La Conspiración Cubana
- Parte I – Fidel Castro y el CFR
- Parte II – Fidel Castro y los Rockefeller
- Parte III – Los Rockefeller
- Parte IV – Los Rothschild
- Parte V – Los Rothschild y el Banco Central de Norteamérica
- Parte VI – Rockefeller + Rothschild = Reserva Federal
- Parte VII – David Rockefeller y la Reserva Federal
- Parte VIII – El Council on Foreign Relations (CFR)
- Parte IX – El Caso Wieland (I)
- Parte X – El Caso Wieland (II)
La larga y profunda amistad que une a David Rockefeller -y a varios miembros de su familia- con Fidel Castro no tendría mayor importancia si aquel no fuera una de las personalidades más influyentes y poderosas del mundo.
El poder de David Rockefeller no sólo proviene de su ascendencia sobre las organizaciones más importantes del mundo como el mencionado CFR, el grupo Bilderberg, la Comisión trilateral, la Reserva federal de EE.UU., el Banco mundial, el Fondo financiero internacional, El Council of the Americas y otras casi cuarenta organizaciones de jerarquía planetaria.
El verdadero poder de David reside en su carácter de cabeza de la familia Rockefeller, obtenido tras la muerte de sus hermanos mayores, quienes, a su vez, la heredaron de su padre, John D. Rockefeller Junior.
Sin embargo, Junior, a pesar de la descomunal fortuna que le legó su progenitor, John D. Rockefeller padre, como vimos en el artículo precedente, no accedió al verdadero poder económico y político mundial hasta que estableció la alianza con la casa de los Rothschild.
En los últimos cien años, han surgido muchísimas especulaciones sobre la conspiración para obtener el poder mundial por parte de la banca internacional en general, de la banca judía en particular y de la casa de los Rothschild en específico. Muchas de las mismas no sólo son traídas malamente de los pelos sino que alcanzan el más completo absurdo.
Sin embargo, existen multitud hechos documentados -y sistemáticamente ocultados- que demuestran que la mano y el dinero de los Rothschild han estado detrás de una parte importante de los acontecimientos históricos que han configurado las relaciones internacionales en los últimos doscientos años.
En realidad, la banca -en especial, la judía- adquiere su ascendencia en Europa a principios del pasado milenio por necesidad de las casas monárquicas de implantar su poder a costa de la anárquica nobleza.
Gracias a su alianza con la banca, las casas reinantes europeas pudieron crear ejércitos profesionales (mercenarios) y la burocracia necesaria para la formación de sus respectivas naciones y estabilizar económica, política y socialmente territorios anteriormente a merced del albedrío de los barones.
Las casas reinantes europeas se deshicieron de los nobles más caóticos y rebeldes, enviándolos tras la quimera de las cruzadas, en contubernio con el Vaticano, claro está.
Los sobrevivientes, al regreso de sus incursiones a la Tierra santa, encontraron que su antiguo mundo había desaparecido bajo el dominio de las familias monárquicas, la Iglesia, la banca y el comercio. Y, los que, gracias a sus aventuras bélicas, adquirieron cierto poder, como la orden de los templarios, fueron simplemente barridos de la faz de la tierra. Fin del cuento y del Medioevo.
Los Rothschild llegaron a esta historia mucho después de la alianza entre las casas gobernantes europeas y la banca judía. Esta era una familia judía más, que, a mediados del siglo XVIII, sufría la segregación propia del ghetto de Frankfurt del Meno, dedicándose al comercio numismático.
Todo cambió en el momento en que príncipe elector Guillermo I de Hesse se convirtió en cliente de Meyer Amschel Rothschild. [1]
Guillermo I comprendió de inmediato el talento de Meyer Amschel para los negocios y lo puso al frente de la recaudación de impuestos y otras de sus empresas.
Meyer Amschel construyó las bases de su fortuna de una manera muy simple. Desvió hacia sus bolsillos buenas tajadas de las mesnadas de los mercenarios hesianos que Guillermo había alquilado a los ingleses para su guerra contra las milicias coloniales norteamericanas.[1]
Es posible que la acción de Meyer Amschel ayudara al triunfo de Washington en su cruce del Delware, al encontrarse con tropas alemanas bastante disgustadas. Para colmo, el jefe de estas -quizá en protesta por el escamoteo de sus honorarios- se tomó todo el tiempo del mundo para vestirse y empolvarse antes de ponerse con desgano al frente de sus hombres, cuando ya la batalla se decidía a favor de los coloniales. Washington bien pudo así obtener la primera victoria tras una larga carrera de general en desgracia. [2]
Meyer Amschel rápidamente comprendió que prestarles dinero a los gobiernos era mucho más rentable que a ciudadanos o negocios privados. Y, a ello, dedicó toda su carrera.
«Dadme el control de la moneda de una nación y no me importará quién haga las leyes», había dicho lapidariamente el fundador de la casa de los Rothschild.
Para lograr sus objetivos, Mayer Amschel educó cuidadosamente a sus cinco hijos y los envió desde su natal Frankfurt a los centros económicos cardinales de Europa.
El objetivo de Mayer Amschel era que cada uno fundara una nueva rama de la casa de los Rothschild y que el poder quedara dentro de esta, promoviendo matrimonios exclusivamente endogámicos.
Varias de las ramas de los Rothschild naufragaron en medio de las tormentas políticas y económicas de la Europa decimonónica. No obstante, tres de las casas –la británica, la austríaca y la francesa- lograron sus objetivos con creces y llegaron a controlar la economía no sólo de esos países sino de Europa y el mundo.
La historia de cómo los Rothschild dominaron la banca inglesa es más que representativa.
Al atardecer del día de la batalla de Waterloo, cuando la suerte de Bonaparte estaba echada, un agente de Nathan Rothschild, reventando caballos y pagando desmesuradas sumas por pasajes terrestres y marítimos, hizo llegar la información a su amo horas antes de saberse oficialmente en Londres. [3]
Único poseedor de la noticia de la victoria de Wellington, Nathan hizo creer lo contrario a los corredores de acciones británicos al vender apresuradamente sus bonos de la corona británica. Ello creó pánico en la bolsa de valores de Londres y todos los corredores vendieron sus bonos a precios irrisorios.
Nathan, tras bambalinas, compró todos los bonos de su majestad a disposición en el mercado. Cuando se supo la verdad sobre la derrota de Napoleón, los bonos del gobierno inglés adquirieron un valor incalculable. Así, Nathan Rothschild multiplicó cientos de veces su ya colosal fortuna y obtuvo el control de la economía británica y las finanzas del gobierno de su Majestad.
Por su parte, la casa francesa de los Rothschild, encabezada por Jacob Mayer, no sólo financió a Napoleón Bonaparte, quien les dio el monopolio sobre la venta de bonos de su gobierno, sino también la casa de Orleans -financiando el ascenso de Luis Felipe tras la derrota del corso-, así como las casas reinantes de Bélgica y Austria. [4]
La rama Rothschild de Francia controlaba, además, el transporte ferroviario y marítimo entre Inglaterra y Francia, la industria vinatera francesa y la explotación petrolera de Bakú. Para el transporte de esta, crearon una flota de buques tanqueros de la cual se abastecía de petróleo la Royal Dutch Shell de su majestad británica. [5]
Tal ha sido la influencia de las tres ramas familiares de los Rothschild para las casas reinantes europeas que todas disfrutan de títulos nobiliarios.
Desde el surgimiento de su casa, los Rothschild han seguido la estrategia de financiar y controlar los diversos bandos en todos los conflictos de importancia.
Al estallar la guerra de secesión norteamericana, los intereses de los Rothschild estaban tanto en el norte como en el sur. [6]
Durante la guerra franco prusiana los Rothschild no sólo financiaron tanto a Napoleón III como al Káiser sino que hicieron la mayor transacción de la historia al financiar la indemnización solicitada por la vencedora Alemania a Francia. [7]
Uno de los Rothschild fue «casualmente» testigo ocular del estallido del acorazado Maine en la Habana en 1898. Más aún, al testificar ante una corte norteamericana, fue el creador de la teoría de que la explosión había sido intencional. Ello provocará la guerra hispano cubano americana e inaugurará la vocación de EE.UU. de potencia mundial. De más está decir que los Rothschild tenían grandes intereses tanto en las finanzas de la corona española como del gobierno norteamericano. [8]
Década y media más tarde, mientras los soldados se masacraban en las trincheras de la primera guerra mundial, los Rothschild respaldaban tanto al káiser alemán como a sus enemigos, los ejércitos aliados.
La guerra civil rusa, tendrá a los Rothschild ocupados en las finanzas tanto de los bolcheviques como de los ejércitos «blancos». De hecho, Vladimir Ilich Ulianov, alias Lenin, y los máximos líderes del Politburó ruso fueron agentes de los Rothschild, quienes sufragaron el pasaje desde Suiza a San Petersburgo en aquel famoso tren sellado, con el asalto al Palacio de invierno como bonificación. [9]
El capital de los Rothschild estuvo tras la creación del Bank For International Settlements (BIS) de Suiza, que ayudó a financiar la industrialización, sobre todo armamentista, de la Alemania nazi y mantuvo fluyendo los capitales de Berlín a Londres y New York, y viceversa antes, durante y después de la segunda guerra mundial. [10]
Los Rothschild costearon la expansión colonial británica y francesa. Propiciaron la compra del Canal de Suez por Inglaterra a Francia, pagaron por la exploración de petróleo en Rusia y en el Sahara, financiaron las monarquías de los zares de Rusia, los Habsburgo en casi toda Europa occidental y la casa de Windsor en Inglaterra. Apoyaron las operaciones diamantíferas de Cecil Rhodes en Sudáfrica y Rhodesia, y salvaron al Vaticano de la bancarrota. En la actualidad, el Vaticano guarda sus colosales reservas de oro en los bancos de los Rothschild. [11]
En los EE.UU., a través de sus agentes americanos y europeos, apoyaron a la Standard Oil de Rockefeller, el monopolio metalúrgico de Carnegie y los ferrocarriles de Harriman.
Los Rothschild fueron, en fin, el poder real tras la fundación del estado de Israel.
Actualmente, se dice que el centro de gobierno mundial de los Rothschild se encuentra en la City de Londres, una ciudad autónoma como el Vaticano dentro de la capital británica que no está subordinada a la corona ni al parlamento inglés.
La City es la sede del Banco de Inglaterra, la Bolsa londinense y las principales empresas financieras del mundo. [11]
Esta ha sido una muy somera contabilidad de la influencia de la casa de los Rothschild en los asuntos mundiales durante los últimos 200 años. Estos fueron los poderosos aliados de John D. Rockefeller Junior, el padre del actual cabeza de familia David Rockefeller. Con esta fuerza, los Rockefeller se lanzaron a dominar la economía y el gobierno norteamericano, y, por lo tanto mundial.
En la amplísima agenda de los Rockefeller (y, por tanto, de los Rothschild) , Fidel Castro tendrá, como veremos, un destacado papel.
Octavio Guerra Royo
Nacido en La Habana, Cuba. Estudió Electrónica, Lingüística Literatura, Filosofía, Dirección de Tv y Guionista. Ha trabajado como técnico de aviación, periodista, traductor y editor. También ha sido profesor de Lingüística y Filosofía. Actualmente reside en Miami.
Sitio Web: http://www.octavioguerra.com/
Referencias
[1] The Rise of the House of Rothschild by COUNT EGON CAESAR CORTI. P 11 http://www.bibliotecapleyades.net/archivos_pdf/rise_houserothschild.pdf
[2] Colonel Johann Gottlieb Rall Guilty of Tactical Negligence or Guiltless Circumstances? by Donald N. Moran http://www.revolutionarywararchives.org/rall.html
[3] The Rise of the House of Rothschild by COUNT EGON CAESAR CORTI. P 159 http://www.bibliotecapleyades.net/archivos_pdf/rise_houserothschild.pdf
[4] The Rise of the House of Rothschild by COUNT EGON CAESAR CORTI. P 121, 134, http://www.bibliotecapleyades.net/archivos_pdf/rise_houserothschild.pdf
[5] http://en.wikipedia.org/wiki/Rothschild_banking_family_of_France
[7] http://www.businessweek.com/1999/99_49/b3658091.htm. Making Money from War–and Peace, Too; summary of the book THE HOUSE OF ROTHSCHILD The World’s Banker, 1849-1999 By Niall Ferguson
[8] http://query.nytimes.com/mem/archive-free/pdf?res=F20C1FF63F5D12738DDDA00894DD405B898CF1D3
[10] Hitler’s Banker Friends Creators of a Central bank for Central Banks http://www.thechristiansolution.com/doc2009/269_HitlerBank.html
[11] Ring of Power – Empire of the City – 4,000 Years of Suppressed History http://conspiracyrealitytv.com/ring-of-power-empire-of-the-city-4000-years-of-suppressed-history/
Fuente
Escuela Habana – LA CONSPIRACIÓN CUBANA (CUATRO) LOS ROTHSCHILD