Hilos Desenrollados

La Constitución de 1940: Pilar de la República y Víctima de la Traición

La Constitución de 1940: Pilar de la República y Víctima de la Traición

Un Nuevo Orden Constitucional en un Mundo Convulso.

La Constitución de 1940 surgió en un contexto tanto nacional como internacional de profundos cambios. A nivel global, el mundo estaba inmerso en la Segunda Guerra Mundial, mientras en América Latina se consolidaban movimientos reformistas y democráticos. En Cuba, tras la Revolución de 1933, el país había experimentado una serie de cambios políticos que culminaron en el retorno de un gobierno electo en 1936, encabezado por Federico Laredo Brú. Este gobierno permitió la reorganización institucional y la convocatoria a una Asamblea Constituyente que, por primera vez en la historia cubana, elaboraría una constitución sin intervención extranjera.

Previo a la discusión de la reforma constitucional, el Congreso de la República aprobó una enmienda al artículo 115 de la Constitución de 1901, la cual allanó el camino para la redacción de una nueva carta magna. Esto permitió la elección de una Asamblea Constituyente soberana, libre de las ataduras de la Enmienda Platt y sin la presencia de un ejército de ocupación extranjero.

La Constitución de 1940, aunque técnicamente una reforma, marcó un momento casi fundacional para la República. Su redacción contó con una amplia representación política, desde liberales y conservadores hasta socialistas y comunistas. Por primera vez, se consolidaron derechos sociales y laborales avanzados para la época, como la jornada laboral de ocho horas, el salario mínimo y la seguridad social. También estableció un marco institucional robusto con la separación de poderes y garantías para la alternancia democrática.

Durante los 12 años en que estuvo en vigor, la Constitución de 1940 acompañó un período de notable crecimiento económico y social en Cuba. Para 1952, la isla figuraba entre las primeras naciones del mundo en indicadores como:

Índice de desarrollo humano: Comparable con el de varias naciones europeas.

Producción agrícola y azucarera: Cuba era el mayor exportador de azúcar y uno de los principales productores de tabaco.

Salud y educación: Con una de las tasas de alfabetización más alta de América Latina y un sistema de salud público en expansión.

Infraestructura y urbanización: La Habana era una de las ciudades más modernas del continente.

El 10 de marzo de 1952, el general Fulgencio Batista perpetró un golpe de Estado, rompiendo el orden constitucional y suspendiendo las garantías democráticas. Esto desencadenó la lucha por la restitución de la Constitución de 1940, un conflicto que estuvo muy lejos de ser revolucionaria sino una guerra constitucionalista, pues su objetivo central era restaurar la legitimidad republicana.

Diversos grupos se alzaron en armas, y el ejército constitucional de la República, desmoralizado por la usurpación, no ofreció resistencia efectiva al avance de los grupos rebeldes.

El 1 de enero de 1959, el gobierno de Batista colapsó y los grupos insurgentes tomaron el control del país. El 3 de enero, el gobierno propuesto por Fidel Castro proclamó restituida la Constitución de 1940, generando la expectativa de un retorno al orden republicano. Sin embargo, en cuestión de semanas, Castro consolidó su poder personal y dio un golpe de Estado al disolver el Congreso, controlar el Poder Judicial y establecer un gobierno de facto.

Lejos de restaurar el orden constitucional, Cuba quedó sometida a la más férrea dictadura de su historia. La Constitución de 1940 fue primero manipulada y luego descartada en favor de un régimen totalitario que, hasta hoy, ha negado al pueblo cubano el derecho a la democracia.

La Constitución de 1940 sigue siendo el símbolo de la soberanía y la justicia en Cuba. Su restitución sigue siendo la única vía legítima para recuperar la nación, garantizar las libertades fundamentales y construir un futuro basado en el respeto a la voluntad popular.

@gustavo_vigoa

 

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