CTP: Intervención de Adolfo A. Franco, Administrador Asistente para América Latina y el Caribe, Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID)

Intervención de Adolfo A. Franco,
Administrador Asistente para América Latina y el Caribe, Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID)


Presentado en el

Seminario Estados Unidos – Cuba

Patrocinado por el

Instituto para Estudios Cubanos y Cubano-Americanos
Universidad de Miami

Sábado 4 de octubre de 2003

Hotel Biltmore, Coral Gables, Florida.

Deseo agradecer a la Universidad de Miami y al Profesor Jaime Suchlicki por invitarme a estar hoy con ustedes. El Dr. Suchlicki y su Instituto están ayudando a construir una base sólida para el planeamiento de la ayuda a un futuro gobierno de transición en Cuba.

Muchos de nosotros estamos convencidos de que un cambio transcendental espera el final del gobierno de Castro en Cuba. El pueblo cubano suscitará ese cambio y será quien determine su dirección. Queremos que ese cambio sea pacífico y que ocurra pronto. Debe traer al pueblo cubano todos los beneficios de la democracia y de la libre empresa. La Agencia que represento -la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)- está comprometida a trabajar con el Departamento de Estado, con el
resto del gobierno de los Estados Unidos, y con los pueblos libres en todo lugar para ayudar al pueblo cubano a tomar parte activa en la tarea de dar forma y administrar ese cambio.

El Administrador de USAID Andrew Natsios ha escrito un documento referente a la necesidad de ayuda humanitaria durante la transición. Tendremos un seminario en Washington el 16 de enero de 2004, para discutir sus recomendaciones. Los invito a todos a participar. Creemos que el rápido y continuo desarrollo de una sociedad civil genuinamente independiente en Cuba es fundamental para el éxito de la transición venidera. Es verdad que muchos de los líderes de la sociedad civil cubana languidecen hoy en día en confinamiento solitario en esa isla prisionera. Han pagado un alto precio por sus ideales democráticos. Pero su ejemplo está inspirando a muchos otros. Como resultado, las filas de los activistas democráticos cubanos están aumentando. El pueblo cubano está empezando a perder el miedo a la represión. El Episcopado católico cubano, cinco años después de que el Papa Juan Pablo II pidió al pueblo cubano que no tuviera miedo, ha pedido recientemente que Castro libere a todos sus prisioneros politicos y comience a respetar los derechos humanos básicos. Los defensores de los derechos humanos en Cuba, los periodistas independientes, los bibliotecarios independientes y los miembros de otras organizaciones independientes han comenzado ya a guiar al pueblo cubano hacia una rápida y pacífica transición a la democracia.

Es de suma importancia que las personas libres de todas partes proporcionen a los activistas cubanos todo el apoyo moral y material, la información y el entrenamiento que necesitan para llevar adelante su misión. Ustedes pueden colaborar con su tiempo y su dinero con las muchas organizaciones no-gubernamentales de Estados Unidos que apoyan a los activistas cubanos. Pueden estar seguros que nosotros en USAID seguiremos haciendo todo lo que podamos. Desde 1997, la USAID ha proporcionado 26 millones de dólares para aumentar el flujo de información veraz sobre democracia, derechos humanos y libre empresa hacia, desde y dentro de Cuba. Seguimos construyendo solidaridad con los activistas cubanos de derechos humanos, damos voz a los periodistas independientes, defendemos los derechos de los trabajadores cubanos, ayudamos a desarrollar organizaciones no-gubernamentales cubanas independientes, y proporcionamos vínculos directos con el pueblo de Cuba.

El régimen de Castro condena a la USAID por proveer alimentos, medicinas y otras ayudas a las familias de los prisioneros politicos. A través de los beneficiaries de nuestros programas, han llegado mas de 150,000 libras de alimentos y medicinas a las familias de los prisioneros politicos y otras víctimas de la represión. Estamos decididos a aumentar este apoyo. El régimen de Castro nos condena por proporcionar a la sociedad civil cubana 10,000 radios de onda corta, y casi 2 millones de libros, boletines y otros materials informativos. Vamos a hacer mucho más aún. El régimen de Castro condena a la TV y Radio Martí por romper el muro de censura que Castro ha construído en torno al pueblo cubano. La USAID continuará trabajando con Pedro Roig y sus talentosos colegas en TV y Radio Martí para ayudar a derribar ese muro.

Quiero también decir lo que NO haremos. No le dictaremos al pueblo cubano qué debe escoger. NO le pediremos que siga ninguna ideología o doctrina partidaria en particular. Ni animaremos al pueblo cubano a aceptar una mera sucesión de poder de un dictador a otro. Tanto Fidel como Raúl Castro deben abandonar el poder. Y debe surgir un verdadero gobierno de transición, que legalice toda la actividad política, ponga en libertad a todos los prisioneros politicos, desmantele todos los instrumentos de represión estatal, y programe elecciones libres, justas y multipartidistas.

El gobierno cubano ha publicado recientemente un libro analizando el colapso del socialismo marxista en Europa del este. El libro critica a los regimenes marxistas europeos por depender de una toma de decisiones centralizada, por perder el contacto con las masas, por proporcionar privilegios a las élites del Partido Comunista, por el dogmatismo, y por paralizar la creatividad. En otras palabras, el gobierno cubano ahora critica a los antiguos gobiernos de Alemania Oriental, Polonia, Hungría, Rumanía y Czechoslovakia por los mismos rasgos que han caracterizado siempre el gobierno de Castro en Cuba. Tal vez incluso los más íntimos colaboradores de Castro ahora ven que su régimen está encaminado a la ruina y el colapso.

Me parece que es el momento de incrementar nuestro apoyo a un cambio fundamental en Cuba y para el traspaso de poder a un verdadero gobierno de transición.

Una vez que esto ocurra, la USAID inmediatamente involucrará al gobierno de transición en acciones concretas para acelerar la ayuda humanitaria y para poner los fundamentos del desarrollo sostenible, del sector privado, y del económico. Tenemos las herramientas y tenemos la experiencia para ayudar a Cuba a romper el ciclo de pobreza y desesperanza.

Como muchos de ustedes saben, la USAID está trabajando actualmente con el Departamento de Estado y el resto del gobierno de Estados Unidos en la reconstrucción de Afganistán, y en el comienzo de la reconstrucción de Irak. Solo en Afganistán, desde los ataques del 11 de septiembre, el gobierno de Estados Unidos ha gastado $900 millones, principalmente a través de la USAID, para reconstruir la agricultura, los caminos, la electricidad, las redes de radio, las escuelas y las clínicas de salud de ese país.. Hemos reconstruido 142 escuelas, impreso 15 millones de libros de texto, y hemos comenzado el proceso de construir o reconstruir mil escuelas más en los próximos tres años. Hemos ayudado al pueblo afgano a revivir la agricultura. La producción de trigo ha aumentado en un 82% y han desaparecido las amenazas de hambrunas.

Lo que estamos haciendo y hemos hecho en el Asia Meridional y en el Medio Oriente, en Africa, y en el resto de Latinoamérica, podemos ciertamente hacerlo en Cuba.

Tal como lo hemos hecho en tantos otros países, la USAID trabajará con un futuro gobierno de transición en Cuba para cubrir las necesidades inmediatas de ayuda de emergencia para el pueblo cubano. Y ayudaremos a una Cuba democrática a procurar una red de seguridad social, de modo que sus sistemas de salud, educación y los sistemas de pensiones puedan ser revividos y apoyados. A pesar de la retórica de Castro, estos sistemas están hoy en ruinas.

La evaluación reciente hecha por el Programa Mundial de la Alimentación sobre la desnutrición en Cuba pone de relieve la necesidad de una ayuda alimentaria de emergencia. Durante varios de los últimos años Estados Unidos ha ofrecido ayuda alimentaria para el pueblo cubano. Castro siempre ha dicho que no. Prefiere una población malnutrida a que se ponga de manifiesto cualquier cosa que vaya en detrimento de su poder y su prestigio.. Entretanto, el pueblo cubano sigue sufriendo no solo hambre sino enfermedad. El jabón es un lujo en Cuba. El régimen de Castro prefiere emplear sus escasos recursos de otra manera.

Cuba necesita mucho más, sin embargo, que alimentos de emergencia y asistencia médica. Debe tener reformas fundamentals que permitan que surja y florezca el sector privado. Entre otras cosas, necesita urgentemente inversion extranjera para reconstruir su infraestructura e inversion extranjera para reconstruir el sector agrícola privado, de modo que pueda empezar a alimentar a su propio pueblo. La ciencia y la tecnología son palancas para aumentar la productividad agrícola; para aumentar los rendimientos y protegerlos de la sequía, plagas y enfermedades; para bajar los costos; y para mejorar los sistemas de almacenamiento de los alimentos y su calidad nutricional.

Como señala el Administrador de USAID Andrew Nastios, “el cincuenta por ciento del incremento de la productividad agrícola en el Tercer Mundo proviene de variedades de semillas mejoradas en los últimos 20 años. Por lo tanto, hay una relación entre ciencia y tecnología, y el aumento del ingreso entre las poblaciones pobres de areas rurales”. Los Estados Unidos es el líder en cuanto al desarrollo de estas tecnologías. Nuestros ganaderos y granjeros privados son los más productivos del mundo. Los granjeros, pescadores y, ganaderos cubanos deben tener libertad para poseer y operar sus propios negocios en mercados libres. La USAID y el sector privado de Estados Unidos les pueden facilitar entrenamiento y ayuda, y lo harán.

La tarea es urgente. En una isla que fuera considerada una vez la joya del Caribe, los años de mal gobierno y mala administración comunista han destruido la agricultura. Bajo Castro, Cuba ha tenido que importar no solo carne, sino también arroz, frijoles e incluso pescado, para proveer a sus expendios de artículos racionados y para alimentar a sus turistas.

Y, por supuesto, la infraestructura más básica se ha derrumbado, especialmente en las áreas ubicadas fuera de los enclaves turísticos.

Por ejemplo, la situación de la vivienda en Cuba es horrible. Con frecuencia varias familias se ven hacinadas una sola habitación, muchas veces sin electricidad. Edificios enteros se derrumban en las calles. La basura y los desperdicios se dejan de recolectar durante meses. Brotes de dengue y otras enfermedades contagiosas prosperan en las condiciones antihigiénicas que Castro ha permitido que surjan y proliferen. Pero aún más intolerable es el desorden social que el comunismo cubano ha traído consigo. El turismo sexual involucra el abuso flagrante de niños. Todo esto debe ser eliminado. Un gobierno democratico cubano fuerte y determinado debe hacer frente a estas situaciones y erradicarlas. Prometemos nuestro pleno apoyo.

Cuarenta y cinco años de gobierno dictatorial en Cuba, según creo, terminarán pronto. El período que siga podría ser caótico, porque el gobierno cubano no ha hecho nada para preparar un cambio ordenado. Una transición exitosa a la democracia, la libre empresa y la prosperidad no está asegurada. La continuada represión de la disidencia, de la creatividad, de la sociedad civil independiente y de la empresa privada sera un obstáculo para la transición pacífica. Es hora de liberar a todos los prisioneros politicos y permitir la libertad de expresón, la libertad de información y todas las demás libertades consagradas en la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Hago un llamado a todo el pueblo de Cuba, que ha sufrido tanto tiempo bajo esta dictadura, a extender su mano a ideas nuevas, a pedir a las embajadas extranjeras y a los turistas extranjeros y a los empresarios extranjeros copias de la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y libros, periódicos, videocassettes, acceso a Internet y toda la información a la cual tienen derecho como seres humanos. Exijan el derecho a tener fuentes independientes de información, para poder desarrollar sus propios pensamientos y hacer sus propias decisiones sobre sus vidas, y para que puedan participar en la construcción del futuro de Cuba.

Para concluir, quiero recitar unos versos de un poema escrito por el periodista cubano encarcelado, Manuel Vázquez Portal. El poema fue sacado secretamente de su celda de confinamiento solitario en la presión de Boniato, en Santiago de Cuba, donde acaba de comenzar a cumplir una sentencia de 18 años por escribir la verdad.

Cuando impone el silencio su majestad sinfónica,
el cielo entra a mi celda.
Entonces no soy pobre
ni estoy solo.

La música esencial de planetas lejanos
me enriquece y me puebla.
soy el mundo creciendo en una ergástula:
Crezco hasta los perdones,
me acerco más a Dios.

Voy prodigando alivio a todas las afrentas
e ignoro las traiciones.

Quien allanó mi casa
con oculto furor de bayonetas,
quien difamó mi nombre
con falsos argumentos
y quienes me encarcelan
tendrán como castigo sólo la oscuridad de todos los olvidos.

No me son importantes los guardianes
-torvos, hoscos esclavos de afanes superiores-
ni las rejas detienen mi rauda ensoñación.

La libertad,
un pájaro inmortal que trina en la memoria,
Se eleva y me traslada,
abrazo a mi mujer,
acaricio a mis hijos
y vuelvo a mi jergón de prisionero
donde duermo otra vez como los santos.

Han caído en la trampa de encerrar lo imposible.

La voz del pueblo cubano no será silenciada. El dictador cubano ha caído en la trampa de tratar de encarcelar lo imposible. Muchas gracias.