Hilos Desenrollados

La matraca del memorándum de Lester Mallory

La matraca del memorándum de Lester Mallory

@turylevy

 @EduardoGaraicoa

El memorándum de Lester Mallory, fechado en abril de 1960, es recordado por la frialdad con que recomienda hundir al pueblo cubano en el hambre y la desesperanza para provocar el desgaste de Fidel Castro. Pero lo más grotesco de ese documento no está solo en su crueldad, sino en lo que calla: la omisión absoluta de la cuestión constitucional.

Mallory no podía ignorar que la República cubana se había fundado y legitimado sobre la Constitución de 1940, ni que el Departamento de Estado había condicionado a Batista cada vez que este suspendía los derechos constitucionales. Washington estaba al tanto de que la legalidad de la C-40 era la referencia política más sólida de Cuba. Sin embargo, el memorándum no dedica una sola línea a la restitución de la Constitución como salida natural al caos revolucionario. En su lugar, reduce el problema a una fórmula de ingeniería social: sancionar, provocar hambre, crear desafección.

Ese silencio resulta todavía más escandaloso cuando recordamos que, en el mismo período, miles de cubanos en el exilio enarbolaban precisamente la bandera de la restitución constitucional, que Playa Girón se organizaba bajo esa consigna, y que más de ocho mil compatriotas juraban públicamente fidelidad a la Carta Magna de 1940 como alternativa legítima frente a la dictadura. Todo eso estaba frente a los ojos de Mallory y del gobierno de Estados Unidos, y sin embargo fue ignorado.

La consecuencia fue devastadora: en vez de fortalecer el paradigma republicano, se reforzó la narrativa de la “plaza sitiada”, se magnificó la figura de Castro y se incubó durante diecisiete años la sustitución definitiva de la República por una constitución socialista.

Hoy, esa misma actitud persiste. Igual que Mallory en 1960, muchos analistas, políticos y opositores eligen ignorar grotescamente la legitimidad de la Constitución de 1940. Prefieren hablar de “transiciones”, de “nuevos pactos” o de “bases mínimas”, como si la República no tuviera ya su fundamento jurídico legítimo. De ese modo, prolongan el vacío que una vez permitió a la dictadura afianzarse y que hoy sigue impidiendo la verdadera restitución de la soberanía popular.

La lección es clara: ignorar la Constitución no es un error inocente, es una decisión política. Y mientras se repita, se seguirá condenando a Cuba a vivir fuera de su verdadera legalidad republicana.

 


Información Adicional

[1]  Office of the Historian499. Memorandum From the Deputy Assistant Secretary of State for Inter-American Affairs (Mallory) to the Assistant Secretary of State for Inter-American Affairs (Rubottom)
499. Memorandum From the Deputy Assistant Secretary of State for Inter-American Affairs (Mallory) to the Assistant Secretary of State for Inter-American Affairs (Rubottom)

Transcription
  1. Memorándum del Subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos (Mallory) al Subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos (Rubottom)1

Washington, 6 de abril de 1960.

ASUNTO

La decadencia y caída de Castro

Consideraciones clave sobre la vida del actual Gobierno de Cuba son:

  1. La mayoría de los cubanos apoyan a Castro (la estimación más baja que he visto es del 50%).
  2. No existe una oposición política efectiva.
  3. Fidel Castro y otros miembros del Gobierno cubano apoyan o consienten la influencia comunista.
  4. La influencia comunista está impregnando el Gobierno y el sistema político a un ritmo asombrosamente rápido.
  5. La oposición militante a Castro desde fuera de Cuba solo beneficiaría a su causa y a la comunista.
  6. La única forma previsible de alejar el apoyo interno es mediante el desencanto y el descontento basados ​​en la insatisfacción económica y las dificultades. Si se acepta lo anterior o no se puede contrarrestar con éxito, se deduce que se deben tomar con prontitud todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba. Si se adopta dicha política, debería ser el resultado de una decisión positiva que implique una línea de acción que, aunque sea lo más hábil y discreta posible, logre los mayores avances posibles en la negación de dinero y suministros a Cuba, la disminución de los salarios monetarios y reales, y la provocación del hambre, la desesperación y el derrocamiento del gobierno.

El principal elemento de nuestro arsenal económico sería la flexibilidad en la legislación azucarera. Esto debe buscarse con urgencia. También deben explorarse todas las demás vías. Pero primero, es necesario tomar una decisión [Página 886] sobre nuestra línea de conducta. ¿Desea que se prepare una propuesta similar para el Secretario?

 

LDM

1 Fuente: Departamento de Estado, Archivos Centrales, 737.00/4–660. Secreto. Redactado por Mallory.↩

2 Rubottom ruborizó el espacio provisto para «sí» en el texto original.↩

[2] CANFailures of U.S. deputy assistant secretary of state Lester D. Mallory

 

 

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