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Eduardo Chibás denuncia amenazas de los comunistas a Delegados de la Convención Constituyente de 1940

Eduardo Chibás

Desde que surgió el MovimientoC40 se ha estado endilgándole el epíteto de comunista a la Constitución de 1940. Detrás de este proceder se esconden siempre intereses oscuros que se aprovechan del desconocimiento cívico generalizado de los cubanos.

Estos detractores siempre parten del hecho de que en la Convención Constituyente de 1940 había seis delegados del Partido Unión Revolucionaria Comunista. Es por ello que queremos traerle una transcripción parcial de una de las sesiones de la Constituyente para que pueda juzgar, por usted mismo, lo que pudieron hacer esos seis delegados.

Convención Constituyente – Trigésima Sesión – 6 de mayo de 1940

Nota: La transcripción que sigue a continuación ha sido realizada de manera automática con software de reconocimiento óptico de caracteres, por lo que la misma puede presentar algunos errores.

SR. PRESIDENTE (MARTÍNEZ SAENZ): Tiene la palabra el señor Chibásque la había solicitado para una cuestión incidental.

SR. CHIBÁS (EDUARDO): Señor Presidente y señores Delegados: Yo quiero hablar esta noche, no en defensa de la dignidad de esta Asamblea Constituyente, de la dignidad de la investidura convencional, que está siendo ultrajada reiteradamente en las afueras de este Capitolio, y, además, quiero ha cerio en defensa de la policía del Capitolio, sobre la cual he oldo ciertos comentarios de los cuales no es ella acreedora en ningún sentido…

Porque, si bien es cierto que en la tarde de ayer, al salir de esta Asamblea Constituyente, había situada en la puerta una claque perteneciente a de terminado Partido Político de esta Asamblea, dis puesta a atacar y a insultar a los Delegados que no aceptaran de una manera sum sumisa y de una manera incondicional todas las enmiendas planteadas por esa delegación, yo quiero decir que, si no intervine en ese incidente la policía del Capitolio, fué porque, antes de salir, al avistar esa claque, que no era integrada precisamente por elementos de nuestra tierra, sino en su inmensa mayoría por elementos extranjeros, yo le pedía esa policía del Capitolio, que, bajo ningún concepto, pasara lo que pasara, abandonara el edificio del Capitolio, y, por lo tanto, si esta policía no intervino en el incidente que se suscitó, fué, precisamente, a petición expresa del D legade que habla.

Y yo quería medir hasta donde llegaba la agresividad  de esa claque extranjera, situada continua- mente fuera de las puertas capitolinas para insultar los Delegados que no votan sumisamente las enmiendas de determinado Partido, y por eso quise salir sin policía ninguna, absolutamente solo, sin ningún amigo a mi lado, y así salí y fui para arriba de esa claque y atravesé toda la plazoleta que desde la puerta del Capitolio hasta la calle de Industria, aquella claque, que me gritaba mi «machadista” y :guerrillero», ¿qué cosa más curiosa: guerrillero machadista a mil…

Y quiénes eran, señores Delegados, los que me gritaban guerrillero y machadista… como pretendiendo ofenderme!… Seguramente ninguno de ellos se levantó durante el régimen de Machado para defender las libertades de nuestro pueblo amenazado: posiblemente no se encontraran en Cuba, y, si alguno se encontrara, no estoy seguro de que no figuraran en la «Porra» o en alguno de aquellos institutos de la dictadura reinante por aquella época.

Y esto es preciso terminarlo…

Y aquellos señores que se reúnen cincuenta, hasta cien, para hacerle agresión y para insultar a un hombre solo, cuantas veces me detuve en mi lento mino y me dirigía hacia ellos, aquellos cincuenta hombres, por cada paso que yo daba retrocedían tres… ¡Qué valientes señores los de esa claque!

SR. ALVAREZ GONZÁLEZ (RAFAEL): Me permite una interrupción…

Yo hice alusión a este asunto hoy, cuando empezó la sesión, porque me infundió un pavor extraordinario ver cómo le seguían tantos segadores, hacha en ristre, reclamando la cabeza del señor Chibás.

SR. CHIBÁS (EDUARDO): Yo le estoy muy agradecido, por la buena intención de todos aquellos señores que ayer pedían mi cabeza en la puerta del Capitolio…

Pero yo a ellos quería demostrarles, a estos Delegados y duros como ellos mismos se pintan… (Risas).

Y por eso fué que quise salirles a esos señores que me pedían la cabeza, solo, absolutamente solo, sin un amigo a mi lado, rogándole a la policía que n interviniera, para atravesar por entre ellos hasta la calle de Industria y coger el primer automóvil da alquiler que pasara por alli, porque el mío estaba por la calle de Prado,

Y así fué, en efecto.

Esto es inofensivos, completamente inofensivos son esos señores, que están acostumbrados, siempre, a retroceder, lo mismo aquí, en la plazoleta del Capitolio, que en otras tierras lejanas; es una costumbre inveterada de los señores pertenecientes a esta escuela; son expertos en la manera de retroceder y en la de insultar desde lejos…

Pero, como quiera que sea, esto va resultando ya un poco molesto y a esa extranjería insidiosa que se reúne para insultar a los Delegados de esta Convención a la salida del Capitolio, yo no he de hacerle cargo de ninguna clase; pero a los dirigentes de esa claque artificial, a esa sí yo quiero advertirle que se les ha de hacer responsables de los insultos o de las agresiones de que yo sea objeto por esa cla- que, en cualquier forma come sea agredido por ellos…. que no fué ayer, o el sábado por la tarde, la primera vez que fuera víctima de eses tipos cobardes y ruines! de una agresión

No es, a pesar de todo, lo más grave ese inciden- te; yo quiero denunciar a esta Constituyente otro hecho de mayor gravedad: esto si es muchísimo más serio que cualquier ligera perturbación del orden realizada por la claque comunista, y es el empeño que yo estoy viendo, señores Delegados, y esto es bueno tenerlo presente, para ir sembrando la disolución dentro de nuestras instituciones y de nuestra nacionalidad, cada vez que se presenta un momento preciso y oportuno para sembrar esa disolución dentro de la causa de la cubanidad.

Por eso nosotros vemos que una vez tras otra, cuestiones que tomadas sanamente pudieran parecer absolutamente inofensivas y productos del criterio personal de estos Delegados del Partido Comunista, cuadro las tomamos en conjunto empezamos a observar que quizás ello obedezca a un plan, a un plan perfectamente urdido, para ir disolviendo nuestras instituciones, para ir disolviendo y minando la cubanidad; y esto se hace con los pretextos más falsos, con los pretextos más absurdos, con las mayores mentiras, con las mayores calumnias. Así nosotros vemos que se esgrime algunas veces un problema religioso, otras veces un problema político, un problema social y en otras ocasiones el problema racial, y todo con una mira política, todo con una mira eminentemente disolvente, la de ir disolviendo la cubanidad en bandos distintos para provocar en esta tierra alguna conmoción propicia, porque quizás, en un próximo futuro ante el desarrollo de los acontecimientos internacionales en Europa.

Y quiero referirme de manera elara y de manera terminante a estos empeños de replantear el problema racial en una forma que es altamente lesiva precisamente a los intereses de esa casta que se pretende disolver, sin escamoteos para ella, a los mayores absurdos y a las mayores calumnias, porque ha habido organizaciones políticas que han dicho que yo soy un enemigo, un partidario de la discriminación racial y que en esta esfera me he pronunciado en contra de todo lo que sea combatir Ja discriminación tarial. Y eso es una calumnia, y eso es una mentira, y eso es un insulto a la inteligencia de las clases populares de mi país, porque hay un radio funcionando, y a pesar de eso toda vía se me hace esta acusación, cuando fué mía, es lo cierto, fué mía y no de ningún otro Delegado la enmienda que planteaba el prohibir la discriminan racial en nuestro país, y a pesar de eso se ha dicho en organizaciones políticas que yo soy contra rio a combatir o eliminar en mi país la discriminación racial. No. Ellos son los que están plantean do el problema racial con esas mentiras queriendo presentar a sus enemigos políticos, como enemigos de la raza de color, en unas oportunidades, como enemigos del proletariado, en otras oportunidades, como enemigos de Cuba en otras ocasiones, cuando es lo cierto que ellos son los efectivamente enemigos por su comportamiento y por la campaña demagógica que utilizan para hacer políticos. Ellos son los enemigos de la raza de color y los enemigos de la cubanidad, porque en el seno de las Co misiones ya lo veremos aquí cuando llegue el momento en esta Asamblea Constituyente ellos se han producido y se han pronunciado en favor de las Leyes nacionalistas, a ver si ellos no son los que combatieron en el pasado, son los que ahora la vienen a defender. Todo lo contrario. Esta delegación del Partido Co Comunista que viene aquí encubriendo su enmienda con un manto revoluciona rio, con un manto progresista, en realidad es la que representa la más monstruosa y reaccionaria de las enmiendas que en esta Constituyente se han presentado, y porque yo me levanté en contra de esa enmienda,  de esa enmienda reaccionaria se me dice a mi reaccionario y machadista.

SR. CORDERO (ROMARICO): Me permite una interrupción el señor Chibás, con la venia de la Presidencia?

SR. CHIBÁS (EDUARDO): Cuando yo termine

SR. CORDERO (ROMARICO): Me permite una interrupción el señor Chibás, con la venia de la Presidencia!

SR. PRESIDENTE (MARTÍNEZ SÁENZ): Tiene la palabra el señor Cordero.

SR. CORDERO (ROMÁRICO): El señor Chibáshace un momento pedía la palabra para cuestiones incidentales. El señor Chibás ha pronunciado una serie de injurias y palabras en cierta forma, hacienda un alarde de guapetonería…

SR. CHIBÁS (EDUARDO): De guapetonería no, guapetonería la de su claque en la calle.

SR. CORDERO (ROMARICO): El señor Chibás me permite que le aclare esta cuestión?

SR. CHIBÁS (EDUARDO): Puede hacerlo.

SR. CORDERO (ROMARICO): Decía el señor Chibás que cuando sale a la calle cada vez que iba a dar un paso atrás avanzaba él en la gran cubanidad al cierre de nuestra…

SR. PRESIDENTE (MARTÍNEZ SAENE): Señor Cordero, la Presidencia no permite que se ataque a ningún convencional.

SR. CORDERO (ROMAICO): Señor Presidente, al señor Chibás lo hemos dejado que dijera todo lo que pensaba y que se desahogara porque si no iba a re ventar.

SR. PRESIDENTE (MARTINEZ SAENZ): Ruego al señor Cordero que no pronuncie ciertas palabras.

SR. CORDERO (ROMARICO): Un momento, señor Presidente, me estoy refiriendo a las palabras pronunciadas por el señor Chibás.

SR. PRESIDENTS (MARTINES SAENZ): Es que al Reglamento debe aplicarse a todos por igual y esta Presidencia no permitiría ninguna referencia hecha en mala forma a algún convencional.

SR. ALVAREZ GONZÁLEZ (RAFAEL): Señor Presi dente, para una cuestión de orden. Si estos son los hombres que van a respetar la Constitución, más vale que no hagamos Constitución.

SR. PRESIDENTS (MARTINES SAENZ):: La Presidencia no permitirá que ningún otro señor Delegado se refiera a los señores Delegados del Partido Revolucionario Comunista en forma que no esté de acuerdo con el Reglamento. El señor Chibás, que yo sepa , no lo ha hecho. El señor Chibás ha cometido ninguna falta de respeto a ningún Delegado del Partido Unión Revolucionaria Comunista.

SR. CORDERO (ROMARICO): El señor Chibás ha referido a los Delegados del Partido Comunista.

SR. ROCA (BLAS): ¿Me permite la Presidencia una aclaración?

SR. PRESIDENTS (MARTINES SAENZ): Tiene la palabra el señor Roca.

SR. ROCA (BLAS): El señor Cordero, hombre de nuestro Partido y Delegado a la Asamblea Constituyente, campesino que no sabe decir las cosas enferma, sino llamando al pan, pan y al vino, vine, se levantó y pidió la palabra para contestar algunas alusiones. Desgraciadamente le cayó el Reglamento encima. Pero desgraciadamente al señor Chibás, quizás porque es universitario y sabe decir las cosas en una forma distinta no le cayó el Reglamento.

El señor Chibás refirió a la claque del Partido Comunista, y cuando se refería a algo más apuntaba a los que son Delegados del Partido Unión Revolucionaria Comunista, diciendo que eran los que disolvían la nacionalidad, los que encendían la guerra, y otras cosas más. A mí me parece que esas palabras, aunque dichas por un universitario son para levantar el ánimo de cualquiera y obligan a responder en una forma o en otra. A mi me paree que en estos casos también debía de caer el Reglamento…

SR. PRESIDENTS (MARTINES SAENZ): El señor Blas Roca pidió la palabra para contestar alusiones y lo que hace sa una interrupción.

SR. ROCA (BLAS): Es una interrupción. Le debía haber caído el Reglamento porque estaba diciendo cosas el señor Chibás en cualquier terreno habría que contestarlas.

SR. PRESIDENTS (MARTINES SAENZ): Yo suplico al señor Chibás que se ajuste en sus expresiones, en lo posible, al espíritu del Reglamento y al espíritu de cordialidad necesaria para la labor que estamos empeñados en realizar, que esta sea la Constitución para todos los cubanos y no con una división para todos los cubanos.

SR. MARINELLO (JUAN): Para contestar a una alusión, pido la palabra cuando termine el señor Chibás.

Yo quería…

(Murmullos en el salón).

SR. FERRARA (ORESTES): Creo que la Presidencia debe cortar este debate. Creo que la Presidencia debe considerarlo impropio. Se ha denunciado un hecho: La Presidencia tomará a su cargo las medidas necesarias para ponerle remedio al mismo. Yo creo que, per el honor de esta Asamblea, por honor de Cuba, por la cordialidad debe existir entre nosotros, no debemos seguir discutiendo este problema. Son asuntos que están fuera de esta Cámara. La Presidencia es la única qua puede tomar las medidas necesarias. Aquí todos somos Representantes del pueblo cubano. Tenemos tiempo para hacer esta Constitución…

SR. ROCA (BLAS): Para una sola interrupción.

SR. PRESIDENTS (MARTINES SAENZ): El señor Ferrara ha hecho una proposición.

SR. ROCA (BLAS): Insisto en que es para una pequeña interrupción.

SR. PRESIDENTS (MARTINES SAENZ): El señor Chibás planteaba una cuestión incidental, y creo que en bien de todos…

SR. MARINELLO (JUAN): (Interrumpiendo): Señor Presidente: De igual modo que se ha permitido al señor Ferrara, que goza de la autoridad que to dos le reconocemos, hacer observaciones sobre el asunto que se debate, yo pido, con igual derecho, se me permita a mí también hablar.

El señor Ferrara ha dicho que nos falta tiempo para hacer la labor esencial para la la que hemos v nido aquí; y yo le digo al señor Ferrara, que s pesar de que el tiempo es corto, el señor Chibás acaba de afirmar cosas que….

SR. PRESIDENTE (MATÍNEZ SÁENZ): Yo le ruego al señor Marinello…

SR. MARINELLO (JUAN): Él ha dicho cosas en la que, además de ser perfectamente injuriosas, son falsas, Y del mismo modo que se ha dado tiempo al señor Chibás para eso, debe dársenos a nosotros para ejercer el derecho elementalísimo de la defensa, defensa que, que tenga la seguridad el Convencional señor Ferrara, así como el señor Presidente, aunque no fuera más que para distinguirnos del señor Chibás, haría el Partido Unión Revolucionaria Comunista, con la reverencia, con el res peto que esta alfa Asamblea se merece.

SR. PRESIDENTS (MARTINES SAENZ): Está conforme la Asamblea con la solicitud del señor Ferrara….

SR. CHIBÁS (EDUARDO): No debía… (Murmullos en el salón, no se oye la frase).

SR. MARINELLO (JUAN): (Interrumpiendo): Señor Presidente: Con todo derecho y con toda energía pido que conste en el Acta de esta Sesión la pro testa del Partida Unión Revolucionaria Comunista, que ha sido agredido soezmente por el señor Chibás. Sin razón alguna se ha impedido a nuestro Partido la contestación correcta a esas afirmaciones incalificables, Pido que de ello quede constancia, como declaración de los Convencionales que hemos ni do agredidos, y que tenemos todo el derecho, quizás un poco más que el señor Chibás, para hablar en esta ocasión. Nosotros nos disponíamos a precisar con serenidad nuestra postura ante los hechos a que el señor Chibás se ha referido. El señor Chibás sólo ha planteado esas mezquinas, absurdas y mentirosas. A él se ha permitido un largo turno; a nosotros ni una palabra. Quede de nuevo constancia de nuestra protesta.

SR. PRESIDENTS (MARTINES SAENZ): El señor Casanova habla pedido la palabra, Tiene la palabra el señor Casanova.

SR. CASANOVA (JOSÉ MANUEL): Para proponer, como cuestión incidental, que siendo ya las ocho y minutos de la noche, recesemos hasta mañana a las cuatro de la tarde.

SR. SR PRESIDENTE (MARTINEZ SAENZ): Se somete a votación la proposición incidental del señor Casanova.

SR. MUJAL (EUSEBIO): (Interrumpiendo): Pido la palabra en contra.

SR. SR PRESIDENTE (MARTINEZ SAENZ): Las proposiciones incidentales deben someterse inmediatamente a votación. Los señores Delegados que estén con formes, con la proposición incidental del señor Casanova, e sea, recesar hasta mañana a las cuatro de la tarde, se servirán levantar la mano.

(Señales afirmativas).

Aprobado.

(Eran las 8 y 17 P. M.).


Fuente:

Diario de Sesiones de la Convención Constituyente – Trigésima Sesión – 6 de mayo de 1940, pag. 22-21.

https://www.slideshare.net/slideshow/diario-de-sesiones-de-la-convencion-constituyente-trigesima-sesion-6-de-mayo-de-1940-extraordinaria/270260386


A modo de comentario

Este es solo un ejemplo de muchos otros que puedes encontrar en los diarios de sesiones de la constituyente; vea por ejemplo las siguientes discusiones: Artículos 9, 15, 20, 25.

Todas las sesiones así como un pequeño resumen de lo discutido en ellas puede accederlos aquí:

https://movimientoc40.com/diario-de-sesiones-de-la-convencion-constituyente-sesion-primera/

Información Adicional

[1] YouTubeEl último aldabonazo de Eduardo Chibás – 1951

[2] Twitter#PARLAMENTOC40 (Sesión 07/18/2024)