Texto Completo de esta Nueva Visión
Es usual que cuando se estudian las razones de un golpe de estado uno encuentre excusas tales como profundas crisis económicas, falta de liderazgo político, corrupción fuera de control, situación deplorable dentro de las fuerzas armadas, peligro de fraude electoral, amenazas comunistas etc. etc. atendiendo a esos elementos uno puede explicar sin mucha dificultades cualquier golpe de estado, sin importar en cual latitud del mundo este haya ocurrido.
Atendiendo a lo antes expuesto he tratado de encontrar las razones del golpe de estado del 10 de marzo de 1952 contra el poder constitucional de la República de Cuba. Resulta interesante constatar que ninguna de las razones antes expuestas estuvieron presentes en la vida de la nación cubana en los tiempos que precedieron a este lamentable hecho histórico.
A partir de esta realidad me tracé otra línea investigativa, la cual se basa en una pregunta inusual, que tal si intentamos explicarlo todo desde la posición inversa, o sea vamos a suponer que las razones del golpe militar fueron precisamente las opuestas, a saber; un superávit económico, un liderazgo político saludable, un marcado decrecimiento de la corrupción, unas fuerzas armadas bien preparadas, y los comunistas bajo control. Si esas fueron las razones, y lo planteo porque esa era exactamente la situación, entonces ¿a qué intereses respondió aquel golpe de estado? Podríamos suponer que a la ambición de Batista, o a su carácter o su ego. Pero no me inclino por esa respuesta, pues Batista quien hacia 1944 amasaba una fortuna, hizo una entrega limpia del poder en esa ocasión y se retira a vivir fuera de Cuba, aun cuando algunos sectores militares le sugirieran un golpe, que rechaza categóricamente. Lo anteriormente expuesto implica que la prosperidad de nuestra Cuba estaría afectando intereses foráneos que tuvieron la capacidad de influir en los mandos de nuestras Fuerzas Armadas, que fueron en definitivas quienes ejecutaron el Golpe.
Es entonces significativo señalar que el ejército de la República en gran parte había sido entrenado en las academias militares de EEUU y pertrechado por este país atendiendo al Programa de Ayuda Militar (MAP por sus siglas en inglés), dicho programa también incluía la Marina de Guerra y la Aviación Militar. Esta situación permite suponer que los mandos de nuestras fuerzas armadas podían estar penetrados por la inteligencia norteamericana, lo que entonces no implicaba un gran peligro, ya que se trataba de un aliado y se podía decir que éramos el estado no reconocido de la Unión Americana. Partiendo de esta hipótesis, o sea de que nuestro ejército constitucional fue inducido, o de forma explícita, requerido de ejecutar aquel Golpe, pues toca analizar cómo podía afectar el bienestar económico de nuestra pequeña isla a una economía tan poderosa.
Comencemos por analizar la situación económica del tercer Gobierno democrático y su posible relación con los intereses de EEUU. Prio había heredado una realidad económica difícil como resultado de los ajustes de post guerra. A pesar de eso en 1949 se logra reducir el costo de los alquileres urbanos y se suspenden los desahucios de campesinos precaristas, lo que creó garantías para la intensificación de los cultivos. También se dictaron decretos para proteger las industrias existentes y crear otras nuevas. Un moderado nacionalismo económico facilitó la creación de diversas empresas industriales en todo el país, además de nuevos cultivos, especialmente arroz y los vegetales y frutas destinados a las conservas de exportación y de consumo nacional. Todo esto significó la creación de numerosos empleos en muchos de los cuales la fuerza técnica surgía sobre la marcha. Todo este progreso no perjudicó en lo absoluto a las empresas e industrias ya existentes.
Se introducen reformas estructurales de carácter fundamental en la industria azucarera. También presentaban un cuadro alentador el tabaco, el café, las fábricas de tejido y de calzado, la industria de conservas alimenticias, la pesca y la construcción. Ante la posibilidad de desmantelamiento de la industria del níquel, ésta fue comprada por capitalistas cubanos y norteamericanos, quienes incrementaron los niveles productivos del metal. Algo similar ocurrió con la Minas de Matahambre en Pinar del Rio. Los presupuestos de ingresos del Estado aumentaron en este periodo de $229.587.000 a $327.534.000 con un modesto pero constante superávit. En 1948 se crea el Banco Nacional de Cuba que permite tomar control sobre nuestra moneda. En 1950 el banco de Fomento Agrícola e Industrial de Cuba.
La situación económica de nuestro país había mejorado a ojos vista. Se desarrolló un crédito público y la nación contó con recursos para liquidar la última erogación en favor de los veteranos de las Guerras de Independencia y de sus familiares. Hacia 1952 el total de préstamos e inversiones, así como de depósitos, de los bancos cubanos superaba al de los bancos extranjeros que funcionaban en Cuba.
En 1949 la Tesorería General de la República, a punto de entregar sus depósitos al Banco Nacional de Cuba informó que tenía 207 toneladas de oro y 2000 toneladas de plata, además de 75 millones en dólares y 5 millones de certificados de plata.
Todo este auge económico provocó preocupación y en ocasiones quejas por parte del Gobierno Norteamericano ya que se restringen las exportaciones de ese país hacia la isla, como fue el caso de la queja por la restricción de Cuba a sus productos textiles motivo del desarrollo de nuestra propia industria, ese también fue el caso por la construcción del Molino de Regla entre otros, que sustituían importaciones del vecino del norte. Tanta fue la preocupación por el auge de nuestra economía que el 12 de octubre del 1949 en debate del Senado americano en torno a la Ley Azucarera; Fulbright ataca el proyecto de ley e informa al Senado que Cuba adquirió arroz por 43 millones de dólares, o sea una tercera parte de la producción americana y que los turistas cubanos dejaban en la Florida $70 millones en un año, o sea el monto de su cosecha de cítricos.
Por otro lado destruir todo ese progreso en un corto periodo de tiempo, en un país cuya Constitución favorecía su enriquecimiento vertiginoso, se presentaba legalmente imposible. Esta pudiera haber sido la razón por la que Batista ejecuta «su» golpe de estado para ser reconocido unas dos semanas después como gobierno legítimo de Cuba. ¿Era Batista consciente de los planes a largo plazo de sus mentores del norte? Me inclino a creer que no, pues su gestión como tirano en el poder siguió mejorando los ya favorables indicadores del Gobierno depuesto. Creo que su gobierno sirvió para crear el falso paradigma de la lucha armada, que de facto fue la primera manipulación de la conciencia social del cubano, que desenfocó su cultura cívica del paradigma constitucional. En esto jugó un gran papel el asalto al segundo Cuartel más importante del país, el Cuartel Moncada, este hecho crea en la política cubana la figura del héroe joven y justiciero que enfrenta al villano poderoso y cruel. También como consecuencia de este asalto armado a la fortaleza militar se acuña en la mentalidad de la oposición la idea de que aquello se resolvía «a plomo». Este falso paradigma nos persigue hasta el día de hoy. Entonces ¿Cuál era el rol de Batista en la destrucción de nuestra nación? ¿por qué permitirle desarrollar más el país? y sobre todo ¿por qué permitir una nación socialista tan cerca de los EEUU? En realidad son preguntas muy fáciles de responder.
Primero resultaba increíble presentar a Batista, quien había gobernado el país de forma impecable durante su presidencia de 1940 a 1944 como un gobernante incapaz, pero si era creíble presentarlo como un ambicioso del poder, porque el hombre lo era, o en todo caso así se asume hasta día de hoy. Lo primero era violentar la Constitución de 1940, y re direccionar el civismo cubano hacia el paradigma de la lucha armada, lo segundo era crear el falso peligro del comunismo, muy necesario para desviar la atención del carácter constitucionalista de la lucha. Se prohíbe el Partido Comunista y se crea el Buro de Represión de Actividades Anticomunistas o BRAC, cuando en realidad la lucha del pueblo era por la restitución de su Constitución soberana. Batista no podía ser el destructor del progreso, ese destructor debía ser un comunista, nadie iba a creer que un liberal amante de la propiedad privada y el libre mercado arruinaría una de las 30 mejores economías del mundo. Esto debía hacerlo un comunista, por supuesto hacerlo en nombre del sistema socialista. Para eso la persona perfecta era Fidel Castro, su formación jesuita y tener un hermano comunista hacía de él un candidato creíble hacia una supuesta evolución del joven demócrata y revolucionario a las ideas socialistas. Así es que el departamento de Estado que ya desde 1947 venia estructurando la figura del «gran líder comunista» condiciona y facilita su subida al poder, reconociendo su gobierno ilegal en apenas 7 días, o sea la mitad de lo que demoró en reconocer a Batista. Este apuro se debió a que Fidel y su grupo revolucionario no era la única fuerza rebelde luchando por restituir la Constitución, y si alguno diferente del M/26/7 tomaba una porción importante del poder este podía terminar cumpliendo los requisitos constitucionales y revivir en el pueblo el espíritu de la República.
Con el triunfo de la revolución en 1959 Fidel Castro se encontraba por segunda vez a punto de dar un nuevo empujón a la guerra fría, ya lo había hecho en 1948 con el Bogotazo, pero en esta ocasión el show sería una obra maestra, las nacionalizaciones, los fusilamientos al más clásico estilo estalinista, Playa Girón y por último la Crisis del Caribe colocaron a Cuba como un camarada de confianza de la comunidad socialista, al tiempo que el pueblo quedaba enceguecido por la deslumbrante sucesión de hechos trascendentales que resonaban en todo el mundo. Así comenzaba la destrucción de una nación prospera, la desaparición del estilo cubano de vida (cuban way of live) en favor de la supervivencia del american way of live. Eso si, el comunismo quedaba como único responsable.
La restitución de nuestra Constitución Soberana se presenta como un punto final a esa traición, es la actitud rebelde de una nación que no se deja asfixiar por los intereses globalitas que la han sumido en una pobreza humillante y ha creado unos de los exilios más largos y numerosos que ha conocido la historia de la humanidad.
Espero que este breve escrito haya ayudado a entender a los exiliados su exilio, a los confinados en la isla su confinamiento, a las familias separadas su dolor. La única e irreversible solución a esos tres males que destruyen nuestra nación, es la restitución incondicional y urgente de la Constitución Soberana de la República de Cuba, nuestra Constitución de 1940.
Autor: Gustavo Vigoa
Referencias
Todos los datos estadísticos han sido tomados de:
— LA ENCICLOPEDIA DE CUBA. Gobiernos Republicanos: Carlos Prio Socarrás.
[1] Facebook – Gustavo Vigoa: Hablando con Cuba
Naybi Hernández
Sr. Vigoa, su interpretación del Golpe de Estado de Batista responde muy coherentemente y analíticamente a dos preguntas de las plateadas: 1-¿Cuál era el rol de Batista en la destrucción de nuestra nación? 2-¿por qué permitirle desarrollar más el país? Pero la tercera pregunta :
¿por qué permitir una nación socialista tan cerca de los EEUU?
considero no fue abordada con la rigurosidad de las anteriores. Sin embargo, usted mismo reconoce su importancia al separarla de las otras. Me gustaría saber si opinión. Gracias.