Constitución 1940

Diario de Sesiones de la Convención Constituyente – Sesión 21 (extraordinaria)

Diario de Sesiones de la Convención Constituyente - Vigésimo Primera Sesión - 22 de abril de 1940 (extraordinaria)

DIARIO DE SESIONES
de la
Convención Constituyente

Vigésimo Primera Sesión – 22 de abril de 1940
(extraordinaria)


Nota:
El texto presentado a continuación, es el resultado de un proceso automatizado de “Reconocimiento Óptico de Caracteres”, por lo que algunos errores ortográficos pueden estar presentes en mismo.

Presidente: Sr. Ramón Grau San Martín

Secretarios: SR. Ramiro Capablanca Graupera

Sr. Emilio Ochoa Ochoa

VERANO0

A las 4 y 45 p. m., la Presidencia declaró abierta la sesión, pasándose lista a petición del señor De- legado Bravo Acosta, y respondiendo a la misma 43 señores Delegados, por 1 lo que quedó com probado el quorumLectura del acta de la sesión extraordinaria de fecha diez y seis de los corrientes, la cual fué aprobada en votación ordinaria y sin modificaciones. Lecturs de la Convocatoria a sesión extraordinaria. Dictamen de la Comisión Coordinadora y Votos Parti culares emitidos sobre el Proyecto de Constitución.- LA Presidencia sometió a discusión el Voto Particular formulado por el señor Delegado Alomá; el primer turno en contra fué consu mido por el señor Delegado Bravo Acosta y el primer turno a favor por el señor Delegado Alo má. El segundo turno en contra fué consumido por el Sr. Delegado Marinello, el que fué interrumpi do por el Sr. Delegado Alomá Sin más debates y en votación ordinaria fué rechazado el expresado Voto Particular En votación ordinaria y sin debate fué aprobada la totalidad del Dictamen de la Comisión Coordinadors. Se dió lectura al Preámbulo de la Constitución asi como a una enmienda sustitutiva del mismo suserita por por el señor Delegado Marinello y otros; sometida a discusión la enmienda, consumió el primer turno en contra el señor Delegado Coyula, el que fué interrumpido por e el señor Delegado Roca; el primer turno a favor lo consumió el señor De- legado Alomá, después de resolución de la Presidencia; el señor Delegado Garcia Agüero consumió el segundo turno a favor. Después de consumir el segundo turno en contra el señor Delegado Prio Socarrás, fué rechazada en de la Constitución», tal como figura en el Dictamen. Fueron aprobados los artículos primero, segundo y tercero, sin debate y en votación ordinaria; también sin debate y en votación ordinaria fué aprobado el articulo cuarto del Dicta- men. Se dió lectura al artículo quinto del Dictamen, y a cuatro enmiendas sustitutivas del mis mo, suscritas por los Bres. Delegados Alvarez de la Vega, Meso y Mañach, respectivamente y des pués de un ligero debate fué sometida a votación nominal la enmienda del Sr. Meso, la que fué recha

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zada por treinta y ocho votos en contra y seis a favor. El señor Delegado Cortina explicó su voto e hizo entrega a la Mesa de un estadio formulado sobre las Provincias, por el señor Fe rrara, a fin de que la Presidencia disponga, si lo tiene a bien, su impresión y reparto de copias a los Sres. Delegados. El señor Delegado del Busto, propuso se declarase permanente la sesión. y se concediese un receso hasta las cuatro p. m. del próximo día, lo que fué aprobado en vota ción ordinaris, y en tal virtud la Presidencia suspendió la sesión a las 8 y 10 p. m.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Queda abierta la sesión.

(Eran las 4 y 45 p. m.).

Se va a dar lectura al Acta de la sesión anterior. S2 BRAVO ACOSTA (ANTONIO): Pido la palabra.

PAESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Tiene la pa labra el señor Bravo Acosta.

BRAVO ACORTA (ANTONIO): Señor Presidente y señores Delegados: Como vamos a empezar a discutir ei Dictamen de la Comisión Coordinadora con respecto a la Constitución, lo más lógico, lo más a discutir

natural, es ficiente que se acredite que hay el quorum su para poder empezar sico, que es la Constitución.

lo que es bá

Por lo tanto ruego al señor Presidente ordene el pase de lista.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Se va pasar lista.

(Et Oficial de Actas pasa lista).

PARSIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Han con testado al pase de lista 46 señores Delegatoв

Respondieron al pase de lista los señores Delega- dos: Aloma, Alvarez, Brave Acosta, Bravo Correo so, Cabrera, Casanova, Casas, Corders, Cortina, Co- yula, Cuervo, Chibás, Dellundé, Dihigo, Duarte, Esteva, Pueyo, Galane, Garcia Agüero, Garcia Ro. driguez, Granda, Hernández de la Barca, Ichaso, Laurent, López Negrón, Mañach, Marinello, Már quez Sterling, Martínez Sáenz, Mesa, Moreno, Mu pal, Núñez Mesa, Orizondo, Parrado, Prio, Robaυ. Roca, Rodriguez Cartas, Sánchez, Villock, Capablan ca, Graupera, Ochea, Grau San Martin.

Hay quórum

Continúa la sesión.

Se va a dar lectura al Acta de la sesión anterior.

(El Oficial de Actas lee).

SESION OCTAVA EXTRAORDINARIA

Competidores:

Presidente:

Ramón Grau Ban

Martín.

Secretarios:

César Casas Ro-

drigues y Manuel Mesa Medina.

En el Capitolio Nacional, a los dies y seis días del mes de abril de mil novecientos cuarenta, se reunieron en el Salón de Sesiones de la Cá mara de Representantes, los sefñores Delegados a la Asam- blea Constituyente que al margen se expresan, para ce- lebrar sesión extraordinaria. previa convocatoria y de conformidad con los articu-

Delegados:

Acosta, Álvarez de la Vega, Bravo Currenso, Capablanca, Cordero, Cortina, Coyula, Cuervo, Navarro, Chibas, Di fig, Duarte, Esteva, Fernández de Castro, García Agüero, Guas Inelán, Hernández del Barça, Ichas Laurent , Lopes Negron, Mañach, Marinelle, Marques Sterling Martín Saenz, Mu’al, Prie to, Prio Socarras, Roban, Rock, Rock, Rodrigues Ro drigues Rodrigues, Sanchen Mastrapa, Suárez Fernández y Villoch.

los setenta y dos y setenta y tres del Reglamento, bajo ia Presidencia del Sr. Ramón Grau San Martin, y actuan- do de Secretarios los seño res César Casas Rodriguez y Manuel Mesa Medina, es- tos dos últimos por sustitu- ción por reglamentaria.

A las cuatro y cincuenta y einco p. m., la Presidencia declaró abierta la sesión, dándose lectura al seta de la sesión extraordinaria an- terior de fecha veinte y cin co de Marzo próximo pasado. la que fué aprobada en vota- ción ordinaria y sin modifi caciones

Se le dió lectura a la con- vocatoria a sesión extraor dinaria, así como a una co- municación suserita por el señor Presidente de la Co- misión Coordinadora, remi- tiendo, debidamente arti culado, el Dictamen de la expresada Comisión, emi- tido sobre los Dietámenes de las Secciones de Or- ranización Nacional, Ciudadanía y Extraniería: De- rechos Individuales y Garantías Constitucionales; Cultura y Familia: Trabajo y Régimen de la Pro- piedad, habiendo podido llegar la labor de la Co- misión, sólo hasta el artículo noventa y nueve del Dictamen.

El señor Prio usé de la palabra, y después de selaraciones sobrs la labor realizada por la Comi sión Coordinadora, propuso se autoriza a la mis na para continuar su labor, prorrogándose a esos efectos el plano que le fué concedido anteriormente, hasta la próxima semana.

Es señor Canab’anea aceptó en principio la pro posición formulada por el señor Prío, modificando la misma en el sentido de que a puede comenzar la Pisensión sobre el Dictamen de la Comisión Coor dinadora, en la parte que ya se encuentra redactado, que la misma sira o continúe estudiando sobra los cuatro Dictâmenes pendientes de estudio.

El señor García Aviñero después de aelaraciones en relación con las labores realizadas por ta Comi- sión Coordinadora pronuse se entrase inmediata- mente a discutir el Dictamen formulado por la mis ma. no se concediese nin in plazo que demorase más las labores de esta Asambles.

El señor Polo scentó la modificación proonesta por el señor Capablanca, eiendo anovado este últi mo señor, por los señores Hernández de la Barca y

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Mujal, habiendo hecho este último secor amplias ma- nifestaciones es en zelación con las funciones realiza das por la Comisión Coordinadora.

El señor Marinello después de aclaraciones, apo- yó la proposición formulada por el señor Garcia Agüero.

El señor Chibás apoyó la proposición formulada por el señor Capablanca, interesando el señor Ro- bau se diese cumplimiento a la Orden del Día de la presente swión extraordinaria.

El señor Cortina se refirió ampliamente amente a la la bor realizada por la Comisión Coordinadora, du rante más de ciento veinte horas, y después de acla- raciones sobre dicho particular, expuso que la mis ma debe continuar o no su labor, según acuerdo que en uno o en otro sentido adopte la Asamblea.

Se le dió lectura a una proposición incidental sus- crita por el señor Martinez Sáenz, que se refiers a que que la Asamblea acuerde; Primero: distribuir co- pia del Dictamen de la Comisión Coordinadora a to dos los Delegados. Segundo: conceder un plazo de einco días para que los Convencionales presenten por escrito sus enmiendas, Votos Particulares y Adi ciones ain que excluya el derecho de lus señores De-te a los legados a presentar en el curso del debate las mo dificaciones que estimen imen convenientes. Tercero: que el Pleno conozca los Dictámenes tal y como ya se Lan presentado y proceda a su discusión y aproba ción conjuntamente con las enmiendas presentadas, la que fué explicada ampliamente por su autor.

Después de ser apoyada por el señor García Agüe ro, la proposición antes leida, el señor Guás Inclás solicitó, después de hacer constar su aplause. Comisión Coordinadora por la extraordinaria labor rendida, aclaraciones sobre el derecho de los señoresurso del Lelegados a la presentación de enmiendas en el eur so del debate, interesando se interpretase así, la pro- posición del señor Martinez Sáenz, lo que fué acep tado por este último señor después de nuevas acla raciones.

El señor Capablanca intereső se le diese lecturs a una proposición que había presentado por escrito a in Mesa y que recoge la proposición incidental, formulada por dicho señor verbalmente, como modi ficación a la presentada por el Sr. Prío, disponiendo la Presidencia la expresada lectura, y puesta a dis casión la misma fué apoyada por el señor Gués Inelán.

Después de aclaraciones de los señores Capablan en, Prío, y Cortina, se sometió a votación por par tes la proposición del señor Capablanca, siendo apro bada, la primera parte que dice: «Primers: mero: Re- partir copias de los cuatro Dictámenes terminados por la Comisión Coordinadora a fin de que los se ñores Delegados puedan estudiarlos y presentarle las enmiendas que tengan por conveniente, hasta el lunes en que deberá reunirse la Convención ión para eiar el estudio y aprobación de los mismos».

Este

El señor Alvarez de la Vega usó de la palabra. y se refirió a la labor realizada por la Comisión Coordinadora, exponiendo que a pesar de las ges tiones que realizó en ese sentido, no le fué posible ir

conociendo los asuntos que la expresada Comisión aprobaba, haciéndole amplias aclaraciones sobre di cho particular el señor Martínez Sáenz.

Los acñores García Agüero y Martinez Sáenz, ex- pusieron que la Comisión Coordinadora no debía reu nirse durante los cinco días a que se refiere la parte primera de la proposición antes aprobada, haciendo aclaraciones sobre dicho particular el señor Capa blanca.

En votación ordinaria, y previa rectificación de la misma interesada por el señor Roca, fué aproba la la segunda parte de la proposición del señor Ca- pablanca, que copiada literaimente dice: «Que la Comisión Coordinadora continúe su labor de armo nizar los cuatro Dietámenes restantes, que irá re- mitiendo a la Convención, a medida que los vaya terminando

» También sin dehate, y en votación ordinaria, fué aprobada la parte tercera y última de la proposi ción del señor Capablanca, que dice así: «De estos Dictámenes que vaya terminando la Comisión Coor dinadora, se repartirán copias entre los señores De- legados para su estudio, con anticipación auficien

efectos de la presentación de las enmiendas». El señor articulos Mañach, después de daries lectura a los setenta y dos y astenta y tres del Regia- mento, expuso que al citarse a los señores Delega dos para la sesión extraordinaria a que se refiere a proposición aprobada, se advirtiene que dichaa ae siones eran

diarias. Mujal solicitó de la Presidencia le infor con la proposición aprobada El señor mase, si de acuerdo teriormente, podían presentarse enmiendas en el debate, respondiéndole la Presidencia en rentide afirmativo,

A propuesta del señor Prio se adoptó el acuerdo de dar por leido el Dictamen formulado por la Co- zaisión. Coordinadora, y Votos Particulares emitidos, en relación con los estudios realizados por las See- ciones correspondientes, sobre el Proyecto de Cons stución.

Y agotada la Orden del día, la Presidencia le vantó la sesión a las seis y cincuenta y cinco p. m.

Sano. PRESIDENTE (GRADO SAN MARTIN): ¿Se aprueba el acta?

(Señales afirmativas).

Aprobado.

Se va a dar lectura a la Convocatoria.

(El Oficial de Actas lee).

LLAMAR.

De conformidad con los artículos setenta y dos y setenta y tres del Reglamento, y dando cumplimiento al acuerdo adoptado por esta Asamblea Constitu- yente, convoco a a la mismo a sesión extraordinaria. para el próximo lunes 22 de los corrientes, a las cua tro p, m. a fin de discutir y resolver la siguiente:

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ORDEN DEL Día.

UNICO: Dictamen formulado por la Comisión Co ordinadora y Votos Particulares emitidos, en relación con los estudios realizados por las Sec ciones cofrespondientes, sobre el Proyecto de Constitución.

La Habana, Abril 19 de 1940.

(Pdo.) Ramón Grau San Martin, Presidente.

PRESIDENTE (GUAU SAN MARTIN): Se pone a discusión el Voto Particular del señor Aloma, Se conceden los turnos reglamentarios.

ALOMA (FRANCmco): Sr. Presidente: Pi.

do la palabra, SR. BRAVO ACORTA (ANTONIO) Pido la palabra

en contra del Voto Particular.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Tiene la pa- labra el señor Aloma.

ALOMA (FRANCIACO): He pedido la palabra A favor, desde luego; pero yo rogaría a la Presiden cia que ordenara se le diera lectura previamente al Voto Particular.

SA PAIDENTE (GRAU SAN MARTIs): En la se sión anterior se llevó a cabo este trámite.

Tiene la palabra el señor Bravo Acosta.

BRAVO ACORTA (ANTONIO): Sr. Presidente y scñores Delegados: Más combatir el contenido del Voto Particular, en muchos de cuyos extremos estoy de acuerdo, es por la forma en que estimo que debe producirse la Convención, porque entonces ten triamos que Degar a la conclusión de que, si se apro hara el Voto Particular, Ins Comisiones y la misma Convención han perdido el tiempo lastimosamente yhan burlado el anhelo popular que creía, que eree y que tiene que estar confiado en que asi ha de ser. en que hemos venido aqui para plasmar una nueva Constitución.

El Proyecto, el Voto Particular presentado por mi distinguido compañero el señor Alomá, es la repro- ducción del Proyecto aprobado por el Congreso de in República.

Es innegable que este Proyecto, que se remitié a la Convención y que ésta, seguramente por un error, no adoptó el acuerdo previo de considerarlo, como era su obligación, al amparo de lo que determi naba la modificación del art. 115 de la Constitución, es innegable, repito, que este Proyecto puede servir n un gran tanto por ciento, quizás en más de un 75%. para resolver las necesidades de la República, ina, para resolver los anhelos populares; pero también es in- negable, aunque la palabra la repita una vez más, que tiene este Proyecto bases que a mi manera de ver no resuelven el problema cubano y que por el contrario lo colocan en una situación que puede prestarse a mayores confusiones en el futuro.

Este Proyecto del Congreso, y al decir Proyecto del Congreso digo el Voto Particular del señor Alo má, que es la reproducción de aquél, ha tenido los aplausos y parabiener de distinguidas personalidades

conocedoras de materia constitucional.

Un distinguido Profesor de la Universidad de Chicago, de Ciencias Sociales, euyo nombre no re cucrdo, pero que es el Decano de la Facultad de Cien- cas de la Universidad de Chicago, al expresarse con respreto al Proyecto aprobado por el Congreso, ha hecho la declaración de que para Cuba era una de as medidas más sabias que podían adoptarse, si bien en algunos extremos, en el orden de la descen tralización en relación con los procedimientos o le- gislación norteamericanos, to tenía toda su acepta dón, pero en cuanto a todos los particulares esencia- Its de ese Proyecto estaba de acuerdo y lo creía una obra casi que no iba

perfecta. Yo deela, en mis primeras palabras, a atacar en el fondo al Voto Particular, que iba hablar más que nada por los fueros de la l Conven ción… Si nosotros nos decidimos a tomar el Voto l’articular, ¿qué papel ha hecho la Convención du rante un periodo de dos meses?… ¿Qué han he- cho las Comisiones o las Seeniones a ins que se les encargó realizar determinado trabajo? ¿Qué ha he- cho la esperó dir una misma Comisión Coordinadora, de la que se que a estas horas hubiéramos podido ren labor fructifera, la que no hemos podido rea de tiempo, nunca por falta de esfuer- luego, queda

izar por falta zo ni por falta En el de buena voluntad …. Dictamen, que, al Voto Particular, ficaciones al desde se atacan problemas esenciales que tendrían que ser objeto de Voto Particular, tendríamos que traer todo lo realizado en las distintas Secciones y lo rea izado en la Comisión Coordinadora, por por vía de en- miendas a este Vote Particular, si éste fuore apro

frente

mod-

Para Cuba,

bado. No creo que en la forma más viable para que la Convención cumpla su cometido; estimo que está obligada a agotar todo el tiempo que sea indispen sable, a trabajar por las mañanas, a trabajar por las tardes, a trabajar por las noches, para atacar de manera firme, de manera decidida los dietáme des realizados por las distintas Seoriones, con la la- bor depuradora realizada, si es que se puede es timar depuradora, la labor coordinadora realizada por la Comisión designada al efecto.

Por estas razones, reiterando que admiro la obra realizada ada el Congreso que es el voto particular de mi distinguido compañero el señor Alomá, esti mo que la Convención debe producirse en el sen tido de rechazar el voto particular y entrar a disen- tir el Dictamen y que a este Dictamen se le puedan introducir todas las enmiendas que erean conve nientes los señores Convencionales.

SE PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Tiene la pa labra el señor Alomá

ALOMA (FRANCISCO): Señor Presidente y ne

ñores Convencionales: para defender el voto par- ticular que hube de formular en la Comisión Co- ordinadora, a la que tengo el honor de pertenecer. Disintiendo de las manifestaciones de mi distingui do compañero el señor Bravo Acosta, es que voy a

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pedir a mis distinguidos compañeros los señores Con vencionales, que den au voto favorable al voto par ticular emitido en la Comisión Coordinadora y que se está sometiendo a la consideración de la clea Constituyente en esta tarde.

Yo tuve, por mi dobie condición de congresista y convencional, que trabajar durante un large tiem po en el proyecto que se somete a la consideración de los señores Covencionales en el día de hoy. Fu éste un trabajo arduo, juicioso, en que se tomaron como base y como estudio comparative las distin tas Constituciones de las Américas. Distintos con- gresistas dedicamos noches enteras y muchos dias al tra. estudio de este voto particular, que es la totalidad de la Constitución, que yo he sometido a la consi deración de la Asamblea Constituyente. en estos días extraordinarios

Me asalto un temor por la vehemencia de todos los señores Convenciona lsa, y digo de todos los señores Convencionales, por que ese propio temor me asaltó a mi mismo. La ve hemencia con que venimos aqui disentiendo el texto constitucional que habremos de dar a nuestro país me hizo pensar que seguramente en el corte tiem po de vida que le queda a nuestro mandato podia dar al traste y que nuestro país se sintiera defrau- dado por no tener una nueva Constitución. En ra zón a esa consideración ya ese temor que yo tenía. es que he formulado este voto particular, hacienda mio el Proyecto de Constitución del Congreso de la

República. Decin, bien mi distinguido compafiero el señor Bravo Acosta, que éste era un trabajo en que, en el fondo, estaba de acuerdo. Realmente, el tra bajo está hecho con serenidad, y yo, al formular te voto particular. lar, no he querido en modo algune, ni podrá ser de ninguna manera, que trajera obetá eulos a la Convención Constituyente. Por el con trario, me proponía con este voto particular coope rar de la mejor manera posible a que la Conven ción Constituyente si es que sus direusiones se di latan mucho, pudiese considerar este Proyecto que yo formulo por medio del voto particular y tener el mismo a manera emergente a fin de ne pre sentarnos a la opinión pública, por nuestra propia vehemencia que la Convención Constituyente de 1940 no aprobara el Proyecto que estamos elaborando.

Como aqui se han repartido copias a todos los se fiores Convencionales, seguramente ellos, haciendo un estudio juicioso del mismo, podrán conocerlo a fondo…

SE CHERVO NAVARRO (PELAYO): La copia lleg hoy a mi poder.

SA, BRAVO ACORTA (ANTONIO): (Interrumpiendo):

Yo supongo que los señores Convencionales han estudiado el Proyecto del Congreso y el voto par ticular del señor Alomá, es la copia del Proyecto. Luego, los sefiores Convencionales deben conocerlo,

ALOMA (FRANCISCO): Yo no quiero cansar

en esta tarde a los señores Convencionales, porque seria perder el tiempo, y es precisamente lo que yo me propongo evitar. Por esa razón, no voy a hacer ana explicación medular del problema a fondo, y

si lo trato someramente en estas breves palabras. porque de este Proyecto de de Constitución del Con greso, que yo he hecho mio, habrá mucho que ha Asamblar. Fue un estudio meditado, al que se dedica rou muchos días, unos cuantos meses; pero com al iniciar mi defensa de este voto particular tenía temor de que que la la pérdida del tiempo no nos permi tisra aprobar el Proyecto de Constitución, es qur voy a limitar esta defensa de mi voto particular. pidiendo a los señores Conv ción al mismo. Convencionales aproba

MARINE (JUAN): Pido la palabra en con

Sa. PamENTE (GBA SAN MARTIS): Tiene la pa labra el sefior Marinello.

MARINELLO (JUAN): Señor Presidente y se ñores Convencionales: En contra del voto parti cular del señor Alomá por razones que pudierau ser extensas, que yo trataré de reducir a lo indis pensable, atendiendo a la urgencia en que estamos de entrar esta misma tarde a discutir los artículos primeros del Proyecto de la Comisión Coordinadora.

Entiendo que, en efecto, el Proyecto del Con- greso tiene méritos innegables. No ahora, enando este Proyecto salió a la luz fuimos muchos los que es timamos ese corecto como una labor seria, come an trabajo científico digno de estimación y aplauso: pero, al propio tiempo, expresamos, y sizne siendo se nuestro criterio, que la obra constituyente debe realizarse en atención a la netnalidad últims. a las palpitaciones vivas de una masa popular, qrie es la que pide una nueva organización de sus in tereses. Hay cosas, estimables y plausibles en el Proyecto que travaforma ahora en voto particular el señor Alomá, hay otras cosas, en cambio, apeten rias innegables de sectores poderosos de Cuba que no se consignan er. este Provecto: pero si no fuera eso bastante, yo me prerunto, compaleros, cuál se ría el juicio que se hiciese sobre esta Asamblea Constituyente si después de realizar una labor in tensa y empeñоча en el seno de las distintas See ciones y después en la Comisión Coordinadora. to do el esfuerzo producido, lo diéramos por inexisten te, por perdido, la abandonásemos en un instante para entrar a considerar el proyecto del Congress?

То по стео, no lo estima mi Partido tamnoen, que el Provecto que aquí nos trae la Comisión Co erdinadora signifique exactamente el texto Cons titucional que debe darse a Cuba en este momento de su historia. Por el contrario, creemose an cir eunstancias diversas, en las que no es necesario enirée, oportuno entrar, limitan, adulteran, mucha de las instituriones que un estado civilizado que nos organización democrática moderna debe consie har en su Carts Fundamental.

St. ALOMA (Feancisco): Me permite una inte.

rroprién distinguido compañero, con la venia de Is Presidenciat

MARINELLO (JUAN): Con mucho gusto.

Sa. Atouk (FRANCISCO) Desde luego mi distin cuido comnañero señor Marinello, que de sne pale bras se traduce que el Informe de la Comisión Co

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ordinadora habrá de provocar enmiendas. Justa mente que tienen razón el señor Marinello y su Par tido. Yo, que me siento un hombre progresista, creo que efectivamente, al Informe rendido por la Comisión Coordinadora deben de introducirsele algunas enmiendas; y, de igual manera, si resultatu aprobado mi Voto Particular, es que yo nceptabu esas Kamiendas justas, a tono la броев, у a tono con las necesidades y las defensas justas que hace el Partido Comunista.

MARINELLO (JUAN): Yo agradeazo mucho la

aclaración del compañero Alomá, pero quiero re cordarle lo que no es un secreto para nadie: que tanto en el trabajo de las Secciones como en el de la Comisión Coordinadora, el Proyecto del Congre so, que él presenta ahora como Voto Particular, fu un instrumento útil muy tenido en cuenta, y es muchas ocasiones, la verdadera gula del debate.

Si asi fué, compañero Alomá, quiere decir que no habrá diferencias fundamentales entre un proyee to al enal le hacemos justicia, y lo que aqui nos trae la Comisión Coordinadora. Nosotros, en se siones pasades, dijimos, como buena parte de las soluciones progresistas que apoyábamos, y que segui mos defendiendo en el Hemicielo, habían sido recor tadas, hechas ineficaces, en los trabajos de la Co misión Coordinadora. Esas soluciones están, casi to das, en el Proyecto det Congreso, pero también en los Dictámenes de las Secciones que scrån base de

nuestra discusión. Si en definitiva, no existe diferencia esencial, hablo en términos generales como documento politi co, no refiriéndome a un problema determinade- entre lo que consideran las Secciones el tono ge neral del Proyecto del Congreso, yo digo entonces: ¿Por qué vamos a deshacer nuestra propia obra!

En definitiva, cada vez que se plantee un proble ma que nos interesa o apasiona, legitima y honesta mente, se van a levantar aquí como se levantaron en las Secciones, como se levantaron en la Comisión Coordinadora. Ins criterios de cada partido y qui zás de cada Convencional.

Si asi va a ser, y tenemos ya un Provecto que a muchos, no nos satisface, pero que es por lo menos un cuerpo de doctrina, que significa un elemento éntrico para discutir y, además, una materia one en las Secciones y en la Coordinadora ha sido dis entida por nosotros, que nos es familiar en lo bueno y en lo malo, debemos usarlo como la guía mejor.

Yo creo, ereo, compañeros, que estamos en un momento verdaderamente erſtien para esta Asamblen. A mi me asalta, también, la duda que le asaltaba al com pañero Alamá. Son muy pocos los días que nes quedan nara discutir toda la Constitución, para tra tar problemas que naturalmente deben dar luvar a Jebates, dificiles largos, y sería, en verdad, la mentable v dolerosisime oue diésemos el ejemplo de deiar pasar el tiempo en que debía realizarse nus tra labor, y que ésta no estó finalizada, y que se di suelva esta Asambles sin haber cumplide au misión altisima. Ese temor me asalta a mi, como al com pañero Alamá: pero eres que la acentación de su Voto Particular, del Dietamen del Proyecto del

Congreso, como base de la discusión, no adelantaría nada, ya que en definitiva, sobre él se alzarian tam- hiên los mismos reparos y los mismos criterion.

Yo creo, compañeros Convencionales, les, que ya no na quedará otro camino que trabajar de una mane ra continuada, sin tregua, celebrando si fuera posi ble dos sesiones y quizás tres al dia. Es cona de gravísima responsabilidad para nosotros, que en el término fijado por la Ley no hayamos cum plido nuestra tarea. No creo que esa taren se ade lante con el Voto Particular del señor Alomá. De ahi que yo ruegue a los compañeros, que roegue al for Presidente de la Convención, que ponga rápi damente a votación el problema que plantea el Votn del compañero Alomá, y que rápidamente, sin trá mites intermedios, comencemos, jal fint, la discusión del Proyecto Constitucional, y que esta tarde, al separarnos, podamos decir al pais que algún artí culo, aunque sea uno, de la próxima Constitución enbana, es ya una realidad.

St. PARKDENTE (GRAU BAN Manrix): Se pone a votación el Voto Particular del señor Alomá

Los que estén conformes tengan la bondad de sizar el brazo.

(Algunos señores Convencionales alzan el brazo).

Rechazado.

Se pone a discusión la totalidad del Dietamen de Comisión Coordinadora. Se conceden los tarnos reglamentarios.

(Silencio).

Se pone a votación. Se aprueba?

(Señales afirmativas).

Aprobada la totalidad del Dictamen de la Comi sión Coordinadora.

Se va a dar lectura al preámbulo.

(El Oficial de Actas lee).

CONSTITUCION DE LA REPUBLICA DE CUBA

Nosotros, Jos Delegados del pueblo de Cuba, ren- nidos en Convención Constituyente, a fin de dotarlo de una nueva Ley Fundamental que consolide su or- ganización cot como Estado independiente v soberano, apto para asegurar la libertad y la justicia, mante. mer ner el orden y promover el bienestar general, acor damos y adoptamos, invocando el favor de Dios, la sigulente Constitución.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Hay una en mienda. Se le va a dar lectura.

Et Oficial de Actas lee),

A LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE

Los Delegados que suscriben, inconformes rmes con con el texto del preámbulo propuesto en el dictamen de la Comisión Coordinadora, someten a la aprobación de la Asamblea Plenaria la siguiente enmienda:

«Nosotros, los Delezados del Pueblo de Cuba, a fin de dotarlo de una nueva Ley Fundamental one con- solide su organización como Estado independiente y

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soberano, asegure el disfrute popular de la riqueza nacional, garantice la igualdad ciudadana sin diseri minaciones ni privilegios y afiance sobre su estructu ra democrática la realización de la Justicia Social, acordamos y adoptamos la siguiente Constitución:

Salón de Sesiones de la Convención Constituyente, a los veintidos días del mes de Abril de 1940.

(Fdo.) Juan Marinello, César Vilar, Salvador García Agüero, Blas Roca, Esperanza Sánchez, Romarico Cordero.

BRAVO ACORTA (ANTONIO): Sr. Presidente: A lo que se le está dando lectura es al dietamen, a al- yün voto particular o a alguna enmienda?

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Ultimamen- te se le ha dado lectura a una enmienda.

A discusión la enmienda.

MARINELLO (JUAN): Pido la palabra.

Sa. PAESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Tiene la pa labra el señor Marinello,

MARINELLO (JUAN): Señor Presidente, se en- euentran en poder de la Mesa dos textos de nuestro Partido, como voto particular uno y como enmienda el otro, al preámbulo de la Constitución. Para decir sencillamente, que retiramos el que tenía carácter de voto particular y que mantenemos el que como en- mienda se presentó en el día de hoy a la considera ción de in Convención.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Queda reti rado el voto particular.

Se pone a discusión la enmienda. Se conceden dos turnos a favor y dos en contra.

Sn. GARCÍA AGUERO (SALVADOR): Pido la palabra a favor.

ROCA (BLAS): Yo también la pido a favor.

COTULA (MIGUEL): Ruego a la Presidencia que disponga la repetición de la lectura de la enmienda a que se ha referido el señor Marinello.

PREZIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Se va dar lectura nuevamente a la enmienda.

(El Oficial de Actas da lectura nuevamente a la enmienda).

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Se pone a discusión la enmienda.

COTULA (MIGUEL): Pido la palabra en contra,

St. BRAVO ACOSTA (ANTONIO): Pido la palabra. Para rogar a la Presidencia me informe qué sistema va a establecer con respecto a la discusión.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Dos turnos a favor y dos en contra.

BRAVO AΟΟΝΤΑ (ΑΝΤΟΝΙo): Se va a discutir la enmienda conjuntamente con el dictamen, o se va discutir primero la enmienda, y si se rechaza la enmienda, entramos a discutir el dictamen?

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Se va a dis- eutir primero la enmienda únicamente.

SA, ALOMA (FRANCISCO): Señor Presidente, ¿cuán tos turnos a favor hay!

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Dos turnos a favor y dos en contra.

ALOMA (FRANCISCO): Yo hablaria a favor de la enmienda si hay turno.

SA, PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Dos señores Delegados han pedido ya la palabra a favor y uno en contra.

ROCK (BLAS): Cedo mi turno a favor del ob seco del Sr. Alomá

ALOMA (FRANCISCO): Es razonable que el se ñor Blas Reca haga uso de su turno, porque precisa- mente es una enmienda del Partido Comunista.

ROCA (BLAS): Porque esa enmienda es nues tra desearía oir al señor Aloma hablar a favor de ella.

BRAFO CORTO (ANTONIO): Pido la palabra. para un ruegd.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Tiene la pa- labra el señor Bravo Acosta,

BRAVO ACOSTA (ANTONIO): Para rogar a in Presidencia me informe si hay algo establecido por la Convención con respecto al tiempo que ha de ha cer uso de la palabra cada señor Delegado con res- pecto a las enmiendas, o con respecto al dictamen, o si no hay nada establecido.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): No se ha acordado tiempo,

BRAVO ACOSTA (ANTONIO): Nada más.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): El número de turnos si está establecido en el Reglamento.

Tiene la palabra el señor Coyula en contra.

Sa. COTULA (MIGUEL): Señor Presidente y seño res Delegados: Me había hecho el propósito de usar de la palabra cuando se pusiese a discusión el die- tamen de la Comisión Coordinadora, en la parte que se refiere al preámbulo. La presentación de esta en mienda me obliga, por circunstancias que fácilmen te comprenderán mis compañeros, a anticiparme en el uso de la palabra.

La enmienda que nos ocupa responde a propósi tos elevados y está redactada en tonos que merecen los mayores respetos, pero al redactarse, parece que ha habido el deseo de eliminar de ella algo que con- signa el preámbule de la Comisión Coordinadora, al go que concreta anhelos de compañeros distinguidos y del que habla.

En tiempo oportuno fué presentada por mi y otros Delegados una moción proponiendo un preámbulo. Entre fundamentales consideraciones, se inelula la invocación del favor de Dios. La enmienda que по discute, manteniendo principios e ideales magnífi cos, tiende, sin embargo, a que se elimine ésta que

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nosotros estimamos procedente invocazión. Ciertas cosas en la vida pertenecen al número de las que no son indispensables, pero tampoco deben ser de liberadamente contrariadas; y en este caso, noso tros queremos que la Convención de 1940 se oriente en la misma forma que aquellos Constituyentes ilus- tres de 1901, ciertamente no menos cubanos que a sotros, ciertamente no menos patriotas que nosotros, ciertamente no menos demócratas y hombres libres que nosotros. La enmienda que nos ocupa, señor Pre- sidente y acñores Delegados, tiende esencialmente a excluir del preámbulo a ofrecer de la Constitución que vamos al pueblo cubano la invocación del favor res Delegados, que las realidades no nos me scurre preguntar: Les seño de Dios; ya mi se hablan al sentimiento? ¿Las circunstancias no hablan a nurs tras mentes, diciéndonos con la elocuencia de los he chos superior siempre a la fuerza de las aprecia ciones individuales o colectivas que nos rodean, que nos accchân, que están como amenazándonos, espíritus diabólicos y que hasta en este hemiciclo no tamos an influjo venenoset Es, señores Delegados, que puede resultar malo, en circunstancias tan difici les, pedir la fuerza estimuladora de alto que está por encima nuestras diferencias y de nuestras bande rías, de nuestros afanes y de nuestros dolores, de nuestras angustias y hasta de nuestras veleidades?

Yo pregunto, señores Delegados, ¿qué daño se le infiere al pueblo de Cuba, cualesquiera que sean las representaciones ostentadas en este hemiciclo to das respetabilisimas invocando et favor de Dios? Pensemos, señores, que lahoramos para un país cre yente que podrá en cierta proporción no ser un pueblo de practicantes, pero que, indiscutiblemente. en un pueblo de elementos que tienen a’ma y a quie nes conviene llevar por el camino de la ilusión que alienta y no por el de la fe perdida, que destruye envilece.

¿Qué razón hay para e’iminar del preámbulo de la Constitución que espera el pueblo de Cuba, esta invocación, de orden sentimental! Afirma que es de Cuba un pueblo ereyente. Al decir creyente, no circunscribo el concepto a una secta ni a una fe; di go creyente, estableciendo la amplitud del concepto, a extremo tal, que dentro de sus dimensiones caben todos los afanes de orden mistico y todos los afan de orden moral que pueden servir en la vida para fortalecer el sentimiento colectivo, levantando a uns sociedad en momentos de profunda erisis. Me refiero al sentimiento que fué motor de los Constituyentes de 1901 cuando invocaron el favor de Dios, aludo al sentimiento recogido hace poco por la prensa dei mundo entero, comentando con beneplácito las de elaraciones del Reprosentante Especias del Presiden te de los Estados Unidos ante el Papa. Aspiran los altos representativos de la gran democracia de Amé ea a que salgan det Vaticano de la Casa del au- gusto representativo de la religión sustancialmente más arraigada en el mundo nuevas palabras de concordia, nuevas palabras de justicia, nuevas pala- bras de amor, que procuren conciliar a todos los pue blos de la tierra, en este momento de apetitos desen frenados, cuando algunos quieren sobreponer de uns manera desesperada sus anibiciones a las esperanzas generosas de la humanidad.

¿Por qué negarnos a invocar el favor de Dios? No pensaren siempre que la fe podía mucho, aque llos que que luchaban en 1868 y 1895 por la libertad de Cubat No lo invocaban en in manigua libertadora, frecuentemente, los héroes mambises moribundos Muchos de nuestros compañeros, al dar a la vida el adios definitivo, pensaban en la novia linda, en la madre idolatrada, y y junto con la novia y con la ma dre, tenían en sus labios, en tales momentos, (los la bios santificados por. la gloria y por la muerte), un recuerdo para Dios. En la Asamblea Constituyen te de 1901, hombres extraordinarios, entre los cua les figuraban Pedro González y Manuel Sangui ly, arquetipos de gran ciudadanía, invocaron hiện el tam el favor de Dios, y lograron al fin que sus con pañeros decidieran que tal invocación figurase en

el preámbulo de la Constitución. Vivimos, señores Delegados, en un momento de ahatimiento colectivo, de confusión, de sombra, y. en algunos aspectos, de tristes inmoralidades. A to des nos afectan dichas realidades, porque todos nos sentimos cubanos, cualesquiera que sean las repre sentaciones ostentadas en este hemiciclo..

Sa. ROCA (BLAS): Me permite una interrupción! SR: COYULA (Miouz): Con mucho gusto,

Sa. ROCA (BLAя): Tengo el concepto de que para el creyente, Dios es lo más grande y lo más divino que hay. 8. 8. está diciendo que estamos frente a esas inmoralidades. ¿Por qué mezclar a Dios en os tas cosas T

Sa. COYULA (MIGUEL): Precisamente, señor Blas Roca, porque tal como yo conceptúo ciertas fuerzas superiores que rigen los destinos humanos, y para la explicación de las cuales comprenderá 8. 8. que que no es éste el momento: porque tal como yo aprecio este asunto, Sr. Blas Roes, estimo que invocando algo superior a nuestras fuerzas haremos al país dos grandes beneficios: primero, sentirnos fortificados nosotros mismos en el orden colective; segundo, in dicarle a nuestro pueblo que todavía puede confiar en algo que es conveniente no pierdan pueblos. Ese algo indispensable, señor Roca, se llama la fe.

Continuando en el uso de la palabra, y ereyende que he complacido a mi distinguido compañero, o, al menos, con la esperanza de que él admita que he tenido el propósito de hacerlo, voy a decir algunas palabras más

Señores Delegados: No debemos dar al pueblo de Cuba la triste impresión de que en medio de tan tos ideales e ilusiones que sncumben en nuestra tie rra, todo, alsolutamente todo, ha perdido. Dehe mes darle siquiera como un lenitivo, como un bálsa me, que si no salva, por lo menos alivia, la impre que somcs hombres que tienen fe en Inspi raciones may altas, y creyendo que ellas alientan para la lucha, procuran ponerse a tono con tales ins piraciones, invocando el favor de Dios.

Sa. Camis (EDUARDO): Señor Presidente: un grupo de Convencionales habíamos presentado en tiempo una enmienda a uno de los preámbulos.

Yo raego a la Presidencia se sirva ordenar a la Secretaria se le dé lectura a esa Enmienda.

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SIE. PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Oportuna- mente se le dará lectura,

Tiene la palabra el señor Alomá.

ALOMA (FRANCISCO): Señor Presidente y Se ñores Delegados:

Yo lamento no estar de acuerdo con el preámbulo

que ha formulado la Comisión Coordinadora, des

pués de las palabras vertidas por mi distinguido compañero, señor Coyula, muy bellas en su fondo, muy elevadas y muy patrióticaa. Nosotros, los Convencionales, que distinguimos y admiramos tanto al señor Coyula, lamentamos, como dije antes, no estar de acuerdo con sus manifesta ciones, porque él es un vivo ejemplo de la historia cubana, él es un cubano que honra a Cuba, y cuand lo miramos, in mente, seguramente que pensamos: ¡Por qué todos los cubanos no seguiremos su ejem

plo y su obra! En cambio, estoy en total acuerdo con la Enmien- da presentada por el señor Marinello y los señores Vilar, García Agüero, Roca, Esperanza Sánchez y Cordero. Estoy en total acuerdo porque en mi Vo to Particular, que hubo de ser rechazado reciente mente, yo no formulaba preámbulo, o no formul preámbulo el Congreso de la República cuando hizo el Proyecto de Constitución, que parecía en materia constitucional lo más razonable,

Pero al leer el texto del Voto Particular del señor Marinello, en que dice: (lee).

Ya esto es razón suficiente para que yo esté de total acuerdo. Esta enmienda, señores Convenciona les, es humana, es altamente democrátics, y como qu nosotros, los Delegados del pueblo, venimos a defen der la genuina democracia, es por lo que yo, de neuer do con esta Enmienda, también les pido a los distin guidos compañeros au aprobación, porque a juicio mio, y en esto repito las palabras del señor Blas Roca, que Dios se tiene in mente, que la invora ción a Dios se hace para si, pero me temo que en un texto constitucional es algo que no debe figu rar en la Constitución cubana, porque ésas son curs tiones espirituales para uno, no para una Constitu ción que habremos de votar los Convencionales de 1940.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Se pone a votación la Enmienda.

SR GARCIA AGUERO (SALVADOR): Tengo pedida la ria. palabra, señor Presidente.

SR ASO (FRANCISCO): Para una cuestión ICHASO de orden: A todos nos es grato escuchar la palabra de sefior Gareia Agüero, que yo estimo que es uno de los oradores más precisos de esta Asamblea, pero el Articulo 123 establece de modo terminante que no se pueden consumir en las Enmiendas más que un turno a favor y uno en contra, y como nos falta tiempo, yo creo que debemos atenernos al precepto reclamentario en todo lo que sea posible para abre viar.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): La Presi dencia acepta la observación del señor Ichaso….
ROCA (BLAS): Con la venia de la Pres dencia: lo que ocurre aquí es una confusión, porque la Pre- sidencia anunció que se iban a consumir dos turnos a favor y dos en contra. Si no hubiera sido así, el señor Garcia Agüero no hubiera pedido la palabra, y en el discurso del señor Coyula hay a uviones que cres que no deben dejarse flotando en el ambiente; yo pido ido una excepción en este caso, para que se per mita oir nuestra palabra, y que después se aplique confusión,

el Reglamento, nto, ya que todo esto ha surgido de una SR. PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): La Presi dencia ha hecho la observación de que se iba a dis Enmienda con el Dictamen,

cutir la No qurda más remedio a la Presidencia, aceptan do la observación del señor Ichaso, que ceñirse al Reglamento.

GARCÍA AGUERO (SALVADOR): Para una aclaración, pido la palabra.
PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): La tiene S. 8.
GARCÍA AGUERO (SALVADOR): La aclaración es la siguiente: El Sr. Presidente, a quien está enco mendada la interpretación del reglamento, advirtió no precisamente cuando se trataba del Dietamen, sino cuando se hablaba de la enmienda que conce día dos turnos en pro y dos en contra, de tal mane ra, que el Sr. Alomá hubo de preguntar, tratándose especificamente de la enmienda cuántos turnos at habían concedido. Et Sr. Presidente respondió que dos turnos en pro y dos en contra, y tan fué asi, que el compañero Blas Roca quino ceder su turno al Sr. Alomă

mos , precisamente porque entre él y yo ya había pedido los dos turnos en pro. SR, te el PRESIDENTE (GRA SAN MARTIN): Exactamen artículo 113 establece lo que la Presidencia ad virtió que eran dos turnos en pro y dos en contra; pero en la discusión de las bases constitucionales se hace una referencia a que en las enmiendas había un turno en pro y otro en contra. Pero de todas mane- ras, como en el artículo general, genérico, se estable- een dos turnos en pro y dos turnos en contra, puede acceder a que sean dos turnos en pro y dos en contra, como se había anunciado al comienzo.

De manera que si el Sr. García Agüero desea ha- cer uso de la palabra, puede hacerlo.

GARCÍA AGUERO (SALVADOR): Le agradezco a’ Sr. Presidente la última interpretación, que me aho- rra además, una nueva interpretación reglamenta No tenemos ahora ninguna preocupación especial

por hacer una intervención amplis, detallada. por menorizada, sobre esta cuestión, pero si hemos de insistir en nuestro propósito de expresar nuestra opinión, ha sido sencillamente por la razón, que nes hente por parece a todas luces legitima, de que siendo esta en- mienda presentada por los miembros del Partido Unión Revolucionaria Comunista, nada más lògics sino que algunos de los miembros de ese partido, per fectamente compenetrados con el sentido y esencia de la la enmienda, expusiese el criterio que la motiva ba: y, en última instancia, porque a las pa’abras. siempre admirables, del compañero Coyula, era ne cesario hacer dos o tres aclaraciones a fin de que

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no quedasen ellas sin respuesta, o prácticamente en entredicho, dos o tres de las razones y criterios fun damentales que esta enmienda tiene por motivos.

El Sr. Coyula afirmaba, que la enmienda tendis exclusivamente a suprimir del preámbule ‘ej favor de Dios; es decir, aquella invocación que se haor al favor de Dios’.

Quiero aclarar, tanto al Sr. Coyula como a todos los Sres, Convencionales, que está muy lejos de ser la intención única de los miembros del Partido Unión Revolucionaria Comunista, la de excluir del preám bulo esta invocación al favor de Dios,

No hay dudas de tro ta que nos interesa afirmar nues criterio de que no debe estar alli consignada es invocación; pero no admitimos, ni remotamente, que ésta esta sea la exclusiva intención, el único fin, que enmienda tiene. Entendemos, por el contrario, que esto es prácti

camente una sustitución. Mientras que en el Pro- yecto incluye ‘el favor de Dios’ y se que nos parecen fundamentales, nosotros insertas las cuestiones fundamentales, y omitimos la consignación del favor de Dios.

cuestio

Nuestra enmienda dice que «Estos Delegados at reúnen para dotar al pueblo de una nueva Ley Fun- damental que consolide su organización como Esta do independiente y soberano, asegure el disfrute po pular de la riqueza nacional; garantice la igualdad eiudadana sin discriminaciones ni privilegios, afiance sobre su estructura democrática, la realiza ción de la justicia social».

Hay, como se ve, en este proyecto de enmienda, afirmaciones y alusiones a determinados problemas que nos parecen de indole fundamental, que son, a nuestro juicio, la razón esencial de esta Asamblea Constituyente, y que, en cambio, no aparecen de es te modo, explicitamente consignados en el Proyecto que somete a la consideración de la Asamblea la Co misión Coordinadora.

Entendemos que si algún preámbulo ha de llevar la Constitución, aquel no ha de tener otro motivo que el de señalar las causas y razones que tiene en lo esencial la convocatoria que ha producido esta Asamblea Constituyente. Es decir, ha de mencionar te en este preámbulo, si él ha douxistir, que pudie se ha de mencio narse en él, y ésa ha de ser su única razón de exis tencia, las profundas razones que ha tenido la ma sa popular cubana para reclamar que hombres y mu jeres representativos de sa criterio, se reúnan a fin de rehacer la estructura orgánica del Estado y pa ra tratar de nuevo las normas que fijen la vida fu tura del país.

Cuando alguna de estas cosas resaltan omitidas, cambio, se incluye la ‘invocación al favor de Dios’, nosotros, en ejercicio de este criterio hacemos lo contrario: establecemos la mención de las razones esenciales, que a nuestro juicio tiene el pueblo para querer esta Asamblea Constituyente, y suprimimos -por lo que diremos de inmediato la invocación al favor de Dios.

Entendemos que el pueblo nos ha convocado aqui para que reorganicemos os las bases del Estado, afian- zando nuestra independencia y nuestra soberanía. Entendemos que nos convoca el el pueblo para que aseguremos el disfrute, para él, de la riqueza popu- lar, de un modo toy y más justo, del que bien distinto hasta aqui ha regido la vida económica del pais, dentro del euni las enormes multitudes populares han padecido el despojo y la miseria, mientras no- cleos privilegiados vivieron al margen de este do- lor. Entendemos que nos llama el pueblo aqui, pa- ra que se garantice la igualdad eiudadana sin dis- eriminaciones ni privilegios, eti un país donde, a pesar de las afirmaciones de principios democráti cos, los privilegios y las discriminaciones no han de jado de existir, y están forzando e imponiendo la afirmación categórica de determinadas precaucio quenes y aún saticiones, en el Texto mismo de la Cons titución.

omiten otras

Entendemos, en definitiva, que el pueblo nos con- voca aqui para que se afiance ja estructura demo- crática de hay, en la forma y por las vias que por el momento sean posibles, a fin de garantizar por modo progresivo, por una evolución siempre fecun da, la mayor amplitud de la verdadera justicia so cial a que todo pueblo libre ha de aspirar.

Estas son las razones, a nuestro jaicio, que con vocan a esta Asamblea, y éstas son las únicas ra zones, en nuestro criterio, que pueden figurar en un preámbulo a esa Constitución.

En cuanto a la invocación a Dios, diremos senci llamente lo siguiente: Entendemos que no hay nin guna razón que justifique la imposición de esta in- vocación en este preámbulo, enando existe la rea lidad indudable de que ésta es una Constitución he cha para todo el pueblo de Cuba ain distingos de ninguna especie, y nadie puede afirmar, con viss de veracidad, que todo el pueblo de Cuba está in elinado o dispuesto, se siente impulsado u obligado, a hacer realmente esta invocación.

El pueblo de Cuba, como todos los pueblos de la tierra, está integrado por individuos de los cun les unos tienen una creencia, otros la otra, aquéllos tienen una fe, otros carecen de ningún principio o criterio religioso, y todos poseen, y cada enal a u modo, su concepto del mundo y de la vida, mås menos agradable a cada cual, más o menos por menorizado o detallado, pero cada quien tiene el su yo, a menudo discrepante del de los demás.

Y no hay ninguna razón que pruebe que sea ne cesario, o justo, o légico, que los hombres que no aceptan un criterio religioso, se vean obligados por una afirmación de esta indole, a aparecer reali zando una invocación, que, en primer término, no tienen, para al, como imprescindible; y que, en ne zundo término, también de acuerdo con su criterin yan doctrina, entienden que no es ni siquiera, acon sejable. afirmaba que los

Ahora bien, el señor Coyula Constituyentes de 1901 no eran menos cubanos qus nosotros, y, sin embargo, habían establecido en el Preámbulo la invocación a Dios…

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Si de eso se trata, al Sr. Coyula podríamos decir, entonces, contradiciendo su criterio respetable, que tampoco eran menos eubanos que los Constituyentes del año Uno, los de Guaimaro, Jimaguayú y la Ya ya, y en ninguno de Ica preámbulos de aquellas tres constituciones, esencialmente raigales en los fun damentos de la cabanidad, figura, ni como asome, una alusión lejana o remota a la invocación al fa vor de Dios,

Piénsese que había entre aquellos hombres, en tonces, indudablemente, muchos de criterio religio no; es posible que en su mayoría lo fuesen… yo me permitiría, incluso, afirmar que asi era; y, sin embargo, a pesar de que estaban en el momento trá gies y turbulento en que toda la vida nacional e estaba jugando en el minuto de su creación, y a pesar de que aquét era, por inquieto, por dramáti co, por trágico, un momento en que todo creyente tiene la propensión natural, por la educación reci bida, a poner de inmediato su fe en aquello que es tima potencia superior, a pesar de todo eso ya sar de la mayoría de hombres creyentes entre lov Constituyentes de entonces, en ninguno de los tres casos, en ninguno de ellas, figura, ni remotamer- te, una invocación a Dios.

¿Por qué no lo hicieron los Constituyentes de aquellas tres Asambleast Tal vez por una razón, tat vez por la otra; acaso porque quiso cada uno, en un ejercicio libérrimo de esa absoluta indepen dencia de criterio filosófico o moral, respetar, al mismo tiempo, sin ejercer imposiciones coactivas, el erio igualmente respetable criterio de tantos y tantos revolucionarios de aquel momento que no tenían, como otros, esa creencia religiosa.

l’or qué razones hoy, en un instante en que se supone que han avanzado muchísimo mis en nues tra sociedad, come en todas, los criterios filosóficos, políticos y sociales, y en que la mayor amplitud de respeto y tolerancia, sin intervenciones ni imposi niones de ninguna indole para las opiniones perso nales y espirituales, debe regir?.. ¿Por qué preci-a mente en este momento no han de hacer, como hi cieron entonces los redactores de aquellas tres cons- tituciones esenciales, una cuestión aparte con res pecto al eriterio doctrinal o religioso que cada cual sustentet…

¿Por qué motivo ha de decir shora. en ta Cons tituciór nuestra que todos los Delegados del purblo de Cuba, no importa si están incluidos en él los que creen y los que no green, invocan a Dios et el principio de su tarea responsable!

Si ae habla de tradiciones constitucionales de nues tro país donde ha habide cuatro constituciones esenciales y tres de ellas no mencionaron ni insi ouaron la invocación, innecesaria a nuestro juicio, a favor de Dios, y sólo una lo hizo, (e incluso pu diera insistirse en que razones de tiempo y de in- tegración social y de intereses de cierta indole que presionaron para lograrlo), donde un pals tiene fres constituciones sin el favor de Dios invceado, y una sola con esa invocación, ¿quién puede afir mar que la tradición de esta Constitución nacional no es bastante laica, librepensadora, independiente

de toda confesión religiosa, y que no debe soste nerse el sensato criterio de aquellos que respeta ban, sin interferencia, el criterio filosófico de cada cualt…

Decía el sefior Coyula que «la acción estimulado ra de algo superior a nosotros mismos y que està por encima de nuestros intereses, es indispensable». y añadia, a una pregunta del compañero Blas Ro ca, que es necesario decirle al pueblo que todavia podemos ofrecerle algo que sea bálsamo y consuelo, y que si no salva al menos alivia: la fe»…

Me parece, desde el punto de vista espiritual, mu bien esta afirmación del señor Coyula: pero yo afirmo que nuestro deber y nuestro compromiso e esta ocasión, no es, ni mucho menos, en el momento trascendental en que hay que transformar las ba ses esenciales de la sociedad y proyectarlas hacia un triunfo eficaz de las aspiraciones colectivas, decir le al pueblo que «por lo menos tenemos algo en qu poner nuestra esperanza, algo que seria alivio, teś pener ricamente: la fe

No!, amigos míos, la única fe que importa en este caso es la fe esencial que han de tener tanto es ton Delegados, como el pueblo que les respalda v que aquí les trajo, en la verdadera virtualidad d la institución republicana y democrática: la fe que no ha de ponerse en un poderio extraterreno que puede acordar bienandanzas y dolores y que puede en un caso o en otro hacer venturosa, por obra de milagros, la existencia de la humanidad: lo que hay que hacer entre nosotros, es partir rectamente, por la vis práctica y eficaz, a la re-estructuración de la economía nacional y a la garantía cierta de que los derechos de cada hombre han de ser respetados: a la renovación de todas las instituciones nacionales que han sido maltratadas a lo largo de cuarenta años de República y han venido decayendo hasta el minuto en que un pueblo entero se levantara du- rante cinco o seis años para pedir una revisión to tal de su Constitución y rehacer sa vida sobre las hames materiales, para que se haga práctica, real. tangible, la vida fecunda, decorosa y felis de este pueblo.

Para eso estamos aqui… pero no lo lograremos famás si sólo nos ponemos a pensar que una invoes- ción a tal o cual potencia extraterrena…

Sa. COVELA (M) Me permite una inte rrupción el señor Garcia Agüero, con la venia de la Presidencia!

GARCÍA AGUERO (SALVADOR): Con mucho gusto,
COYTIA (MGURL): El señor García Agüero duda de que pueda ser efectivo, si sólo nos dedien mos a hacer invocaciones… Me parece que la afir mación, cerrándola en ese particularismo extremo, no está a tono con lo que he manifestado.

Lo que creo es que las fuerzas espirituales, en este caso, nueden ser fuerzas coadyuvantes, coope radoras. Debemos tener fe en nuestras energias: pero nada impide que robustezeamos el espíritu, pa ra sentir asi más firmes nuestra conciencia y nues tra voluntad.

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GARCÍA AGÜEBO (SALVADOR): Me parece muy estimable la afirmación del señor Coyula. Claro está que sí sólo en la invocación a Dios se pone la esperanza de solución, efectivamente estaríamos ya perdidos, y no pretendo imputar al señor Coyula nua afirmación semejante.

La presencia del señor Cozula en esta Asambles Constituyente, y su ejecutoria a todo lo largo de su vida politica y de sa vida legislativa, dicen bien elaro que ha hecho siempre cuanto supo (y supo siempre lo que hacia) en beneficio de los intereses de este pueblo, admitiendo, a au modo, que por is vin material es por donde había que resolverio. De acuerdo. Pero es indudable, sefiores, que si efecti vamente la invocación a Dios representa, hasta eier to punto, lo que acaba de decir el compañero se ñor Coyula, representa también otro punto de vists un cómodo descargo para quienes no cumpliend plenamente los intereses fundamentales para los eus les el pueblo los enviara aqui y no pretendo haser con esto, entiéndase hien, y entiéndalo antes que todos el señor Coula, ninguna alusión de nint ningun indole, es cómodo cuando se tiene de respaldo de pretexto posib’e una invocación a Dios, haner después, en el caso de que la Constitución no real sulte, cuando nuestras provisiones no alcancen cenar mediar las necesidades populares o cuando los ape titos y los intereses que el sefior Coyula ha rees nocido tan predominantes en nuestra vida gene ral defrauden en realidad las aspiraciones esen eiales en la propia Consttución, y nos guien en la preceptuación constituciona precisamente por el es mino que no resuelva las aspiraciones populares, si no que las destruya, entonces, siempre nos quedará en último término, ete cómodo devanso de que «el favor de Dios no nos fué del todo propitio», y d que ciertamente hicimos lo que supimon, nero no nos dó más la Implorada inspiración. Habria siem pre un responsable último, un responsab’e definiti vo, que es lo que representa para muchos, para mu chos, esta invocación a Dios. Ciertamente, cuand bay por encima de nosotros todas esas cosas que se pretenden, es bastante ventaioso poder imputar a ese Poder Supremo los defectos oue en realidad es triban o en nuestra falta de previsión o eni nuestra fa’ta de buena fe: v no es imposible que en una Convención Constituyente, como en todo gran nó eleo de hombres, entre los que existen gentes de to das las promociones, de todos los criterios, de todos lov modos de ser y de sentir, no es imposible que la infiltración, notable en este caso, de los intereses negativos, aparte de las vías esenciales que al pu blo le importan, a muchos que tengan un propósito condenable.

Yo sostengo, señores, que la invocación a Dios es, en primer lugar, inadecuada, por cuanto no una invocación que todos compartimos. Y si algu nos de nosotros tienen ciertamente la fe en ese må allá y en ene Poder Superior v ultraterreno, nada le impide a su turno, personal independientemente, ha cer. antes de entrar en cada una de nuestras sesio nes. t invocación que corresponda, a ese Supremo Hacedor supuesto que ha de Puminarios, para que vavan por el mejor sendero, pero los demás no te nemos, por ninguna razón, que hacernos solidarios

de esta invocación, en primer término; y en segun- do, no queriendo debatir aqui minuciosa y detalla damente problemas que nos llevarian a un estudio filosófico del origen de las religiones, la razón de su existencia y de lo que de ellas se deriva, (que no es tanto mi tema filosófico, como prácticamente material y económico), queriendo enredarnos en es to, declaramos: que nuestro Preámbulo debe decir esencialmente, eckles son las razones básicas que han producido esta convocatoria a la Asamblea Cons- tituyente popular y soberana, y y si es necesario que ecesario que este Preámbulo exista, afirme por qué motivos el pueblo nos ha convocado y enál es nuestra obliga- ción aqui. Y que hagamos como los constituyen Tes de la Yaya, que no remitieron su actuación y sa responsabilidad a la responsabilidad suprema, dis Jante y exoneradora de un Dios de tal o cual ca- tegoria, sino dijeron, sencillamente, que estaban en aquella Asamblea para responder estrictamente a los intereses del pueblo, en ejercicio legitimo y alsoin- to del compromiso establecido sobre bre su su honor. Qu so’amente pese sobre nosotros la obligación que ca da uno de nosotros tiene, de cumplir hasta el limi te máximo de sus esfuerzos y con toda la amplitud de su buena fe, el mandato que el pueblo nos impuso traernos a este hemiciclo, y que siendo así, el Pueblo, y no Dios, para cuando sea oportuno, nos demande a la salida de esta Asamblea, el haber o no cump’ido con los intereses populares, el haber respondido de un modo eficaz y práctico, no senti mental sino efectivo, a lo que es recamación efecti va, práctica y material de estas necesidades popu lares. Que para entonces no sea simplemente el castigo de Dios o la bienandanza que la divinidad nos depare. lo que premie o sancione nuestra labor. Nuestra labor no ha de tener más que un Dios, un responsable, un fiscal: el pueb’o soberano que aqui nos envió, y que si salimos de aqui cumpliendo sa mandato, nos dará el mejor de los parabienes; pe ro que si salimos habiendo violentado sus intereses sus necesidades, o habiendo olvidado lo que es de manda entrañable de an vida desesperada, no ten drá otra cosa que la función colérica de en justicia inexorable, que es la única a la que nosotros nos re mitimos.

PRESDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Se pone a votación.

San Louis Estimado SOCABRAS (CARLOB): Pido la palabra.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Tiene la pa- labra el sefior Prío Socarrás.

St. Palo SOCARRAS (CABLON): Señor Presidente sefiores Convencionales: Debo declarar ante ant todo, que si el problema de la invocación a Dios, que pa rece el centro de la discusión y el motivo único de diserepancia, no se hubiera traído al hemiciclo, no serin yo eiertamente quien me levantara a propo nerlo. Estimo que en las distintas Asambleas Cons tituyentes a que ha hecho referencia el Convencio nal Garela Agüero, no debió haberse plan teado el problema, sin que me atreva a asegurar l uno o lo otro; pero va en este camino de discutir si deha anarecer o no en el texto constituriona’, como Preámbulo a su articu’ado una invocación a algo desconocido, extraterreno, me parece que si de veras

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vamos interpretar la voluntad popular, no debe excluitse esa invocación, porque es innegable que al pueblo de Cuba es esencialmente espirituaista y no exagero si digo mistice. La evolución que sufren, en los individuos de nuestro país, las creencias re legiossa jo demuestran. La casi tota idad de los ni ños euianos sufren la influencia religiosa que ans padres les incalean; pero tan pronto como tienen plena razón y libre discernimiento toma una posi eión negativa en cuanto a las creencias para poste vez riormente y no sé por qué cielo evolutivo regresar da de nuevo a la profesión de una religión, bien la que inicia’mente profeső o a otras que como el espiri yo tiamo lucen más nuevas, peró siempre dentre de la tendencia espiritualista. Por otra parte, el dieb de que «estamos avanzando, y es obra de los que avanzan quitar esas evocaciones espiritualistas» no debe ser una afirmación rotunda ya que la humani dad en su evolución cree que avanza, euando regre sa a las más viejas ideas filmóficas. No se estinsa avance el criterie radical materialista! y sin ein bargo, desde la época griega fué proclamado el prisi cipio, para pasando a través de variaciones, nitas, llegar a enunciarse tal como lo haren los Ti lósofos modernos. No, no será menos avanzada nues tra Constitución porque mantenga en el Preambu lo Ja inyoención Dios. ajeno a la existencia de un Ser Supremo que ri sree quien Quien no los destinos de los hombres, aquél para quien la re ligiõe no es un problema, en fin, para el tied lo es de veras ha de ser indiferente que se invo que o no a Dios; pero no sneede lo mismo para aque llos otros, para onienes Ja, existencin, toda del s humano, está regida por ese Ser Supremo al cual aman y temen y euya ayuda creen indispensable cuando van a acometer grandes empresas en la vida. Por respeto a estos últimos no debe borrarse uns invoración que quită defraudarà las más intima do sus aspiraciones

Yo me temo que, si me dejara impresionar por los criterios expuestos por el señor Garcia Agüero, y pot mi inelingeión a todo lo progresista, y votara contra la invocación a Dios, resultará que transen rridos unos años se modificara el eriterio sobre ins creencias religiosas, como se ha modificado sobre el patriotismo y apareciera posteriormente como un retardatario.

Por las razones expuestas, porque creo que una discutidos en el hemicielo y por tanto removi la conciencia popular por esa idea espiritualists. debemos atemperarnos a la vo’untad del pueblo que extimo en su inmensa mayoría espiritualista, de bemos dejar la invocación a Dios en el preámbulo de la Constitución. Esto a nadie dalia y además estimo que no es lo esencia, lo fundamental, lo me Jular de la Constitución, sino que es en el arti culado, donde con sentido juridics y visión de lo que más conviene a las grandes, masas despateldas de nuestro país, donde debe tratarse de la felicidad de nuestro pueblo. Para quien créa en el Ser Su premo mantengamos la invocación, para los que creen infiy para los que no creen, interpretemos correctamen te las necesidades de nuestro pueblo y hagamos ir Constitución que nyis se aluste a aus intereses,

SE PRESIDENTE (GRAD SAN MARTIN): A votación vila Enmienda presentada, que es modificativa del Dictamen.

Los que estén conformes se servirán levantar el braze

(Algunos señores Delegados levantan et brace).

Rechazada là Enmienda

Se va a dar lectitra a la Eomienda del señor Chi

(Et Oficial de Actas lee).

MOVIMIENTO

Los Delegados que suscriben proponen a la Asain lea Constituyente que el preámbulo de la Consti tación de 1940 quede rodactado asl

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DE CUBA

Nesutnon, los Delevados del pueblo de Cuba, en ejercicio de su mandato soberano, reunidos en Con- vención Constituyente, a fin de dótár a nuestro pue blo de una Ley Fundamental que gansolide su or ganización como estado libre e independiente, apto para garantizar la justicia, impedir la explotación del hombre, afirmar un régimen democrático que consagre läs libertades públicas, defender riquez cubana mediante el desarrollo de una politica eco nómica nacionalizadora, mantener el orden y pro mover el bienestar general, acordamos y adoptamos la siguiente Constitución:

Salón de Sesionés de la Asamblea, Constituyente de Cuba, la Habana, a los 14 días de marzo de 1940,

(Fdo.) Edvardo R. Chibás: Burchio Mujat: Emi Ho Laurent: Emilio Ochos; María Esther Villoch: Salvador Acoste.

SA, PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Se pone a discusión la Enmienda.

Después he visto que esas ideas sobre el patrio tismo, eensuradas en boca de Pablo de la Torriente Brau, han sido traidas a los partidos revoluciona rios y estimadas como buenas y útiles.

Además, evoluciona tanto el juleio y que sobre las cosas abstractas mantienen eriterio los Parti- dos radicales que no quiero dejarme impresionar por argumentos que llaman revo ticionarios y progre sistas. A través de mi vida de luchador he tenido oportunidad de comprobar la evolución de esos eri terios. Así ha sucedido, por ejemplo, con respeto a patriotismo. En los afios de 19:30 y 1931, y aun en Гов длок 1927 у 1928, escuché en más de una opor tunidad como se me censuraba un sentimiento mu arraigado en mi, el sentimiento patriótico, por los partidos revolucionarios s radicales de mi i pais. Re cuerdo una frase textual de uno de les muchachos más valientes de la Revolución, que fué a morir a España defendiendo la democracia, Pablo de la To rriente Brau. Me decía censurando mi apego a las enestiones de mi patria, mi fe, y casi mi admiración idolatra por los veteranos, lo recuerdo perfecta- mente «Carlos, encuentras un obstáculo a tus ideas revolucionarins en los 17 Socarrás muertos en la Guerra, que harán siempre, de ti un patriota».

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 (Silencio).

Se pone a votación. Los que estén de acuerdo se servirán levantar el brazo,

(Algunos señores Delegades levantan el brazo).

Rechazada la Enmienda.

Hay otra Enmienda del señor Capablanca. Se le va a dar lectura.

(El Oficial de Actas lee).

VOTO PRIVADO,

Ei Delegado que suscribe disiente de la opinión de la mayoría en cuanto a la redacción del preámbulo de la Constitución, por lo que formula Voto Parti cular en el sentido de que el preámbulo quede re dactado del modo siguiente:

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DE CUBA

Nosotros, los Delegados del pueblo de Cuba, en ejercicio de su mandato soberano, reunidos en Con- vención Constituyente, a fin de dotar a nuestro pueblo de una Ley Fundamental que consolide su organización como estado independiente y soberan apto para garantizar la dir libertad y la justicia, impe- la explotación del hombre, afirmar un régimen democrático que consagre las libertades públicas, de fender la riqueza cubana mediante el desarrollo de una política económica nacionalizadora, mantener orden y promover el bienestar general, acordamos y adoptamos, invocando el favor de Dios, la si guiente Constitución

Salón de Sesiones de la Comisión Coordinadora, a los tres días del mes de abril de mil novecientos cuarenta.

(Fdo.) Dr. Ramiro Capablanca Graupera.

Sa. ParaDENTE (GRAU SAN MARTIN): Se pone a disensión.

(Silencio).

Se pone a votación. Los que estén conformes ten drán la bondad de manifestarlo alzando et brazo.

(Algunos señores Delegados levantan el brace).

Rechazada la Enmienda.

Se va a dar lectura al preámbulo del Dietamen (Et Oficial de Actas lee).

CONSTITUCIÓN DE LA REFORLICA DE CUBA.

Nosotros, los Delegados del pueblo de Cuba, ren nidos en Convención Constituyente, a fin de dotario de una nueva Ley Fundamental que consolide su organización como Estado independiente y sobera no, apto para asegurar la libertad y la justicia, mantener el orden y promover el bienestar gen ral, acordamos y adoptamos, invocando el favor de Dios, la siguiente Constitución:

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Se pone a disensión

Se pone a votación. Los señores Convencionales que estén conformes se servirán alzar el brazo.

(La mayoría de los señores Delegados levantan el brazo).

Aprobado el Preámbule.

Se va dar lectura al artículo primero.

(Te Oficial de Actas las).

TITULO PRIMERO,

DE LA NACIÓN, SU TERRITORIO Y

PORMA DE GOBIERNO,

ARTICULO 1 Cuba es un Estado independien te y soberano organizado como república unitaria y democrática, para el disfrute de la libertad politi ca, la justicia social, el bienestar individual y co lectivo y la solidaridad humana.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Se pone a discusión.

(Silencio),

Se pone a votación. Los señores Convencionales que estén conformes, se servirán levantar el brazo.

(La mayoría de los señores Delegados levantan el braze).

Aprobado.

Se va dar lectura al artículo segundo.

(El Oficial de Actas lee).

ARTICULO 2-La soberanía reside en el pueblo y de éste dimanan todos los poderes públicos.

St. PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Hay una Enmienda del señor Mafiach. Se le va a dar lectura.

(El Oficial de Actag lee).

A LA CONVENCIÓN CONSTITUYENTE

El Delegado que suscribe, inconforme con la re dacción dada en el Dictamen de la Comisión Coor- dinadora al artículo marcado en el mismo con el número 2, propone que dicho precepto diga:

ARTICULO 2-La soberanía nacional radica en el pueblo y de éste dimanan todos los poderes på- blicos,

Sin perjuicio de cualquier otra manifestación de sn soberania, el pueblo la ejerce: a) por medio del sufragio, con el derecho de elegir y ser elegido para las funciones públicas; b) mediante sus asamb’eas representativas; e) por ja iniciativa popular de las leyes y por el referendum; y d) por la destitución o repudio de los electores.

FUNDAMENTOS La conveniencia de desentra- er el sentido concreto de dichas normas constitu clonales al electo de hacer patente en la conciencia pública todas sus implicaciones, contribuyendo asi a la eficacia normativa del texto constitucional, va que en la forma que el Delegado firmante propo- pueblo comprendería recordaría ejor los y

(Silencio).

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derechos positivos que para el supone el reconocimien- to general de su soberanía.

Salón de Sesiones de la Convención Constituyente, a los 22 días del mes de abril de 1940.

(Fdo). Dr. Jorge Mañack Robato., Delegado.

PRESIDETTA (GRAU SAN MARTÍN): Se pone a discusión.
CORTINA (JORÉ MANUEL): Pido la palabra en contra.
MARACH (Jonan): Ruego la palabra a favor.
PRESIDENTE (GRADO SAN MARTÍS): Tiene la pan labra en contra el señor Cortina.
CORTINA (JOSÉ MANUEL): Señor Presidente y señores Delegados: Soy contrario a la Enmienda, por que no creo necesario diluir el concepto de la so berania entre enumeraciones y calificaciones, por cuanto la Constitución luego lo precisa de un modo rotundo, Basta el concepto degmático de que la so beranía dimana del pueblo, y de ella todos los Pode- res. En el texto de la Constitución se dice esto, sin adjetivos ni i complementos. ereo necesario, por tan- No creo to, el preámbulo que implica la Enmienda propuesta. porque tiende a dar definiciones y a precisar facetas de un concepto como el de la soberanía, que tiene un aspecto real y otro aspecto que pudiéramos llamar metafisico, y que si nos empefiamos en abarcarlo de un modo total, evidentemente lo estamos oscurecien do y quitándole su carácter de poder definitivo e ili mitado, o sen, una potencia que vive por sí misma; nace en si misma; y se limita y precisa por sí misma.

Por esta razón, creo que la Enmienda, en vez de ampliar y definir el concepto de la soberanía, lo res tringe y obscurece.

PRESIDENTE (GRADO SAN MARTÍS): Tiene la labra el señor Mafiach.
MARACH (JORGg): Señor Presidente y señores Convencionales: Esencialmente de acuerdo con lo que acaba de manifestar el señor Cortina, estimo, sin embargo, que no se pierde nada y se gana mucho con desentrañar ante el pueblo el sentido concreto y positivo que tiene una formulación de carácter tan ge neral como es la de que la soberanía reside en el pue- blo. Una Constitución no tiene simplemente una fun ción normativa directa, sino que a juicio del que habla, tiene también lo que pudiéramos llamar una eficacia normativa indirecta, de formación de la con- ciencia nacional en relación con los poderes públicos. Nosotros entendemos que cada vez que se pueda to mar uno de esos preceptes generales de derecho posu litica, preceptos formulados en un lenguaje ajeno a la sensibilidad popular, y se puede adicionar esa för mula teórica con precisiones que le revelen a la apre ciación popular el sentido práctico y positivo que el precepto tiene, no estamos en manera alguna, mer mando la eficacia del principio que se establece, y en cambio, estamos contribuyendo a que el pueblo com- enda ese precepto, axum respecto de eel sus respon- prenda sabilidades y aus derechos, y se disponiga también a vivir la realidad de ese precepto. Ah! señores, el pueblo de Cuba está cansado de oir que es un pueblo libre v soberano, pero cuando se le habla al hombre corriente y moliente de la calle en lenguaje tan teó

rico, tan vago, aunque sea tan tradicional, el pueblo, con esa ironía que le es característica suele pregun tarse: «Bueno, y sen qué se traduce para mí esa de- claración general de que soy soberanot Ser el sobera no significa que no haya poderes públicos que me opriman o despojen de mis derechos fundamentales. Ser soberano significa que yo tengo una intervención general y efectiva en la regulación de los destinos na- cionales, y nosotros, lo que proponemos es que este precepto académico, (que efectivamente se encuen tra en esta forma en ensi todas las constituciones) en atención a la necesidad eubano de ir animando cada día más el sentido de la responsabilidad públi ca, se adicione con una serie de concreciones, que sin mermar. como efectivamente no merman el aleance como teórico de precepto, puesto que se dice «sin perjuicio de cualquier otra manifestación de su но berania», «, le indiquen sin embargo al pueblo de Cuba que esa generalidad, esa abstracción, que es la sobera- na, teine un contenido concreto, preciso, que es el derecho del pueblo a votar, a delegar su opinión polí tica, a elegir y repudiar a los que elige, a ser consul tado en referendums, en fin a participar de una ma- nera directa en la vida política de su país,

    1. BRAVO ACONTA (ANTONIO): Me permite el se for Mañach una interrupción, con la venia de la Pre sidenciat

 

    1. MARACH (Jonan): Con mucho gusto.

 

    1. PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Tiene la pa labra el señor Bravo Acosta.

 

    1. BRAVO ACORΤΑ (ΑΝΤΟΝΙΟ): Yo estoy de acuer do con el señor Mañach con respecto a todos estos particulares, pero ellos deben ser colocados en el lucar ane corresponilan al diautirse las distintas Ba ees de la Constitución. Y fijese el señor Mañach en lo siguiente: Vamos a suponer que fuers aprobada esta enmienda, ya la Asamblea, sin discusión alguna se está produciendo con respecto especto a determinados par ticulares y definitivos en relación con. definitiv el cuerpo elec toral y habremos resuelto algo fundamental sin dia. entirlo. Establece el referendum. La Asamblea ha oido, ha disentido con respecto al referendum?

Establece el recall. Ha oldo algo la Asamblea res pecto a esot Cuando llegue la oportunidad podemos discutir esos extremos y si después la Convención cree que es conveniente aprobarlo, lo consignaremos para satisfacción del pueblo. Es más, no creemos que este lugar sea a propósito para colocar esas resolucio- nes ya que tiene que adoptarlos la Asamblea con mu cho detenimiento, después de estudiar cada una de las concreciones a que se refiere el señor Mañach en enmienda.

No significa nuestra oposición y a que no estemos de acuerdo con muchos de los problemas que plantea el señor Mañach: pero es que no creemos que este sea el lugar adecuado para ello. Estos problemas de ben debatirse ampliamente para que la Asamblea de- termine si los lleva o no como una de las Bases Cons

titucionales SR. MASACH (JeaGE) El argumento de mi distin guido compafiero Bravo Acosta es doble. Por un la do entiende que de existir esas instituciones, serán insertadas en su lugar en la Constitución, y no es indispensable enumerarias por adelantado en rela

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ción con el concepto general de la soberanía del pue blo. Acabo de exponer las razones por las cuales esti- mo todo lo contrario. Ese es un argumento, El otro argumento es que algunas de las institu-

ciones que se relacionan en la enmienda como cons titutivas de la soberanía, son instituciones que po siblemente no llegarán no se a resuelva sobre la suerte de ellas hasta tanto no procede intercalarlas aqui. Pero advierta el señor Bravo Acosta que, en su oportunidad, la Comisión Coordi nadora cuidará de revisar todos los preceptos y natu ralmente de eliminar aquellas referencias iniciales que se hagan a instituciones sobre las cuales nada se ha previsto en el resto de la Constitución. qode

De manera, señores, que me parece que nada per demos con intercalar en la Constitución, o un precepto de un contenido más inmediato, más positivo, más es trechamente ligado a la vida cotidiana del enbano, El pueblo es general no ha entendido más que como una fórmula académica eso de su soberanía, y lo que debe hacerse es transformarlo en algo tangible, en algo con ereto, en algo estrechamente relacionado con la vita- lidad del pais.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Se somete a votación la enmienda. Los señores Delegados que estén conformes con la onmienda, tengan la bondad de levantar el brazo.

(La mayoría de los atñores Delegados no levantan el brazo).

Rechazada,

Se pone a discusión el artienlo. Se le va a dar les tura nuevamente,

(El Oficial de Actas lee nuevamente el articula segundo).

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Se pone a discusión.

(Silencio).

Se pone a votación. ¿Se aprueba!

(Señales afirmativas).

Aprobado.

Se va a dar lectura al artienlo tervers,

(El Oficial de Actas lee):

ARTICULO 3-El territorio de la República está integrado por la Isla de Cuba, la Isla de Pinos y las demás islas y as y cayos adyacentes que con ella estuvieron bajo la aoberanía de España hasta la ratificación del Tratado de París de diez de diciembre de mil ocho- eientos noventa y ocho,

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Hay dos enmiendas a este artículo. Se le va a dar lectura a una de ellas,

(El Oficial de Actua lee),

A LA CONVENCION CONSTITUYENTE

El Delegado que suscribe, propone, en relación con el Dictamen de la Comisión Coordinadora, la siguiente

ENMIENDA

Los artículos 3, 4 y 5 del Dictamen de la Comisión Coordinadora, pasarán a ser, por su orden, párrafos de un solo articulo, el 3 de la Constitución, que dirá

«ARTICULO 3-El territorio de la República está integrado por la Isla de Cuba, la Isla de Pinos y las demás islas y cayos adyacentes que con ellas es tuvieren bajo. la soberanía de España hasta la rati- ficación del Tratado de Paris, el 10 de diciembre de 1898.

La República no concertará ni ratificará pactos o tratados que, de cualquier forma, limiten o menoscaben la soberanía nacional o la integridad del territorio.

El territorio de la República se divide en provincias, y éstas en términos municipales, siendo modificables Jos limites de unas y otros, de acuerdo con lo que es tableanan la Constitución y la Ley.

Se suprime el precepto marcado con el número 6 en el Dictamen de la Comisión Coordinadora.

FUNDAMENTOS:

1.-La conveniencia de reducir lo más posible el número de articulos de la Constitución.

2.-El hecho de que todos los preceptos a que esta Enmienda se contrae, se refieren por igual al terri torio de la Repablica, estando, por tanto, justificada dicha integración.

      1. La fijación de la Capital de la República no tiene, a juicio del Delegado firmante, relieve consti tucional, por lo cual procede suprimirla.

Salón de Sesiones de la Convención Constituyen- te, a los 22 días del mes de abril de 1940,

(Fdo), Jorge Mañach Robato, Delegado,

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Se va a dar lectura a otra enmienda adicional del señor Aurelio Alvarez.

(El Oficial de Actas lee).

A LA CONVENCION CONSTITUYENTE

Atendiendo a los graves problemas que en relación con la soberanía de las nac naciones se suscitan hoy ncer ea del dominio del mar y del aire, procurando asegu rarse cada Estado su dominio, por razones vitales,

Atendiendo a que el Estado Cubano, en recientes conferencias panamericanas, convocadas de cara a esa realidad, concertó acuerdos sobre los límites de las aguas territoriales o jurisdiccionales.

Atendiendo a la importancia que nacional e inter- nacionalmente tienen para Cuba sus aguas territo riales o jurisdiccionales, las cuales bordean el inmen so litoral de In Isla, con aus extensos bajos y canales, de extraordinario valor estratégico, que por este he- eko deben ser puestos de modo expremo bajo la sobe- rania nacional, sin perjuicio del dominio que sobre ellos pueda asegurarle el Derecho Público Internacio nal.

Por todo ello el Delegado firmante ruega a la Asam blea se sirva considerar y en definitiva acor-

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dar el siguiente párrafo adicional al articulo 3 del Titulo Primero de Dictamen de la Comisión ordinadora:

El Estado Cubano mantiene su soberanía sobre el territorio nacional, comprendiendo las aguas que bañan sas costas y el espacio atmosférico que lo cubre, excluyendo cuanto pueda contra riar cualquier acuerdo o convenio Internazio nal vigente al promulgarse esta Constituesin

Salón de Sesiones de la Convención Constituyente, a los diez y ocho días del mes de abril de mil nove cientos cuarenta.

(Fdo.) Aurelio A. Alvarez,

PRESIDENTE (GRAL SAN MARTIN): Se pone a discusión la enmienda del señor Mañach,
MASACH (Jonur): Pregunto la palabra
PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Tiene la pa Jabra el sefñor Mañach.
MARACH (Jomar): Señor Presidente y seño res Delegados: Solicito de antemano la benevolen cia de los señores Convencionales para sustentar una larga serie de enmiendas de tipo análogo a ésta qur he presentado y que se enderezan todas ellas a mismo propósito, a saber: Et de reducir, por lo mo nos en cuanto al articulado, aunque haya un de subterfugio en el’o, la latitud extraordinaria úc In Constitución, según el Dictamen que se ha pre sentado,

Naturalmente que to ideat seria reducir sustanti vamente la Constitución, despojándola de toda frou da: pero bueno fuera empezar por lo pronto a ducir lo más posible el número de los articules. E pueblo quiere no una Constitución sina una de 100 a lo sumo, de 300 artienlos.

A mi me parece, neñores Convencionales ünica razón que justifica que un precepto nauns dentro del texto constitutional individualidad, decir, condición aparte como tal articulo, es la de que sea un precepto en cierto modo autonómico, u precepto que encierre la totalidad de la materia que se relacione. Si un precepto no tiene ese co rácter, si está ligado legitimamente o lóricament al contenido de otro precepto anterior o subsiguiente, no parece que haya razón lógica para que se le dé ese precepto un lugar aparte dentro de la Consti tución.

La enmienda en este caso, lo único que hace reducir tres artículos, o mejor dicho, cuatro artien les, a une solo, Todos estos preceptos se refieren al territorio de la República. Lo lógico es que la Cons titución, cuando se dispone a hablar del territorio lo bara de una sola vez, de una buena vez que di ga cuál es el territorio de la República, que prohibs el que ese territorio pueda ser mermads y cita blezra cómo se divide internamente ese territorio ¿Por qué decir todo eso en tres artículos distintos

CAPABLANCA (RAMIRO) Me permite una in- terrupción el compañero
MARACH (Jonas): Con mucho gusto.
CAPABLANCA (RAMIMO): Decia el compañero, Co-seficr Mafiach, que la camienda sólo tenía el props. sito de concretar tres artículos en uno, sin variar la redacción e el contenido de articulos. Sin embar go, la enmienda varia la redacción, suprime la deno minación de las Provincias, de manera que no es só lo la conversión de tres artículos en uno, sino la alteración del texto dei original de la Comisión Coor dinadora.
MARACH (JONGK): Exacto.

La enmienda está principalmente enderezada a aquella finalidad, pero tiene, efectivamente, otro propósito secundario, y es el de suprimir de estos preceptos todas aquellas materias que, por no tener realmente relieve constitucional, a juicio del del que ha bla, o por ser materias que pudieran ser objeto el día de mañana de modificación y, por consiguiente. encontranse frente al obstáculo de un precepto com titucional rigido, que haría necesario modificar la Constitución para introducir algunas variantes, por esa razón se elimina de los preceptes constituciona les ta mención de las Provincias. Hoy día tenemos nosotros seis Provincias en Cuba:

ton les actuales limites, como dice el precepto dei Dieta Dietamen, qué garantía tenemos de que el dia d mañana no será necesario enmbiarlos, a virtud de poco mutaciones en la constitución social o demográfies de Cuba, de una expansión extraordinaria en el or den de la población o en el orden económico que pue da tener una Provincia dada! Por ejemplo, en cuan to a la inmensa Provincia de Oricute, como tedes saben, ya en la Convención de 1901 se plantes problema de si Holguin debía o no s’r tuma Provin recia aparte. No es que yo esté de acuerdo hoy con est tesis, pero ¿qué razón tenemos nosotros para impe dir que prospere una tos’s semejante el dia de maña na. de acuerdo con otras realidades demográficas económicas del pais? ¿Qué razón tenemos nosotros para establecer que no deha prosperar, por via le gislativa, la aspiración de la Provincia de Matanzas. esa que se segregue a su favor la Ciénaga de Zapats (no estoy pronunciando una opinión a favor de l tesis, conste): ¿qué razón hay, repito, para que no pudiera, para me no debiera ser considerada, por cavia legislativa la posibilidad de que eso fuera re suelto a su favor, evitando asi que los obreros que hoy trabajan en la Ciénaga, tengan que ir a presen tar su documentación en Santa Clara, en vez de ir Matanzas Por el contrario, razones de orden prå tien recomiendan que no se leve el número de la Provincias, y, por consiguiente, el deslinde de les

mismas al texto rigido de la Constitución,

En cambio, se establece el único hecho que si tie ne realmente importancia, v es el hecho de la modi ficabilidad de los limites de las Provincias, ole es bitos no van riridos, sino que se pueden modificar medida que las neersidades det mañana lo exijan.

Y finalmente la enmienda suprime tambin precepto fijando ane la Habana será la capital de ‘a República. A mi me parece muy de presumir la Habana seguirá siends la capital de la Renübli ca por unos cuantos siglos más; pero precisamente porque el hecho parece tan naturaly tan inevitable,

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por que hacerla objeto de una preceptuación cons titucional, que no tiene mayor importancia?

MARINELLO (JUAN): Pido la palabra en co tra.
PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Tiene la pa labra el Sr. Marineio.
ALVAREZ (AURELIO): La enmienda a que la palabra para una cuestión previa.
PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): La Presi labra, para una cuestión previa, el señor Alvarez.

SR, ALVAREZ (AURKLIO): Señor Presidente, pido dió lectura, formulada por el que habla, se referia al Articulo Segundo. Es adicional. No habiéndos votado sún el Artículo Tercero, ruego a la Presiden eia que resuelva si procedería consideraria como ads cional al Artículo Segundo,

PRESIDENTE (UBAU SAN MARTIN): Tiene la pa dencia estima que es adicional, después que se aprue be el artículo…
ALVAREZ (Avamao): Está formulada, por error de máquina, al artículo tercero, cuando debe considerarse adicional al Articulo Segundo,
PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIs): Lo que se está discutiendo ahora es otra enmienda, que resum en un Articulo tres preceptos de la Constitución.

Tiene la palabra el Sr. Marinello.

MARINELLO (JUAN): Brevemente, para expre sar que, desde luego, me inelino con simpatia al ama ble fraude que propone el Convencional señor Ma- ñach, por el cual nuestra Constitución tendría me nos artículos, pero éstos serían tan desarrollados, que el que tomase nuestro texto constitucional en sus ma nos se Ilevaría una seria sorpresa, al ver cómo hay más volumen que artículos.

Me parece muy bien esa preocupación, y estoy, a pesar de que no la creo esencial, de acuerdo con elle. Me levanto sólo para rectificar un criterio del a fior Mañach, que estimo equivocado. Aquél en que él propone que se suprima del Articulo 5, se gún el Dictamen, la designación de las Provincias an tuales. Es absolutamente cierto, como él dice, que la propia Constitución en otro lugar determina el mo do en que las provincias se suprimen, o se pueden alte rar sus limites. Son cosas que ocurrirán en un futs ro no lejano. Pero hay que advertir la intención que tuvo el autor de este precepto, para conservar aqui el nombre de las Provincias actuales. La fusión de las Provincias, toda modificación territorial pueden realizarse, será cosa de mañana pero en el instante en que la Constitución empiece a regir, ea indispen sable que este momento y se sepa, en no en otro, cuál es la distribución territorial de la República, cuáles son las Provincias cubanas. Esa es la inten ción del redactor del precepto, importa que eso rija el 21 de Mayo, cuando empiece esta Constitución a ser obligatoria, debe saberse en este instante cuáles son las provincias, aunque a la semana siguiente no sean las mismas.

En cuanto a lo demás, estoy de acuerdo con lo que ropone el señor Mañach.

PARSIDENTE (GBAU SAN MARTIN): Tiene in pa- tatura el señor Capablanca.
BRAVO AΟΝΤΑ (ΑΝΤΟΝΙO): Con la venia de la residencia y del señor Capablanca.

Yo quiero quiero conocer si hay establecidas algunas En- miendas a los Articulos 3, 4 y 5 y al que se refunde trata de suprimir.

PRÍO SOCARRÁS (CANLOS): Yo tengo presentada una Enmienda al Articulo 5
BRAVO ACORTA (ANTONIO): Para llamar la aten ción, con todo el respeto que me merece la Presiden- eis, sobre la forma de discusión de este problema. Pudiers resultar que al ncordarse la Enmienda que daran todos esos preceptos y Eamiendas rechazados, lo que no obsta para llegar a lo que pretende el se ñor Mañach, de acordar todo lo que se refiera a uns materia como un solo artículo y disentamos de acuerdo con el Dictamen los articulos que correspondan y con et las Enmiendas que vayan referidas a esos artien- los. Después, la Comisión que en definitiva, va a redactar y traer el Proyecto definitivo a la Con vención, podrá acordar todo lo que se refiera a nua sola materia, aunque fuera de distintos aspectos, en

un solo artículo. SK. PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): La Enmien- da del señor Prio puede fundirse con la del señor Mañach, porque se refiere a los nombres de las pro vincias y que se rectifiquen los limites segün las leyes.

CUENTA BRAVO (ANTONIO): Respecto a estos artículos, no existe otra Enmienda
ALVARES (AURO): Tengo una Enmienda presentada.
MESO (JOAquis): Tengo presentada una En mienda al Articulo 5.
PAUSIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Se dará lee- tura a la Enmienda del señor Meso en su oportun dad.

Continúa la discusión, Tiene la palabra el señor Martínez Sáenz

MARTÍNES SÁENZ (JOAQUÍN): Tal vez fuera conveniente adoptar la pauta indicada por el señor Bravo Acosta, porque pudiera facilitar el criterio de la Asamblea, y en ese caso yo no haría uso de la palabra sino cuando fuera la oportunidad de con testarle al señor Marinello en cuanto a la enumera ción de las provincias y tea. Yo soy partidario la descripción de sus limi de que se discutan párrafo por párrafo, para que esta Asamblea pueda acordar después refundirlos en un solo articulo, y des pués considerar como enmiendas eliminatorias los extremos del señor Mañach. Yo temo que pueda pro ducirse una confusión grande y no lleguemos a una elaridad.

Si el señor Presidente se muestra de acuerdo con lo propuesto por el señor Bravo Acosta, yo me reser- vo el uso de la palabra para cuando llegue la opor

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tunidad de leer el Artículo 5; de otro modo, haria tao de la palabra ahora,

Así que dejo mis destinos como posible orador de esta Asamblea, a la resolución de la Presidencia.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Si la Asam blea lo estima, como la Enmienda del señor Mañnes es más radical, se puede dar lectura a la del señor Prio Socarrás, y a la dei señor Meso, para que en tonces las juzgue la Asamblea y determine si es po sible armonizarlas con la del señor Mañach.
MARTÍNEZ SÁRNA (Joaquín): Yo pediría que se leyera el Dietamen, porque todas las Enmiendas son al Dictamen.
PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): La Pres dencia entiende que hay que estudiar la Enmienda primero, ai se aprueba o no, y después aprobar el Artículo y agregarle la Enmienda Adicional.
MARTINES SAENZ (JOAQUÍN): La Presidencia tiene razón en eso, pero yo estimaba que pudiera ser un mejor procedimiento que se leyera el Articule y la Enmienda.
PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Se puede ha- cer. Vamos a hacerlo,
ALVAREZ (AURELIO): Ruego a la Presidencis que se dé lectura a la Enmienda Adicional a ese Articulo, formulada por el que habla

SR, PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Está pen diente de estudio si estos tres Articulos as funcion

Vamos a leer la Enmienda del señor Mañach.

BRAVO ACOSTA (ANTONIO): Con la venia de la Presidencia, para un ruego al señor Mañach.
PARSIDENTE (GRA SAN MARTÍN): Tiene la labra 8.8.
BRAVO ACONTA (ANTONIO): Mi ruego es en el sentido de que pueda ser discutida independiente mente la Enmienda y que después, si se cree que es conveniente hacerla un solo cuerpo, ya sea por la Comisión Coordinadora o por la Comisión de Esti lo, en su día, y en ese sentido, que la Enmienda de ét aparezca en lo que se refiere a modificaciones a lamente, formulada en cuanto a ese extremo,
MASACH (Jonan): Estoy de acuerdo con la su gerencia del señor Bravo Acosta, y en ese sentido pediría a la Convención que entre las facultades de la Comisión de Estilo se incluyera ésa explicitamen te, como una de las facultades de esa Comisión.

SRA. HERNÁNDEZ (ALICIA): Con tal de que la Co misión de Estilo no enmiende los preceptos

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Es de Esti lo solamente.

Sn. MARQUEE STERLING (CARLOS): ¿Me permite la Presidencia, para una preguntaf

St. PRESIDENTE (GBAU SAN MARTÍN): Tiene la labra 8. S.

Sn. MÁRQUEZ STERLING (CARLOS): Queda entendi do que la Comisión de Estilo lo único que podrá

cer es integrar articulos, pero tal como ellos queden redactados por el pleno de la Convención Constitu yente; es decir, que no llegue la Comisión de Estilo a tener facultad de interpretar palabras o sustituir- las con otras similares, sino que la Comisión estable- cerá el Artículo tal como está, estando en sus facul tades unirlo o separarlo. En ese sentido no habrá in convenientes, pero en otro sentido lo estimo muy

peligroso SR. ALVAREZ (AURELIO): Para una cuestión de or den: Ruego a la Presidencia que sigamos el debate, en la disensión del articulado.

MÁRQUEZ STERLING (CARLOS): Para una pre- gunta: Se hicieron dos proposiciones: una del Se- ñor Bravo Acosta y otra del Señor Mañach, con una aclaración de la Señora Hernández, pero la Asam blea siguió, sin que se llegara a un acuerdo conere- to. tra

Yo creo que la cuestión de orden planteada por el señor Alvarez, exime a la Asamblea de conocer de la proposición del señor Mañach.

PARSIDENTE (GRAU SAN MARTIN): El Sr. De legado, lo que quiere es saber si la Comisión de Es tilo puede alterar lo que se apruebet

Sa. MARQUEZ STERLING (CARLos): Este Delegado lo que quiere conocer es si se ha sometido a la apro- bación de la Asamblea la proposición del señor Ma- ñach, y hasta dónde alcanza esa proposición.

PARSIDENTE (GRAU SAN MARTIN): ¿Cómo es la proposición del señor Mañach

Sa. Masach (Jonuz): Que se dé por un acuerda especial a la Comisión de Estilo facultad para in tegrar en un sólo artículo varios preceptos que apa- parezcan sucesiva o separadamente en el Dictamen, porque he observado algunas veces, por la impro- visación en el trabajo de las Secciones, que un pre- cepto aparece completamente dislocado de aquella par te del Dictamen donde lógicamente debia haber sido incluido. De manera, que las facultades serían: pri mero, la de integrar varios preceptos en un solo Artienlo, y segundo; la de tomar un precepto cual- quiera y colocario en el lugar que lógicamente le corresponda.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): ¿Está de acuerdo la Asamblea…

Sa. MANQUEE STERLING (CARLOS): Yo quisiera preguntarle al señor Alvarez, si él mantiene la pro- prosición que higiera hace breves momentos de que se continuara en la discusión del articulado, sin en trar a discutir la proposición del señor Mañach.

SD ALVARES (AURELIO) Pido la palabra para mantener la cuestión de orden que he planteado.

PARSIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Tiene la pa- labra el sefior Alvarez.

Sa. ALVARES (AURELIO): Estamos en la disen-

pasión del articulado, y no procede, dicho con tolo respeto para la iniciativa del ilustre compañero Ma fñach, interrumpirla para la proposición, que en to ha-do caso debia formalizar.

— 20 —

Por la tanto debemos continuar la discusión del articulado.

        1. PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Va a con tinuar la discusión sobre el Dietamen. La Conven ción conoce el artículo 30. Ya se leyó y discuti.

Se somete a votación. Se aprueba!

(Señales afirmativas).

Aprobado.

Hay una enmienda adicional a este articulo do del señor Alvarez.

Se le va a dar lectura.

(El Oficial de Actas la lee nuevamente).

Sano. PanSIDENTE (GRADO SAN MARTIN): A discusión la esmena.

MARQUES STERLING (CARLOS): Pido la palabra

SA PAESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Tiene la pa labra el señor Márquez Sterling.

Se. MÁRQUEZ STERLING (CARLOS): Para permi tirme una sugestión al señor Alvarez, en el senti do de que se pudiera retirar de la enmienda la pa labra «cubano»; que quedara solamente la palabra «Estado»

          1. ALVARES (AURELIO) No tengo inconvenien te alguno.

St. PARSIDENTE (GRAU SAN MARTIN): A votación In enmienda. Se aprueba?

(Señales afirmativas).

Sa. DEL BUSTO (FERNANDO): Pido rectificación de la votación. Me parece que la enmienda no ha sido aprobada.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Los seño res Convencionales que estén de acuerdo con la en mienda lo manifestarán levantando el brazo derecho

(La mayoría de los señores Delegados no lo Adce),

Rechazada la enmienda.

Se va a dar lectura al artículo cuarto.

(El Oficial de Actas lee).

ARTICULO 4-La República no concertará ni ratificará pactos o tratados que en forma alguna li miten o menoscaben la soberanía nacional o la inte gridad del territorio.

PERSIDENTA (GRAU SAN MARTIN): A discusión,

(Silencio).

A votación. Se apruebat

(Señales afirmativas).

Aprobado.

Se va a dar lectura al articulo 50,

(El Oficial de Actas lee),

ARTICULO 5-El territorio de la República se divide en provincias y éstas en términos municipa

les. Las actuales provincias se denominarån: Pi- nar del Río, La Habana, Matanzas, Las Villas, Ca- magüey y Oriente, con stis actuales limites.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Hay cua tro enmiendas a este articulo. Se les va a dar lee tura,

Et Oficial de Actas lee).

Sr. Presidente de la Asamblea Constituyente.

El Convencional que suscribe propone a la Asam blea Constituyente la siguiente

EN MIENDA

El Articulo 5 del Dictamen que se discate quedará redactado en la siguiente forma:

«ARTICLIO 5-E) territorio de la República divide en las seis provincias que existen actualmen te y estas en términos municipales, pudiendo incor- porarse unas a otras o dividirse para formar nuevas provincias, mediante acuerdo de las municipalida- des y aprobación del Congreso».

Salón de Sesiones de la Asamblea Constituyente a los veintiún días del mes de Abril de mil nove cientos cuarenta,

(Fdo.) Dr. Carlos Prie Socarrás. (Et Oficial de Actas lee).

LA CONVENCpor SoniachnNTE,

Et Delegade que suscribe, considerando que caila una de las seis provincias en que se divide el terri torio nacional deben poseer por igual ambas Costas de los lados Norte y Sur de la Is’a, las respectivas porciones de litoral que naturalmente corresponden a las mismas y que la Provincia de Matanzas, a vir tud de la Orden Militar No. 167 de 17 de Mayo de 1901, perdió su legitimo derecho a la porción de Cos ta Sur que naturalmente le le corresponde, tiene el ho nor de someter a la consideración de esta Asam blea Constituyente

PROPOSICIÓN DE ENMIENDA,

la siguiente: El Articulo No. 5 correspondiente al Título Pri mero «DE LA NACION, SU TERRITORIO Y FORMA por la DE GOBIERNO», del Dictamen emitido Comisión Coordinadora, quedará redactado siguiente: ARTICULO No. El territorio de la Repúblies

en la forma se divide nicipales. en acis provincias y éstas en Términos Mu Las actuales provincias se denominarán: Pinar del Rio, La Habana, Matanzas, Las Villas. Camagüey y Oriente, las cuales tendrán entre sus timites tos divisionarios, Costs Norte y Costa Sur PD toda la extensión de sus respectivos territorios

Salón de Sesiones de la Convención Constituyen- te, a los 22 días del mes de Abril de mil noveciente. enarenta.

(Flo.) Manuel Mesa Medina, Delegado a la Con- vención Constituyente.

(Et Oficial de Actas lee).

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A LA CONVENCIÓN CONSTITUYENTE

El Delegado que suscribe, miembro de la Sección de Organización Nacional, Ciudadanía y Extranje ría de la Convención Constituyente en relación con el artículo 3 del Dictamen propone una enmiends que puede considerarse de estilo y es la siguiente: A su final en lugar de poner integridad territo rial, consignar «Integridad del territorio». Tam

Atendiendo a lo anteriormente expuesto, tenemos el honor de reproducir nuestra expresada proposi ción, solicitande de la Asambles que acuerde llevar el articulo 5 del Dietamen de la Comisión Coordi nadera, con el número que le corresponda, al Titulo bién debe decir al comienzo «podrán» en Ingar dro Sección en que se defina la división territorial, adicionando con los dos párrafos que complementa- ban además el artículo VI del Dietamen de la Se ción de Organización Nacional, Ciudadanía y Ex tranjeria, con el título y la redacción siguientes:

«podrá

(Pdo.) Jorge Mañack. El Oficial de Actas lee).

A LA CONVENCIÓN CONSTITUYENTE

El a Delegado firmante propone oportunamente Asemblea, en relación con el artículo VI del Dictamen de la Sección de Organicación Nacional, Ciudadanía y Extranjeria, lo siguiente: Como el articulo VI del Dictamen comprende

» preceptos atinentes únicamente a la organización interior del territorio nacional, que cualesquiera fuesen sus modificaciorys o prescripciones, en el propio articu’s previstas por los dictaminantes, no imprimirian carácter externo alguno a la personali dad Juridico-Política del Estado Cubano, asi comer por no constituir tampoco materia permanente, ente, pra ponemos que ese artículo sea llevado a un titolo perial en el que especificamente cuadraría mejor inclusión y que podría denominarse asi»:

«DE LAS DIVISIONES TERRITORIALES DEL ESTADO, SUS REGIMENES DE GOBIERNO Y ADMINISTRACION, SUS PUNCIONES Y RELA CIONES CON LOS ORGANISMOS DIRIGENTES

DEL ESTADO»,

La Comisión Coordinadora mantiene rome arti enlo 5 de su Dietamen el párrafo primero del qur propuso como VI la Sección de Organización Na cional, Cindadanía y Extranjeria, suprimiéndole le dos párrafos finales que lo comp’ementan, para varlos, arrán expresa en la página 111 de su men cionado Dictamen, a la Sección de Provincias y Mo- nicipios. Al hacer eso no aólo desarticula la unidad de las hases atinentes a la integración del Estade, sino que incurre además, en la contradie Jón de atri buir primero limites permanentes a las Provincias para prever después, la posibilidad de sa variación.

Veńmosdo si no: El artículo 5 de referencia dice: «El territorie de la República se divide en Provincias y éstas en Términos Municipales, Las actuales provine’as se de- nominarán: Pinar del Río, La Habana. Matanzas ete, ete, con sus actuales limites».

En la página mencionada, la Comisión dora expresa lo lo siguiente: siguient «En el que ahora es ar ticule 5 de la de la Comisión Coordinadora fueron supri midos dos párrafos que se dejaron para considerar los cuando se llegara a la Sección de Provincias y Municipios

Estos párrafos dicen:

«Las Provincias podrán incorporarse unas etras, o dividirse para formar nuevas provincias, a modificar sus limites mediante acuerdo de los res pectives Organismos Provinciales ete, etc…

título

«DE LAS DIVISIONES TERRITORIALES DEL ESTADO, SUS REGIMEXES DE GOBIERNO Y ADMINISTRACION, SUS FUNCIONES Y RELA CIONES CON LOS ORGANISMOS DIRIGENTES

DEL ESTADO»

«Articulo El territorio de la República divide en Provincias y éstas en Términos Munici pales.

«Las Provincias podrán inedepdrarse unas a otras, o dividirse para formar nuevas provincias, o modificar atta limites maliante acuerdo de los res pectivos Organismos Provinciales y aprobación del Congreso»

«También podrán incorporarse unos Municipios a otros, o dividirse para constituir municipios distin tos o alterar sus limites en la forina que establezcan esta Constitución y la Ley».

Salón de Sesiones de la Convención Constituyente, en in Habana a los diez y ocho días del mes de Abril de mil novecientos cuarenta

(Fido.) Aurelio A. Álvarez.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): La del se liñor Mañach es la que más se aparta del articulo.

SA DEL BUSTO (FERNANDO): Para una cuestión de orden. Son las siete y cinco. Se ha prorro gado la sesión t

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Es sesión extraordinaria
ICHASO (FRANCISCO): Para una cuestión de orden.

St. PRESIDENTE (GRADU SAN MARTÍN): Tiene la pa- labra el señor Ichaso.

ICHARO (FRANCISCO): Como hay muchas en- miendas que responden al mismo propósito, propo Coordinato que se refundan las afines y se empiece a tir la que más se aparte del Dictamen. disen-
DIHIKO (Manю Е.): Creo que se aparta más del Dictamen la que habla de la necesidad de que las provincias tengan costa norte y sur……
MAÑACH (JORGE): Retiro mi enmienda.

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PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN) Retirada la enmienda del señor Mañach, corresponde discutir la del señor Mesa Medina, Se va a leer nuevamente.

(El Oficial de Actas da lectura nuevamente a la enmienda del señor Mesa Medina).

PRIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): A dises sión esta enmienda, se conceden los turnos reglamen tarios.
BRAVO ACOSTA (ANTONIO): Pido la palabra en contra.
MESA (MANUEL): Pide la palabra a favor.

St. DIHIGO (MARIO E.): Pido la palabra en pro

PRESIDENTE (GRAU SAM MARTIN): Tiene la pa- Jabra el señor Bravo Acosta.
BRAVO ACOSTA (ANTONIO): Sr. Presidente y señores Delegados: No me guia en manera algusra, ni la posibilidad de impedir que determinadaa pro- vincias se agrupen ni se dividan. Me inspira esen cialmente el defender et Dietamen de la Sección co rrespondiente que ha hecho estudiando la situa ción cubana y lo que nos pueda resultar en el por vernir.

Na ha querido la Sección mezclarse por el momen tos en los problemas que pudieran suscitarse en lo futuro, legítimos o no, con respecto a la división de las provincias, ni en que se refiere a cercenar al gunas para aumentar otras, o para hacer lo que cre yeran conveniente las provincias en la forma que la Ley determinara.

La Sección ha estimado que solamente debía con cretarse, como to hace en el Dietamesi, a señalar el status actual de las provincias cubanas.

Señor Presidente: Yo desearía un poco de silen cio a ver si puedo hacerme oir.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Tengan la bondad los señores Delegados de tomar asiento, guardar el mayor silencio posible.
BRAVO ACOSTA (ANTONIO): La Sección has estimado que no es de oportunidad entrar en el pro- blema de las divisiones, de las agrupaciones de las provincias, sino limitarse exclusivamente, sefialar el status que tienen todas las provincias en la Re- pública, sin tampoco cerrar la puerta a la posibi lidad de que mediante las Leyes que se aprueben por el Congreso de la República, puedan agrupar- se las provincina o dividirse.

Tenemos de cualquier manera, como decía el señor Marinello, que decir el 21 da mays, en que empezará a regir esta Constitución qué provincias componen la República.

Si nosotros llegamos a enfrascarnos en el proble ma de la agrupación o no de las provincias, de las divisiones de las mismas, o de cercenar alguna pro vincia para llevar terrenos etra, como pretend In enmienda, nosotros nó estamos realizando lo que realmente corresponde a esta Constitución o a esta Constituyente, que es señalar el status de las pro- vincias sin impedir el que puedan ser divididas puedan ser agrupadas en el futuro.

Por ello está redactado el precepto del Dictamen en la forma que dice: «Las actuales Provincias se rån tales, con tales limites», los que hoy tienen… Sin señalar la prohibición, en manera alguna, de que puedan estos limites ser modificados.

Asi mi oposición es al objeto de que todas las en miendas que van en contra de este criterio de la Comisión deben ser rechazadas por la Convención, para que quede este precepto flexible, para que ma ñana, según las circunstancias lo indiquen, hacer 0 no las modificaciones en las Provincias, ya sea au mentándolas, ya sea acortándolas,

Por esta razin me opongo opo a esta enmienda, ha- ciéndolo a todas las enmiendas que vayan en con- tra de este Dictamen.

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Tiene la pa labra el sefior Mesa.
MERA MEDINA (MANUEL): Señor Presidente

sefiores Convencionales: Hace cuarenta años que la Provincia de Matanzas está reclamando una coss justa, que por le corresponde; no es que que- ramos quitarle nada a la Provincia de Santa Cla- ra, sino, precisamente, lo que realmente le corres ponde a la de

la ley Matanzas. Yo quiero que la Asamblea sea un poco bene- volente conmigo, porque yo no he hecho uso de la palabra durante la celebración de las sesiones, pero tengo que defender una cosa, precisamente, que nos justicia.

pertenece y es de Y voy a hacer un relato, o una información his tórica, de por qué ja Ciénaga de Zapata es de Matan zas y la Convención Constituyente debe, en este mo- mento, hacerle justicia y no como decía el señor Pra vo Acosta dejario para otra oportunidad, sino qu ahora, precisamente, deben dársele los limites que le corresponden a la Provincia de Matanzas, ya qua el Gobernador americano nos hizo, sin justicia, una Orden Militar, la 167, que nos tronchó precisamente una cosa que nos correspondía desde la constitución de la Isla de Cuba.

Yo voy a rogarles a mis distinguidos compañeros que tengan benevolencia conmigo y me perdonen, porque voy a ser algo extenso con relación a la his toria de la división territorial de Cuba.

(Sotavento).

BRAVO ACOSTA (ANTONIO): Para una cues- tión de orden, señor Presidente… Para un ruego a la Presidencia en el sentido de que por conducta de ella trasmita a los sefiores de que nos dejen oir Delegados un ruego al señor Mesa. Yo Yo quiero oir todos sus argumentos y es lógico que se nos deje es cucharle…
PROSTORNTE (GRAU SAN MARTIN): Traslado el ruego del señor Bravo Acosta, que hace suyo la Presidencia, a los señores Delegados.

Continúa el señor Mesa en el uso de la palabra.

MESA (MANUEL): (Continúa leyendo).

La Provincia de Matanzas tiene derecho a la Ba- hía de Cochinos, que es su costa sur, de acuerdo con

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las leyes de 1925. Por lo tanto, esta Convención Constituyente de 1940 debe resolver lo que no resol vió la dej Uno, y que le quita por una Orden Militar la Ensenada de Cochinos para la Provincia de San- ta Clara.

St. PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): A votación in enmienda.

DIHINO (MARIO E.): Tenía pedida la palabra en pro de la enmienda.

Sa PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): La señora Hernández la habia pedido en contra.

SHA HERNÁNDEZ (ALICIA) Señor Presidente y señores Convencionales: A mi juicio la proposi ción del Convencional sefior Mesa es propia, má bien, de una legislación posterior. Estimo que no es el momento actual el de decidir en el marco rigido de una Constitución los límites de una Provincia, El artículo del Dictamen de la Comisión Coordina dora es más amplio, establece para un futuro que si es necesario a las distintas Provincias fusionarse, de eldir aus limites, etc., se haga, y no que en un mo mento vamos a tomar una resolución en un problema sumamente grave, peligroso, en que habría que oir, sefiores Convencionales, a todos los habitantes de una Provincia, que va a ceder, no sabemos ha-ta que punto con justicia o no, una parte de su terri torio, que je ha pertenecido y que ha venido xiendo desde tiempo inmemorial parte de la Provincia, que se considera a los efectos de contribución tos los efec Mesa, económicos, como una fuente de riquezaa para la Provincia de Santa Clara, de lo que se le va a privar, y quizás si Matanzas tenga otras mejores y podría mos pensar que bamos a privar a la Provincia de Santa Clara de un territorio y que no tendría con que sustituir esa otra fuente de riquesa, de mane ra que yo propongo al señor Presidente y a ñores Convencionales, que dejemos de una manera conereta a una legislación futura, a una consulta amplia de In Provincia, si es que se va a insistir ello tal problema, que en tal caso queda abirea puerta para asi hacerlo en el artículo del Dictameo ni nada rigids.

Me opongo que aqui, señores Convencionales, dé la simiente para establecer una guerra civil en el futuro entre dos Provincias eubanas,

ATCMA (FRANCISCO) (Interrumpiendo). Pa

mente

que no establece nada estricto ra abundar en los razonamientos que está exponien do le distinguida compañera Hernández, Yo quiero darle más datos y también expresarle a la Asamblea Constituyente que el Término Municipal de Aguada de Pasajeros, que era un Barrio de Cienfuegos, sur gió con un territorio especial, en que su mayor ri queza, casi su única riqueza, es la Ciénaza de Zapata: si nosotros aqui, en esta tarde le cercenamos la Ci naga de Zapata al Término Municipal de Aruada de Pasajeros, de hecho estamos quitándole toda la vida al mismo. Esta es una cuestión injusta completa

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Tiene la pa- labra el señor Mujal para una cuestión de orden.
MUJAL (EUSEBIO): Señor Presidente y seño res Convencionales: Yo oigo con placer las pala- bras del señor Alomá, que está defendiendo a la Provincia de las Villas, y deseo convenir con la Pre- sidencia, para rogarle que es una Aclaración lo que ét ha pedido, y que si seguimos con este orden, en que las aclaraciones se transforman en turno, vamos a seguir sin terminar nunca. Le ruego al compa fñero Alomá que deje que la emocionada palabra de la compañera Hernández defienda a la Provin eia de las Villas contra las demandas justas de Ma tanzas.
ALOMA (FRANCISCO): Si usara la palabra

fué por gentileza de la compañera Hernández, en un trámite reglamentario, y para abundar a sus ra zonamientos, porque si aquí se va a cambiar el li mite de las Provincias, de acuerdo, pero es injusto. repite, que se le cercene a una sola Provincia su te rritorio

SRA. HERNÁNDEX (ALICIA): Quiero darle las gra

cias al señor Mujal por venir a protegerme en el uso de la palabra. Se to agradezco, pero yo habis tenido esa gentileza con el compañero Alomá, pre cisamente porque quería que se abundara en este problema, de manera que esta vez no necesitaba de esta protección, que me ha hecho falta en otras oca siones y al paso no he tenido, desgraciadamente, quien salga

Abundando en las razones que antes expure y qu también ha expuesto el Convencional señor Aloma. ereo, como ya dije, que este problema tan candente qu que este problema tan dificil que necesita de tudio profundo, de muchos días, de un estudio ra zonado, de un referendum popular, no debe de nin gune manera estudiarse en esta tarde, ni lievarse al marco estrecho de una Constitución. Es necesario posponerlo, porque no solamente a mi juicio no cua dra de una manera total, y que pudiéramos decir cientifica, en una Constitución tal medida, sino pa ra el futuro, previendo la integridad nacional, les conflictos internos que se pudieran presentar a la paz cubana. Es necesario, señores Convencionales, tener mucho cuidado con este problema que puede desencadenar una guerra civil, como dije antes, por que se va a hacer una agresión a una Provincia que hasta ahora ha venido contando con la Ciénaga de Zapata, como una de sus fuentes de ingreso, La mentamos mucho que la Provincia de Matanzas n tenga las dos costas: la Provincia de Matanzas, en cambio, tiene otras belleras, y otras riquezas que nosotros, los se en

Es

MESA (MANUEL): La Ciénaga de Zapata está

nosotros los villareños admiramos y anhelamos para pero que no las pedimos. pidiendo, ha pedido en muchos casos, por instancias firmadas a Gobernadores de Matanzas, la incorpora- ción, porque no hay auxilio a’li. Está reciente el caso de que nos han dado cuenta todos los peris dicos de que un rayo mató a dos pescadores y han mes sin recogerlos, porque no podía ir

Sa. MUJAL (EUSEBIO): Pido la palabra para una estado un cuestión de orden.

el Juzgado.

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SHA, HERNÁNDEZ (ALICIA): Ignoraba tal sucedi do, ya que el Término de Aguada de Pasajeros pur de atender eso. Hay muchos lugares de Oriente que están ain comunicaciones y que no se puede llegar a ellos, y por eso Oriente no va a desprenderse de ellos, de manera que no es una razón para que la Ciénaga de Zapata vaya a adicionarse ahora a la Provincia de Matanzas; ignoraba totalmente que los habitantes de la Ciénaga de Zapata hubieran hecho esas peticiones, quien sabe si alguno lo habrá he cho; siempre se han mostrado conformes y de acuer do con permaneeer como hasta ahora, es deeir, en el territorio de la Provincia de Santa Clara.

Para concluir señor Presidente y señores Delega dos: no es una cuestión de regionalismo. Compren do que los matanenros quieran tener dos costas: No me opongo a ello, pero me opongo de una manera terminante que sea con sacrificio de la provincia de Santa Clara, y que eso no se puede hacer sin antes hacer una consulta popular y detenida a todos los habitantes de la Provincia de Santa Clara.

He terminado,

SR PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Tiene la pa labra el señor Dihigo,

DIIGO (MARIO E.) Señor Presidente y se

fiores Delegados: Antes de comenzar a consumir el turno a favor de esta Enmienda quiero contestarle a mi distinguida compañera señora Hernández de la Barna, que no se trata, realmente, de que la Cons titución fije limites inter-provinciales, sino que fije y es el siguiente: que un principio general, y es todas las provincias tienen derecho a tener costa norte y costa sur, principio que arraiga en base muy lejana, desde que se hito la primera división terri torial de Cuba. Desde que Velazquez fundó las pri meras Villas, hasta 1607, Cuba constituyó una uni dad polítien y geográfica: pero desde de 1607, y per Real Orden del Monarca español Felipe Tercero, se divide la Isla en dos Departamentos, el Oriental y el Occidental y se puso como requisito indispenss ble, desde entonces, que ambos tendrán la mar A una y otra parte. No era posible, que se concibiera que una Isla que tiene tanta longitud y tan pocs latitud, pueda dividirse de otra manera que dejan do las costas norte y sur Ebres para cada provin ein, ya que no es necesario que, como ocurre om países continentales, nos encontremos con provin

eins interiores sin costas. Lamento que el señor Alomă no esté presente, pa ra contestarle su argumentación en el sentido de decirle que Aguada de Pasajeros nunca tuvo la Cie naga de Zapata. Si ahora la tiene es por un error. al enal voy a referirme. La Ciénaga de Zapata in uno de los barrios que constituyó el Municipio de Jagüey Grande. Hav en esto antecedentes histór cos, sobre los cuales voy a pasar rápidamente.

Yo había preparado un pequeño eroquis, que ten go aquí, con el propósito de mostrarlo rlo a los l Asan bleistas, y y rogaria que se colgara en lugar visible, a fin de poder explicar las condiciones especiales en que se encuentra ese territorio.

Quiero advertir, desde el comienzo, que no se tra ta de ningun sentimiento de provincia a provizicia;

quiero decir, que los habitantes de la Ciénaga de Za pata no tienen ningún motivo para preferir perte necer bien a la Provincia de Santa Clara o a la de Matanzas; pero, que existen obstáculos de orden geo- gráfico que impiden completamente que la provincia de Santa Clara pueda atender a las necesidades de los habitantes que alli viven.

Su. ALOMA (FRANCISCO): Me permite una inte rrupción el sefior Dihigo, con la venia de la Pre- sidencia! Desde luego pudiera ser que yo con es to, le diera más datos al señor Dihigo, precisamen te por ser conocedor y tener conexiones precisas con el Término Municipal de Aguada de Pasajeros: Si a la Ciénaga de Zapata se le segregara al Muni cipio de Agnada de Pasajeros y por consiguiente a la Provincia de Santa Clara, tendríamos el caso extraordinario de…

SA, DEL BUSTO (FERNANDO): Esto es una clase de geografia!

Sa Danoo (MARIO E.): Otras cosas peores era la Asamblea, señor del Busto.

Su. ALOMA (FRANCISCO): Yo he tenido la suerte de recorrer toda la provincia de Santa Clara, especialmente la Ciénaga, y si se pregunta a los in bitantes a qué provincia quisieran pertenecer, no por el hecho de pertenecer a Santa Clara, si no por la distancia extraordinaria que hay que recorrer desde la Ensenada de Coshinos a Caleta Buena, a Playa Jirós, al Toro, al Inglés, Caleta Redonda. desde todos esos lugares, tengo la s seguridad que en seguida manifestarían su conformidad para perte necer a Santa Clara, porque es que iriamse a llevar a enos habitantes a un recorrido de más de ciento pico de leguas para resolver sus problemas en Ja güey Grande. Ye conozco palmo a palmo la Ciéna ga de Zapata y podría hablar mucho de ella a todos los sefiores Convencionales, aseguro que vamos a hacerle un un daño a la Ciénaga de Zapata si cereena- mos ese territorio a la provincia de Santa Clara. para anexionarla a Matanzas. Yo podría dar m chos informes al sefior Dihigo sobre esto, y tengo la seguridad de que se convenceria, porque aqui lo que defendemos los Delegados a la Convención por provincia de Santa Clara, es justo, es una coss más que justa.

Sa. DAIGO (MARIO E.): Acepto mur gustoso Ine Informes que me proporciona el señor Aloma, y me propongo darle otros informes, con lo enal vamos a establecer un cambio de informos entre él y yo.

El señor Alomé debe saber que hay algunos luen res en la Ciénaga de Zapata que tienen tales tipos de comunicación que para concurrir desde ellos a la cabecera del Partido Judicial, que es Cienfuegos, se necesitan tres días de viaje.

Señores: Tres días de viaje, es tiempo suficien te para ir hasta Nueva York, en un vapor, y tres dias de viaje es suficiente para ir a Lima, en Pe rå, en avión! Y, esos habitantes de la Ciénaga d Zapata, tienen la necesidad imperiosa, para trami tar sus asuntos de todas clases, de trasladarse con dificultades, que son tan grandes que desde el punt de vista de la distribución militar, la Ciénaga de

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Zapata pertenece al Cuarto Distrito Militar, que es el de Matanzas, y depende de las Capitanfas de Unión y de Jovelianos, y no desde el punto de vista administrativo, que pertenece a Santa Clara.

ALOMA (FRANCISCO): Desde luego que seria ennsar demasiado la atención de los Convencionales, si me pusiera a enumerar al señor Dihigo los da tos que he vivido.

La Ciénaga de Zapata empieza en la Ensenada de Cocodrilos.

): Vamos a SR. DIHIGO (MARIO E.): colgar el cua dro. Vamos a fijario, señor Presidente, y le ruego que asi lo ordene, del cordón que pende desde el micrófono, coloendo alli a ese efecto, al objeto de hacerlo visible a todos los señores Convencionales.

(La Presidencia la ordena y asi se verifica).

fin. ALOMA (FRANCISCO) Quiero decir, que em pieza en la Ensenada de Cocodrilo, más tarde Caleta El Inglés, el Toro, Playa Girón, y así sucesivamen te hasta llegar a la Ensenada de Cochinos,

Fijese el señor Dihigo que es más cómodo venir a Cienfuegos, al extremo que los pescadores, que tienen sus negocios en esa zona van por el Castille de Jagua a Cienfuegos,

Es una cuestión indiscutible.

Yo puedo señalar estos datos al señor Dihigo, por que como hube de explicar al principio, he vivido en esos lugares. Después nos encontramos que entran do por el Central Carreño, y luego por toda esa li. nea, se hace una comunicación fácil por Aguada de Pasajeros a todos los habitantes de la Ciénaga, tam bién por Juraguá por el Castillo de Jazua a Cien fuegos,

En cambio, que ocurriría, como pretende la repre sentación matancera, que al incorporarse la Ciéna ra a la Provincia de Matanzas los habitantes de la Península de Zapata, tendrían que salir a Jagüe Grande, con un perjuicio enorme para los mismos,

Si nosotros aquí estuviéramos hariendo el limite de todas las Provincias, bien, pero, es de toda injus ticia que le hagamos esa agresión a Santa la que no defiendo por ser sino ritu de justicia, porque igualmente defenderia a todas las provincias, y ayudaría a todos los Delegs dos a defender los límites de sus respectivas provin eins. Esta es una razón fundamental además de las muchas enumeradas, y que me dan toda la razón.

St. Dio (MAR) E): Continuando en el bos quejo histórico que había comenzado desde la prime ra división que se hizo de la lala, estableció el Mo narca que las dos divisiones tenían que tener costa Norte y costa Sur.

Posteriormente, se divide la isla en Departamen to Oriental, Departamento Central, y Departamento Occidental y se señala en los límites entre el De partamento Oriental y el Occidental, en su parte sur precisamente la Bahia de Cochinos. Luego, euando se hace en 1878 la organización de las provincias, extendiendo a Cuba un régimen que ya estaba

te en Puerto Rico desde 1870, se distribuyen las seis provincias y se señala a las provinezas de Ma- tanzas y Santa Ciara los mismos limites que estaban seiniados desde Ja27 y que son los timites naturaies, los limites que la naturaleza ya marca. Es decir, empexando desde la laguna del Tesoro que es el pun- to señalado alti en que convergen las dos lineas ro Ja y negra, hasta el fondo de la Bania de Cochinos, en el punto conocido por la Máquina, por el hecho de ir desembocar alii un ferrocarril de via estre cha. De modo, que al organizarse las Provincias, y esto es algo que quiero puntualizar para que naya tundamento para decir que la Provincia de Santa Clara ha tenido este territorio desde tiempo inmemoriai, porque voy a precisar desde cuando io tiene, y la forma extraña en que lo tiene dosde que se dividió por Provincias, la Ciénaga de Zapata pertenece a ja Provincia de Matanzas. Veamos nues tras Constituciones. La de Guaimaro, hace la di visión por Provincias y marca exactamente la Ba- kia de Cochinos, como la divisoria entre Matanzas y Santa Cara. La de Jimaguayú no hace mención de limites, y la de la Yaya dice que una le- gislación posterior mareará los limites entre las pro- vincias, y esa jegislación de la República en araus, señala ei punto de divisoria entre Matanzas y Santa Clara. De modo, que la Constitución de 1901, cuando se hace, ne encuentra con el hecho de que a divaión està en el fondo de la Ballia de Co- chinos, y el artículo tercero, que yo me voy a per mitir jeer, de la Constitución de 1901, dice: (lee).

La Constitución del Uno fué aprobada el 21 de Febrero, publicada en la Orden Militar No. 100 de 14 de abril de 1902, y promuigada en Mayo 20 de 1902. Desde el momento en que fué aprobada esa Constitución es intangible, pero ¿qué ocurrel Que tres dias antes de promulgarse la Constitución, el 17 de Mayo de 1902, se dicta la Orden Militar No. 167, que señala el limite entre las dos Provincias, utili zando el río Hatiguanico que corre de Este a Oeste y viene a desembocar en la Ensenada de la Broa Esta disposición de una Orden Militar es absolu tamente sula e inolservable y vamos a leer la Dia posición Transitoria atinente a etse caso.

La séptima disposición transitoria de la Constitu- Clara,ción de 1901 dice: «Todas las leyes… (les).

Y sienta en la Vela doctrina del Tribunal Supreto que dice lo siguiente, al hablar de las atribuciones que ese Tribunal tiene para conocer la inconstitucionali dad de las leyes: «De lo que se sigue… (les).

Veamos las Constituciones posteriores. La de 1929 repite las mismas palabras. «Las que conservarán los mismos limites que hoy tiene…

ALOMA (FRANCISCO): Me permite el señor Dihigo una interrupción, con la venia de la Prosi dencia?
DIIGO (MARIO E.): Con mucho gusto.
PAESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Tiene la pa labra el señor Alomá.
ALOMA (FRANCISCO): Para aclararle al doc vigentor Dihigo que si todas esas cosas se determinaron y

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se consignaron, y que la Ciénaga de Zapata pertene- cía al territorio de Santa Clara y está asi actualmen te, es porque en los estudios hechos se ha comproba do que ese territorio debe pertenecer a Santa Cla- ra para comodidad de sus habitantes y no a Ma- tanzas.

SE, DIIGO (MARIO E.): Es una conclusión fa- talista a la que llega. el Delegado, pero no tiene bas para hacerla.

que estamos escribiendo usando

Si la Constitución za In misma frase «con los mismos limites «, va en tonces a convalidar un hecho que es a todas luces ile gal, porque esa orden No. 167, promulgada después de la Constitución, después que la Constitución fuê aprobada, tiene que declararse nula y sin valor, puesto que se opone a ella.

Lo que pide la enmienda es sencillamente, sentar el principio, que no puede disentirse, de que las Provintias de Cuba deben tener costa Norte y Cos ta Sur, y dada su localización de nuestro territorio, tenemos…

Μα. Καν (ΒΑΝτίλας): ¿Me permites hablar del Sr. Di? figura una interrupción, con la venia de la Presidencia

DIHIGO (MARIO E.): Con mucho gusto
PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Tiene la pa a manera labra el señor Rey.
REY (SANTIAGO): Yo he escuchado con mu

cho gusto al docter ter Dihigo, como anteriormente e cuché la lectura del documento. Quiero hacer al doctor Dihiro estas dos pequeñas observaciones, una, referente al mapa. El mapa está perfectamente sincronizado con el discurso del doctor Dihigo, y no quiero negar con esto que sea un mapa estrie tamente ajustado a las costas de Cuba y a la divi xión de la Provincia, pero debo declarar a la ves que me parece completamente distinto a los que yo recuerdo haber visto hasta ahora.

Sn. Dimao (MARIO E.): Me permite el Rey una interrupción a su interrupción señor

Sp. Ken (SANTIAGO): Con mucho gusto.

Su. DIIGO (MARIO E.): Tendría mucho gusto en que el señor Rey fuera allá y pudiera arreglarle lo que está mal.

RET (SANTIAGO): Me bastaría con que el ma.

pa se confrontara con un mapa ordinario de Cuba de esos que aparecen en el texto de cualquier Geo grafia escolar. Créame el Dr. Dihigo que viendo su mapa recuerdo un viejo enento que lei, en que se refería, que ante un cuadro en que un hombre con sus manos estrangulaba un león, cierto león que oca sionalmente lo contemplaba se hizo esta sonriente re- flexión: Qué bien se conoce que no fué león el pis tor! Ese mapa, seguramente, no lo ha dibujado un hombre de la la provincia de Santa Clara.

DIHIGO (MARIO E.): Lo ha pintado un hom- bre precisamente muy amante de la Provincia de Santa Clara.
ERY (SANTIAGO): Yo le iba a sugerir al se ñor Dihigo lo siguiente: La enmienda tal como él la mantiene, me parece que no es completa,

Un precepto en la Constitución que diga amplia- mente que las Provincias tendrán costa Norte y Sur, es algo que me parese demasiado vago. Ami juicio el método a seguir debía ser el el siguiente: se aborda desde ahora la fijación de los límites de las Provincias, o por lo menos se establece en esu enmienda un apartado que diga que algún día, en alguna época, una ley del Congreso será la que de termine osos limites, en que está señor Mesa y varios firmamos una

porque la forma redactada la enmienda, confieso que la encuentro absolutamente insuficiente SK. DIIGO (MARIO E.): El Delegados de la Provincia de Matanzas enmienda que fué presentada a a la Sección correspon diente y a la Comisión Coordinadora, que era más in que el señor Mesa ha presentado en el día de hoy. Dice el artículo sexto lo siguiente… HERNÁNDEZ DE LA BARCA (ALICIA): Pido la

completa que

palabra para una cuestión de orden,
PRESIDENTA (GRAU SAN MARTIN): Tiene la pa labra la señora Alicia Hernández.

SBA. HERNÁNDEZ DE LA BARCA (ALICIA): Está pre- sentada una enmienda. El compañero va a leer otra, de información, o va a ser sustitutiva de la ! A manera de información,

que está presentada 88. DIIGO (MARIO E.): y que completa y redondea lo que perseguimos, va mos a presentarla, estamos en tiempo, en cualquier momento.

Sa. Nóšez Mass (Dunao): Queremos saber la que se está discutiendo,

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): La presenta da por el señor Mesa,

SA DIRICO (MARIO E.): Pero yo tengo el derecho ahora de hacer una nueva enmienda. Yo aprovecho lo que tiene la otra y la ampllo de acuerdo con una sugestión, que me parece muy atinada del doctor Rey, después de hacer in enmienda en la forma en que la Convención se ha producido, tenemos la transitoria. refiere a osos limites: (Lee).

DISPOSICION TRANSITORIA- A los efectos

en lo que se del articuls 60, la linea divisoria entre las actuales Provincias de Matanzas y Santa Clara será is deter minada por el Párrafo Segundo de la Orden No. 107 de 17 de Mayo de 1902, hasta la desembocadura del río Hanábana en la Laguna del Tasoro, y desde este punto continuará hacia el Sur, orillando la expresa da Laguna por el Este y el Sureste hasta encontrar el río Santa Teresa, y seguirá por el curso de este rio hasta su desembocadura en la Bahia de Cochinos.

donde terminará, Esta disposición no será observada en las primeras elecciones que se celebren para cubrir cargos públi cos después de la promulgación de esta Constitución.

(Pdo.) Mario E. Dihigo.

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para

Yo presento esta enmienda en la forma en que está. SH. CAPABLANCA (RAMmo): ¿Me permite una inte- rrupción

DIHIGO (MARIO E.): Con mucho gusto.
CAPABLANCA (RAMMO): No me atrevería a tan to como rogar al compañero señor Dihigo y al com- pañero señor Mesa, que retiraran la enmienda tienen presentada. Pero по sé si con la aclaración que voy a hacer esto pudiera resultar.

Tengo presentada a la Mesa una enmienda al Ar- tieulo 5, en la cual se expresa simplemente que el te rritorio de la República se dividirá en Provincias, y éstas en Términos Municipales, sin hablar absolu tamente de limtes. Y después, en el articulo corres- pondiente al Régimen Provincial, se dice que las Pro- vincias podrán fraccionarse y dividirse y formar nue vas Provincias o alterar sus limites, de manera que cae dentro de este precepto constitucional que en otra oportunidad el asunto se plantee en el Congreso, con todos los datos necesarios, y que la ley, si si es es justa, se apruebe. Es to que quería decir al compañero Dihi si estima que en esta redacción, en esta nueva

formulación del articulo podrán en en el el mañana cum plirse los propósitos que mantienen y defienden los Representantes de la Provincia de Matanzas. Sa. Dentoo (MARIO E.): El concepto que explica mi querido compañero, señor Capablanca ha sido ex presado ya por la señora Hernández de la Barca y por otros compañегов posposición

Yo contestaré a eso, con las palabras finales que voy a decir dentro de unos breves momentos.

Nosotros no podemos retirar esta enmienda, ante promesa, ante esa esa cho que constituye Se trata de un he- lo largo de 295 años una deter- minación sin precedentes históricos, sin precedentes geográficos, sin precedentes administrativos ni poli- ticos que e viene a determinar una profunda perturba ción en las condiciones de vida de los habitantes de la Ciénaga de Zapata, que me aventure a decir que probablemente ha sido y que constituye el núcleo de población más abandonado de la República de Cuba y más lejano de la eivilización.

ALOMA (FRANCISCO): Me permite el compa ñero una interrupción, con la venia de la Presiden ciat
DIIGO (MARIO E.): Con mucho gusto.
ALOMA (FRANcmoo): Desde luego,

respetable opinión del señor Delegado de la Provima eia de Matanzas, pero los Delegados de la Provincia de Santa

Clara opinamos lo contrario. 88. DIRIGO (Manto E.): (Interrumpiendo): Hay algún precedente, hay algún antecedente que justi división general!

fique ena SR. ALOMA (FRANCISCO): Yo tengo la seguridad, al contrario de lo que que ha ha expuesto el señor Dihigo, que si se celebrase un referendum en toda la zona de la Ciénaga de Zapata, ésta querría unánimemente per tenecer a la Provincia de Santa Clara,

St. DIHIGO (MARIO E.): Es que el hecho se ha da do, y un número considerable de firmas, que consti-

tuyen casi la totalidad de los habitantes, lo ha pedido reiteradamente, así lo solicitó del Congreso, sin que éste hiciera nada por reparar esta enormidad jurídi ca, geográfica, histórica y política en todos los aspec tos que puedan considerarse. Esto constituye la ano malia de que sea la única Provincia de la República de Cuba que carece de Costa Sur, y estando los hom- bres que alli viven, obligados sa una serie de circuns tancias adversas para poder vivir, debido aesa divi

sión arbitraria que se ha hecho, Por eso hemos creído que este es el momento opor tuno para subsanar este error, porque tenemos la se guridad, además, de que si se dejase al Congreso pра ra resolver este desaguisado, encontraríamos más que justificado, entonces, que se invoque el favor de Dios en el preámbulo de la Constitución…

ALOMA (FRANCISCO): ¿Me permite una inte rrupción

SR Ditto (MARIO E.): Ya he terminado.

St. ALOMA (FRANCISCO): Ruego entonces a la Pre- sidencia que me permita hacer una ligera explicación.

St. DIIGO (MARIO E.) Quiero decirle a mi que rido compañero, que vo sov una de esas personas que ana vez que dicen lo que tienen que decir, no pueden decir nada nuevo. Por eso, expresados mis puntos de vista, lamento no poder darle la oportunidad para interrumpiera, no tengo más nada que decir.

que me SR. ALOMA (FRANCICO): Con la venia de la Pre- sidencia, para hacer una pequeña observación sobre este punto, en lo que concierne a las manifestaciones el señor Dihigo. que ha hecho el

Este asunto fué planteado en el Congreso de la Re- pública; el 4 distinguido compañero por Matanzas, se for Prisciliano Piedra presenté una proposición de ley en ese sentido, pero resultó que aquel Proyecto de Ley, que venia documentado con firmas, era ex clusivamente del grupo que componen el Central Australia. Quiere decir, que fueron a tomar las fir man de los que están próximos a a Jaguey Jaguey Grande, pe- ro no se internaron en Ciénaga de Zapata para recoger esas firmas, porque alli hubieran alcanzado la negativa de todos sus habitantes,

BURTO (FERNANDO): Pido la palabra para una cuestión de orden.
PAESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Tiene la pa labra el señor Busto.
BUSTO (FERNANDO): De acuerdo con el Regla- mento, para solicitar la suspensión de la sesión y con tinuaria mañana, una vez terminada la votación
PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN) Cuando ter- mine la votación.

Se pone a votación la enmienda del señor Mesa.

RET (SANTIAGO): Votación nominal.
PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍS): Los que es tén enoformes con la enmienda del señor Mesa, vo tarán que al, los contrarios, que no,

(Se efectún la votación).

PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Han votado 44 señores Delegados, 35 que no y 6 que si.

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Queda rechazada la enmienda.

Votaron en contra los señores: Aloma, Alvarez de la Vega, Bravo Acosta, Rusto, Cahrers Hernández, Corders, Corona, Cortina, Cuervo Navarro, Dellundé, Esteva, Pueyo, Galano, García Agüero, Garcia Ro- driguez, Granda, Hernández de la Barca, Ichaso, Lau- rent, Lopez Negrón, Mañack, Marinello, Marques Sterling, Martinez Sáenz, Meso, Núñez Mesa, Orizon- do, Prio, Rey, Robau, Roca, Rodriguez Cartas, Sán- chez Mastrapa, Villock, Capablanca, Ochoa y Grau..

Votaron a favor los señores: Boada, Dikigo, Mem, Moreno, Mujal y Parrado,

Tiene la palabra el señor Cortina.

Sa. CORTINA (JOSÉ MANUEL): Señor Presidente y señores Delegados: He pedido la palabra para dos cuestiones: la primera, por razones reglamentarias, para poder decir algo sobre el motivo de mi vote, y la segunda, para aprovechar la eircunstancia de que voy a hablar, y tratar, fundado en la benevolencia de los señores Convencionales, de otro problema inciden tal y muy breve.

En cuanto a los motivos de mi voto negativo, no es porque erea que no tienen razón los proponentes so bre las cuestiones que se han suscitado aquí de en rácter territorial. Creo que pudieran tener razón, pero la indole del asunto requiere otra técnica, otro procedimiento, y puede ser en todo tiempo resuelto en el futuro por medio de Ley que permitiera una Ley una información y estudio más detenidos.

El otro problema que deseo tratar es que el Con vencional doctor Orestes Ferrara está todavia recluí- do en su lecho de convaleciente, y por esto no puede venir aquí a mantener y discutir sus ideas. El doctor Ferrara envió al Convencional señor Rafael Guán In- clán un escrito para que lo diera a conocer a la Asam blea, y en el que hace observaciones, sugerencias y tudios sobre el tema que estamos tratando,

El doctor Guás, al no poder concurrir a esta se sión, me ha transferido el encargo del doctor Ferrara.

El trabajo enviado constituye una labor reflexiva interesante, que merece ser tomado en cuenta por los señores Delegados al resolver los artículos de la Constitución que estamos discutiendo. Me permito, en vista de esto, presentar el escrito del señor Fe rrara a la Mesa, a fin de que se repartan copias, con toda urgencia, para mañana, a todos los señores De- legados, y que quede además el sel original sobre la me sa, para que ai cualquier De quiere pedir la lectura de todo el Delegado oportunamente de documento o to o parte la Convención pueda acordarlo asi y realizar- to fácilmente.

Para que se pueda cumplir lo que propongo, envio a la Mesa, en este momento, el eserito fiero, a que me r

D. BUSTO (FERNANDO) Pido la palabra, se- for Presidente, para reiterar el pedimento.
PRESIDENTE (GRAU SAN MARTÍN): Se están ex- plicando los votos,
DEL. BUSTO (FERNANDO) Es que con la expli- cación de votos nos van y lo que queremos las nueve de la abreviar y ganar tiempo noche,
PRESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): La Presi- dencia ruega al señor Busto, que concrete su solici tud.

Sa. Dm. Baro (FERNANDO): Mi solicitud consis te en que se declare permanente la sesión, suspen diéndola en el estado en que se encuentra, para con tinuaria mafiana aalas a 4 de la tarde.

BRAVO ACOSTA (ANTONIO): En el caso de que la Asamblea lo acuerde, que sea a las 4 de la tarde.
DEL BUSTO (FERNANDO): A las 4, a Ins 4.

Sa. PAESIDENTE (GRAU SAN MARTIN): Aprueba la Asamblea la proposición del Delegado señor Busto?

(Señales afirmativas).

Aprobado.

Se levanta la sesión. (Eran los 8 y 10 Р. М.)