden interior o de defensa de la integridad territorial de nuestra nación, se ponga del lado del pueblo y su Constitución Legítima. Entonces y solo entonces la Patria ha de contemplarlos con orgullo.
¡Patria y Libertad!
¡Viva la Constitución de 1940!
Fuente:
Versión en Telegraph